Publicidad
Los problemas de un gabinete económico invisible MERCADOS

Los problemas de un gabinete económico invisible

Natalia Saavedra Morales
Por : Natalia Saavedra Morales Editora periodística El Mostrador Mercados
Ver Más

El revuelo y problemas que generó al Ejecutivo el crimen de Camilo Catrillanca sacó del escrutinio público la agenda económica de la administración piñerista, que llevaba semanas cuestionada, como lo demostró en su momento la encuesta Cadem, ya que hasta la segunda semana de noviembre la desaprobación al Gobierno estaba influenciada por el tema económico y el mal manejo de las excesivas expectativas que generaron, en la opinión pública, las promesas de la campaña presidencial. Pero la aparente falta de tensión podría ser un arma de doble filo en medio de la necesidad de mostrar una mayor efectividad en materia económica, tal como lo pidió La Moneda –minuta de por medio– a los distintos ministerios, especialmente a los sectoriales, que aún parecen rezagados.


El ánimo de los empresarios está bien después de un Enade calificado, por ellos mismos, como un hito en materia de marcar agenda. El tradicional encuentro de CasaPiedra convocó, la semana pasada, a los actores políticos y del mundo privado y, de paso, se hizo cargo de manera elegante de un tema que hacía bullir la agenda esos días: el conflicto en La Araucanía, con la participación de una delegación de comuneros mapuches de una veintena de asociaciones que asistieron al foro, algo que no se había sido visto en años anteriores.

El revuelo y problemas que generó al Ejecutivo el crimen de Camilo Catrillanca sacó del escrutinio público la agenda económica de la administración piñerista, que llevaba semanas cuestionada, como lo demostró en su momento la encuesta Cadem, ya que hasta la segunda semana de noviembre la desaprobación al Gobierno estaba influenciada por el tema económico y el mal manejo de las excesivas expectativas que generaron, en la opinión pública, las promesas de la campaña presidencial.

Pero la aparente falta de tensión podría ser un arma de doble filo para el Gobierno en medio de la necesidad de mostrar una mayor efectividad en materia económica, tal como lo pidió La Moneda –minuta de por medio– a los distintos ministerios, especialmente a los sectoriales, que aún parecen rezagados.

Algo que el ministro de Economía, José Ramón Valente, trató de reparar hace un par de semanas cuando ajustó su equipo comunicacional, asunto en el que intervino directamente la ministra de la Segegob, Cecilia Pérez. La razón para ello fue que el secretario de Estado «salía poco» en los medios de comunicación, especialmente en los que apuntan a la elite económica. No fue casual que, después de eso, el secretario de Estado apareciera en varias entrevistas explicando que el problema de la desaprobación radicaba en que como Gobierno no habían «bajado» las cifras a la calle.

Sin embargo, a los ministerios sectoriales les hace falta algo más que buenas intenciones para empezar a salir más en la prensa, porque las directrices bajadas desde Palacio han ordenado las prioridades y, por ende, han implicado que la aparición de estos sea acotada. «La eliminación de las bolsas y sería todo, pero la reforma al Sistema de Evaluación Ambiental, nos sentamos a esperar», ironizó un dirigente de Chile Vamos sobre la ruta del Ministerio del Medio Ambiente, para ejemplificar el punto.

Es cierto que las reformas Tributaria, de Pensiones y la Laboral se han tomado la agenda hasta ahora, pero son, precisamente, las medidas que fomentan la producción las que están a la cola. El último informe de JP Morgan se aleja del consenso del mercado sobre el crecimiento país y lo sitúa en 3,8%, en tanto que para 2019 espera que la actividad registre un alza de 3,5% y luego descienda al 3% en 2020.

