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Reforma previsional: la descoordinación del Gobierno que genera choque entre Larraín y Monckeberg por el 4% MERCADOS Crédito: Agencia UNO

Reforma previsional: la descoordinación del Gobierno que genera choque entre Larraín y Monckeberg por el 4%

El Gobierno no tuvo ni siquiera tiempo de celebrar la aprobación de la idea de legislar de la reforma previsional porque la frase del ministro Larraín de que “no necesariamente el ente público va a administrar el 4% adicional” desató una tormenta política. El ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, tuvo que dar un punto de prensa en la tarde en el patio de La Moneda para corregir al jefe de la billetera fiscal y así tratar de erradicar el fantasma de la “letra chica” que ya marcó este proyecto. No sólo eso, a través de una declaración, su cartera garantizó que los acuerdos adoptados con la DC “se van a cumplir íntegramente”.


El Gobierno partió y cerró la semana con el pie izquierdo en materia de reforma previsional. Si bien el jueves celebró la aprobación con los votos de la Democracia Cristiana y el Partido Radical de la idea de legislar el proyecto, la celebración no duró nada, porque este viernes la tónica ha sido la descoordinación en el Ejecutivo.

En la sesión de la Cámara de Diputados de ayer jueves, el ministro de Hacienda Felipe Larraín abrochó los votos de la DC gracias a su frase “presentaremos indicaciones para que un ente público, nuevo y único, se haga cargo de este 4% adicional».

Sin embargo, en menos de 24 horas, dio una nueva versión, porque en una ronda de entrevistas en los medios, el jefe de las finanzas públicas sostuvo que “no necesariamente el ente público va a administrar el 4% adicional”.

Su frase levantó de nuevo el fantasma de la “letra chica” de los proyectos de Sebastián Piñera y activó una comedia de equivocaciones en el equipo del Ejecutivo. Esto, porque lo señalado por Larraín contrastó de inmediato con lo señalado por el ministro del Trabajo Nicolás Monckeberg. Durante la mañana, en una actividad en terreno en Estación Central, este último explicó el acuerdo, ciñéndose a  los términos en que fue anunciado en la Cámara, desmarcándose de la versión del jefe de Teatinos 120.

Pero sobre todo la declaración de Larraín generó molestia en los diputados opositores que prestaron su apoyo a la idea de legislar, como el independiente Pepe Auth. Sorprendido, señaló que  Larraín «ha relativizado el acuerdo y si la indicación no refleja lo que concordamos, la indicación será rechazada (…) ministro Larraín, si no cumple su compromiso vamos a rechazar, yo no me quiero ver obligado a rechazar porque el Gobierno incumpla su compromiso».

El revuelo fue tal que durante la tarde el ministro del Trabajo tuvo que dar un punto de prensa para intentar aclarar el tema, en un esfuerzo por mantener calmadas las aguas. En el patio de La Moneda, Monckeberg fue enfático en señalar que “no está contemplado ni directa ni indirectamente que las AFP participen en la gestión de este 4% adicional. Como digo, estará a cargo de una entidad pública».

Luego, al intentar aclarar de qué se trata esta nueva entidad, señaló que “se va a crear un ente público o un consejo público que tenga la responsabilidad sobre este punto, la responsabilidad significa fijar las pautas, fijar los criterios, supervigilar, requerir los servicios especializados en materia de asesorías u organismos especializados en materias de inversión, porque aquí lo importante es que el 4% son recursos que van a la cuenta del y por tanto la rentabilidad va influir directamente en la mejora de la pensión”.

Es más, consultado directamente si el proyecto traía “letra chica”, como acusaron desde la oposición, Monckeberg fue tajante: “No, está clarísimo”, respondió.

La versión del ministro fue reforzada con una declaración pública del ministerio del Trabajo en donde enfatiza que “estos acuerdos se van a cumplir íntegramente y estamos seguros que van a permitir avanzar en una mejor reforma al sistema de pensiones”, dando a entender que La Moneda cumplirá su palabra del jueves.

La aclaración de Gobierno se hacía necesaria porque el apoyo a la reforma previsional dejó a la DC de nuevo como el blanco de la furia del resto de los partidos de la oposición, Y al interior de las filas del partido también quedaron heridos, luego que el jefe de bancada Gabriel Ascencio decidió sacar de la presidencia de la comisión del Trabajo a Raúl Soto,  quien ironizó señalando que «me gustaría saber si la decisión la tomó el jefe de bancada o un ministro, porque la bancada recibe órdenes del Gobierno”.

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