MERCADOS
Para algunos todavía son un misterio. Para otros, representan una amenaza. La tercera sala del máximo tribunal autorizó el cierre de cuentas bancarias a operadores de monedas digitales en el marco del caso que tenía enfrentados a BancoEstado y a Orionx, la conocida plataforma de compra y venta de criptomonedas.
La Corte Suprema dictaminó hoy que los bancos están facultados a cerrar las cuentas de empresas operadoras de criptomonedas mientras no exista un marco regulador de esa actividad.
«Los bancos están autorizados a poner término a los contratos de cuentas corrientes de empresas relacionadas con el negocio de las criptomonedas», precisó el fallo, emitido por la tercera sala del máximo tribunal en el marco de un litigio de la operadora de monedas virtuales Orionx con el BancoEstado.
El pasado mayo, la firma presentó un recurso de protección contra la decisión de la entidad bancaria de cerrar sus cuentas y el dictamen de la Corte Suprema revocó uno anterior, de la Corte de Apelaciones, que había dado la razón a Orionx.
La resolución, que es definitiva, tiene por objeto el cumplimiento de una norma legal que busca evitar que los bancos y sus servicios sean utilizados para «llevar a cabo operaciones de lavado de activos o financiamiento del terrorismo», entre otras «posibles actividades riesgosas», señala el texto.
Según el fallo, las características y elementos que determinan las actividades de las criptomonedas hace imposible para los bancos cumplir tales obligaciones,
«Obstan a que pueda conocer a fondo las actividades financieras relativas a criptomonedas que desarrolla la recurrente, las características más relevantes de sus operaciones, los fundamentos en que éstas se apoyan y, por último, si sus montos son desmedidos o no», señaló el tribunal.
Precisa el fallo que el negocio de Orionx comprende la compra y venta de Ethereum, Ripple, Litecoin y Bitcoin, todas consistentes, según se señala en el propio recurso, en programas computacionales, «específicamente algoritmos que, como tales, carecen de manifestaciones físicas y no tienen valor intrínseco».
Tampoco, por lo general, «tienen algún valor que cuente con respaldo de algún gobierno en particular o de alguna compañía, siendo definidas y controladas por un grupo descentralizado de usuarios que utilizan el protocolo de Bitcoin en internet», agrega.
A lo anterior se suma el hecho de que actualmente «las actividades financieras que se realizan con ellas efectivamente carecen de marco regulador», concluye.
En Chile, los conflictos entre operadores de criptomonedas y varios bancos se han sucedido desde hace varios meses, mientras el Banco Central ha señalado, a través de su presidente, Mario Marcel, que es necesario regular ese mercado porque, entre otras razones, su anonimato puede amparar operaciones ilegales.
Lo anterior, porque tales instrumentos no son monedas ni equivalentes a monedas, y por lo tanto las facultades que tiene el Banco Central para la regulación de monedas no tienen aplicación a este caso.
«Lo que hoy día preocupa más respecto de esto es en qué medida el anonimato que está asociado a estas llamadas criptomonedas puede ayudar a amparar la evasión de impuestos, operaciones ilegales o lavado de dinero, ese es un motivo de preocupación», ha advertido Mario Marcel.
Consulta el fallo completo aquí.