[cita tipo=»destaque»]A nivel interno en el Gobierno, el problema parece radicar en el poco conocimiento que hay del resto del equipo económico que –más allá del titular de Hacienda, Felipe Larraín– debe articular la sinfonía económica. Un desconocimiento que la misma Cadem ha evidenciado al consultar por el nivel de conocimiento de ministros y/o subsecretarios. Ni Valente (40%), ni sus pares en Energía, Susana Jiménez (36%), de Minería, Baldo Prokurica (32%), o de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine (49%), logran superar el umbral del 50% de conocimiento, o sea, que al menos la mitad de los encuestados los ubique.[/cita]

Las cifras se comparan con la última proyección del LatinFocus Consensus Forecast, que prevé un rendimiento económico de 4% para 2018, pero para el próximo año lo sitúa en 3,4% y un 3% para 2020. De cumplirse estos pronósticos, el Gobierno de Piñera podría cerrar lejos –al menos en el papel– de la gloria económica que prometió al país.

A nivel interno en el Gobierno, el problema parece radicar en el poco conocimiento que hay del resto del equipo económico que –más allá del titular de Hacienda, Felipe Larraín– debe articular la sinfonía económica. Un desconocimiento que la misma Cadem ha evidenciado al consultar por el nivel de conocimiento de ministros y/o subsecretarios. Ni Valente (40%), ni sus pares en Energía, Susana Jiménez (36%), de Minería, Baldo Prokurica (32%), o de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine (49%), logran superar el umbral del 50% de conocimiento, o sea, que al menos la mitad de los encuestados los ubique.

«Por otro lado, no superan la barrera del 40%, y por lo tanto no tienen conocimiento suficiente para mostrar su evaluación, los ministros Felipe Ward (37%, +2pts), Consuelo Valdés (37%, +5pts), Susana Jiménez (36%, -3pts), Baldo Prokurica (32%, +2pts) y Pauline Kantor (24%, -1pto)», sentenció la medición.

El socio fundador de Criteria, Cristián Valdivieso, explicó que lo que sucede es que el problema de fondo fue comprometerse a mejorar la economía sobre una base poco objetiva. «En el primer Gobierno se dijo un millón de empleos y sobre eso se fiscalizó», indicó, pero ahora la administración piñerista está empecinada –agregó– en decir que los números sí dicen que están creciendo, convencidos de que esta es una discusión racional, cuando nada más lejos de eso.

«Tienes dos ministros fundamentales. Hacienda, que es muy conocido pero no tan querido, que fue el ministro del primer Gobierno, es parte de la promesa de vamos a crecer. Y después otro ministro poco conocido, Valente, que, cuando es querido, es por los actores económicos. Habla en sus códigos, no sabe manejar las expectativas económicas. La cuña del economista no sirve de nada en el Gobierno, son cuñas que te pasan la cuenta, porque son códigos lingüísticos del lenguaje empresarial. Valente explica las cifras, cuando no es ese el problema, sino contener las expectativas», afirmó Valdivieso.

La relevancia de la actividad sectorial en este sentido cobra relevancia, añadió el investigador, pues «la irrelevancia mediática no ayuda a decir que el Gobierno sí está trabajando, que sí está enfocado. La gente se queda con la foto de la farmacia que se cierra y hoy es equivocado pensar que la ciudadanía no es un stakeholder para cualquier cartera».

En un intento por una mayor visibilidad, este miércoles 28 de noviembre parte del equipo sectorial se jugará sus cartas con el lanzamiento del «Plan + Energía», liderado por la ministra Jiménez y el subsecretario del ramo, Ricardo Irarrázabal, actividad a la que también asistirán Valente y Prokurica. «Tiene por objetivo acompañar y orientar a los distintos actores involucrados en el desarrollo de los proyectos de energía, a través de la promoción de la participación temprana y que estos consideren estándares internacionales, promuevan el desarrollo local, logrando como resultado compatibilizar las dimensiones económica, social y ambiental en todo su ciclo de vida», reza la invitación.

