Opinión
Hay un mito que señala que convertirse en una “Smart City” es caro, porque la tecnología de punta es impagable, pero eso no siempre es así. El ecosistema de emprendimiento nos ha demostrado que los desarrollos de soluciones para ciudad son cada vez más accesibles, ya que la velocidad de implementación y lo rápido que avanzan las tecnologías abaratan los costos. Obviamente, hay distintos niveles y, por lo mismo, nuestra oferta es probar productos o servicios de acuerdo a las reales realidades del territorio.
Hace unos días se desarrolló una nueva versión de la Expo Innovación Ciudad Futuro, en donde nuestro Programa Sé Santiago logró congregar a 24 emprendedores locales que desarrollan propuestas para mejorar los dolores de quienes habitamos la urbe.
Se trata de emprendimientos que están cruzando las fronteras, siendo adoptados masivamente por otros mercados antes de despegar con fuerza en su país de origen. Hablamos de AllRide, aplicación de carpooling que recibió inversión extranjera y que comenzó a operar en México; Sosafe, App de seguridad comunitaria con presencia en más de 50 países; Solubag, bolsa similar al plástico que se disuelve en agua y que también está acaparando la atención en tierras aztecas.
Nuestra apuesta este año es vincular a estas novedosas iniciativas Smart con los territorios locales. Es aquí donde vemos necesidades que pueden ser atendidas en diferentes ámbitos, como movilidad, seguridad y medio ambiente. Hasta ahora hemos logrado pilotar estos proyectos en algunas comunas de la Región Metropolitana y generar otras instancias de colaboración con los municipios. Un llamado a “igualar la cancha” como lo sugiere nuestra intendenta Karla Rubilar, llevando la innovación a los sectores menos favorecidos.
Hay un mito que señala que convertirse en una “Smart City” es caro, porque la tecnología de punta es impagable, pero eso no siempre es así. El ecosistema de emprendimiento nos ha demostrado que los desarrollos de soluciones para ciudad son cada vez más accesibles, ya que la velocidad de implementación y lo rápido que avanzan las tecnologías abaratan los costos. Obviamente, hay distintos niveles y, por lo mismo, nuestra oferta es probar productos o servicios de acuerdo a las reales realidades del territorio.
En esto Corfo es un gran habilitador y su principal motor es hacer que el Gobierno, la Academia, la ciudadanía y el mundo privado converjan en uno solo. Un ejemplo de ello es el proyecto de Interconexión de Cámaras del Eje Alameda-Providencia, que puso a disposición de las policías y bajo un mismo sistema, compartir las imágenes de los sistemas de vigilancia de tres comunas entre Estación Central y Tobalaba. Hoy esta plataforma está operando y estamos prontos a inaugurar el tramo de Gran Avenida, que sumará a otros cuatro municipios de la ciudad.
La invitación es a contagiarse con el espíritu de transformar a Santiago en una gran urbe: competitiva, equitativa, cosmopolita. Los emprendedores están ávidos de llevar a los municipios locales su trabajo y ayudar a resolver las problemáticas que se repiten en muchos lados. Nosotros como Corfo Metropolitano queremos ser el puente entre la innovación y la solución, solo con el ánimo de cooperar para que nuestros ciudadanos tengan mejores barrios, mejores vidas y un mejor futuro.
