MERCADOS
El ministro de Hacienda comentó los resultados del Imacec y del IPoM revelados esta mañana por el Banco Central. El secretario de Estado espera que la contracción anotada por uno de los sectores sea transitoria y puso el foco en la estimación del informe para el caballito de batalla del Gobierno: la inversión. Por otro lado, se refirió a las encuestas Cadem y Adimark que mostraron una baja en las expectativas respecto a la gestión del Ejecutivo.
Fue una mañana de información económica. El Banco Central mostró las cifras del Imacec, que revelaron que la economía repuntó menos de lo esperado ante una fuerte contracción del sector minero. Al mismo tiempo el IPoM señaló que una pausa en la proyección del PIB para 2019 pero con una fuerte alza en el pronóstico para la inversión.
Ante esto el ministro de Hacienda Felipe Larraín se mostró optimista frente al ritmo de la economía pero manifestó su preocupación por la baja en el sector minero. El secretario de Estado espera que la contracción sea transitoria «porque ahora la economía está siendo motivada precisamente por los sectores que no pertenecen a ese segmento productivo», manifestó.
Cabe señalar que el Imacec no minero se incrementó un 5,1 %, explicado principalmente por el aumento de las actividades del comercio y la industria manufacturera.
Respecto al IPoM, el ministro puso el foco en el caballito de batalla del Gobierno en materia económica: la inversión. Larraín destacó el porcentaje que proyecta el Banco Central; que el próximo año supera lo estimado para el actual periodo.
El emisor elevó las cifras de inversión hasta un 5,5 % para este año, tras haberlo hecho desde el 4,5 al 5 % en su informe de septiembre. En tanto, prevé una expansión de un 6 % en 2019 y del 3,9 % en 2020.
Felipe Larraín cubrió todos los frentes y por otro lado se refirió a las encuestas que revelaron una baja en la percepción de la gente respecto a la gestión económica del Gobierno. El titular de la cartera de Hacienda dijo que la medición tiene que ser justa en materia de medir la objetividad de las cifras y ellos, en vez de molestarse con los resultados, lo que hacen es sentirlo como un incentivo para seguir trabajando en políticas internas que mejoren la economía.