Cercanos al Gobierno comentaron que la intención ha sido, precisamente, preocuparse de aquellos temas que más convocan a la ciudadanía, pero justificaron la invisibilidad de las carteras sectoriales, sentenciando que «los ministros son altamente calificados y que no estén en medio de polémicas, es, por el contrario, noticia que están haciendo su trabajo».

Los gremios tienen paciencia

Los representantes del empresariado han optado por mantener un tono cordial con el Gobierno, confiados en que la promesa de mejora económica sí se sustenta por mejores números. La visión en los gremios es darle tiempo a la administración piñerista, con miras a que en su segundo año de mandato pueda dar rienda a proyectos más específicos.

El vicepresidente ejecutivo del Comité de Retail Financiero, Claudio Ortiz, considera que se han tratado de articular los temas de carácter horizontal «con todos los desafíos que implica su impulso en el Congreso, por lo que esperamos que en una segunda etapa pueda abordar temáticas de carácter vertical. Por ejemplo, en nuestro sector es importante promover una agenda que se haga cargo del proceso de transformación que está viviendo la economía hacia una cultura digital. A modo de ejemplo es importante la creación de un domicilio legal electrónico, el reimpulso a los medios de pago electrónicos, medidas para favorecer la inclusión financiera, programas de reconversión laboral hacia la cultura digital y simetría en el tratamiento a plataformas de e-commerce, independientemente de su lugar de origen».

El director ejecutivo de la Asociación de Empresas Eléctricas A.G., Rodrigo Castillo, comentó a El Mostrador Mercados que en el sector energía se trabajó durante la primera mitad del año en una ruta de trabajo consensuada y que tomó como base el trabajo que se ha venido desarrollando en los últimos años.

«Particularmente para nosotros son tres los los proyectos prioritarios para seguir trabajando con la reforma normativa al sector de distribución. Vital para mejorar la calidad de servicio y modernizar el sector, el perfeccionamiento a la Ley de Transmisión, que se promulgó el año pasado, pero que aún debemos seguir mejorando en colaboración con la autoridad, en temas como la flexibilidad de la planificación zonal, por ejemplo, y el despliegue operativo del recambio de medidores inteligentes”.

El gerente de Estudios de la Sociedad Nacional de Minería, Álvaro Merino, también está en la senda de tener un buen ambiente en la vecindad. La creación de la Oficina de Gestión de Proyectos Sustentables y la disposición del Ministerio de Minería para dar cumplimiento a su propósito de facilitar el desarrollo de la industria minera y fomentar las inversiones en el área por medio de mesas de trabajo, le parece que caminan en la senda correcta.

«No cabe duda que para retomar la senda de crecimiento que el país requiere, es preciso cautivar nuevamente a los inversionistas y dar un impulso robusto a la inversión. Ello, por cierto, comprende un conjunto de medidas y no una acción aislada en particular. En este sentido, hay que despejar incertidumbres en el ámbito regulatorio, otorgando mayor certeza jurídica, simplificando y acelerando el otorgamiento de permisos. Mientras que en lo tributario, es importante desenredar la compleja normativa impositiva y avanzar en la integración total, pues ello es un potente incentivo para la inversión. Finalmente, en materia laboral, es fundamental adecuar esta normativa a los requerimientos del siglo XXI y cerrar los espacios a la judicialización de las relaciones laborales», detalló.

La Cámara Nacional de Comercio, en tanto, tiene atención respecto a lo que suceda con la Reforma Laboral. «Falta ver iniciativas enfocadas en reactivar el mercado del trabajo, mediante mayor flexibilidad y la eliminación de las barreras y rigideces existentes. La llegada masiva de nuevas tecnologías y las nuevas maneras de consumo hacen urgente concretar y aprobar proyectos como la adaptabilidad laboral, ya sea mediante el teletrabajo, la flexibilidad horaria o iniciativas que incentiven la contratación de adultos mayores, mujeres y jóvenes», planteó.

Todos tienen sus demandas y el tiempo corre contrarreloj.

Publicidad

Tendencias