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Luis Eugenio: los ojos de Julio Ponce en SQM MERCADOS

Luis Eugenio: los ojos de Julio Ponce en SQM

De gran parecido con su polémico hermano, el menor del clan se instaló en el norte en la década de los 80 y desde entonces se transformó en una figura clave en el desarrollo comercial de la minera no metálica. Siempre ha actuado a favor de los intereses de su hermano y, para muchos, ambos son uno solo.


Julio Ponce retrocedió en su intención de regresar a SQM como asesor estratégico. Su solo nombramiento por parte del directorio que preside Alberto Salas provocó polémica pública, pero con el paso de los días eso parece que fue un mero traspié para una mesa directiva que se muestra renovada y que encarnaría una nueva era de la minera no metálica. Sin embargo, todo indica que los cambios no son del todo profundos.

La paz entre Corfo y SQM –tras casi cinco años de enfrentamientos por incumplimientos en las concesiones de la estatal en favor de la empresa– fue escurridiza y no se firmó hasta que se selló la salida definitiva de Julio Ponce Lerou del directorio de la minera. Este contrato establecía que el controvertido empresario no podría ocupar ningún sillón de la mesa de la compañía, considerando su malograda reputación y el riesgo político que no estaba dispuesta a correr la estatal, al firmar un nuevo contrato de arrendamiento de pertenencias del Salar de Atacama con alguien vinculado –o al menos salpicado– con el caso del financiamiento ilegal de la política.

No se escatimó en teorías para explicar la retractación de Ponce Lerou. Trascendió que La Moneda habría incidido en la posterior rectificación de Salas o que las AFP y otros accionistas minoritarios extranjeros hicieron ver sus reparos, entre varias otras hipótesis. Sin embargo, decantado el polvo de la polémica, hoy en el entorno del empresario se habla de un «mal criterio» que hubo para su nombramiento como asesor y que la petición de actas –por parte de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF)– de las sesiones del directorio en que se discutió la fallida decisión, fue una presión relevante para que SQM desechara la nueva posición que quería darle a su ex presidente.

Antes de todo este capítulo, Corfo había tomado resguardos adicionales. La familia de Ponce ha sido activa en representarlo en sus empresas, tanto en las llamadas sociedades cascada como en SQM, razón por la cual la estatal extendió la prohibición a que no solo Julio Ponce ocupara un sillón en el directorio, sino también cualquier pariente hasta segundo grado de consanguinidad. Pero hoy, ya cerrada la polémica, lo cierto es que su hermano menor, Luis Eugenio, sí puede.

Es que la invitación de asesores estratégicos por parte del directorio de Salas –quien fue elegido presidente gracias a los votos de las sociedades cascada– también fue a Luis Eugenio, que por casi 15 años se desenvolvió como vicepresidente comercial tras llegar a la empresa en 1981.

En la compañía no ven reparos en ello y que, independientemente del límite de la consanguinidad, sostienen que el nombramiento de Luis Eugenio no es ilegal y menos contraviene lo pactado con Corfo, más allá de si cumple o no con el espíritu de los términos de este convenio, el cual extendió el contrato de arrendamiento de pertenencias mineras en el Salar de Atacama para su explotación hasta 2030.

El guardián

Julio Ponce tiene más de un par de ojos. En pleno caso Cascada, cuando las juntas de accionistas de estas sociedades eran epicentro de peleas que generaban morbo en todo Sanhattan, el empresario se excusaba de participar porque por ese entonces había sufrido un accidente practicando equitación, pero igual estaba enterado de todo, de las recriminaciones públicas que las AFP y Moneda Asset le hacían al directorio. Esto, gracias a las grabaciones que sus propios hijos hacían con su celular de esas instancias.

Es que Julio tiene varios emisarios y Luis Eugenio es uno de ellos. Precisamente él presidía esas polémicas juntas, siendo uno de los tantos reemplazos o representaciones que ha ejercido en nombre de su hermano.

[cita tipo=»destaque»]Los Ponce Lerou son cuatro hermanos: Lucía Gabriela, Julio, Gustavo –conocido como el hermano yogui del clan– y Luis Eugenio, el único que ha acompañado a Julio en su faceta empresarial. Ambos entraron con todo a conducir la compañía a fines de los años 80, con posterioridad al proceso de capitalización popular que implementó la dictadura en la segunda parte de esa década y que se efectuó en distintas empresas públicas, para permitir el ingreso de privados. Hasta antes del retorno a la democracia, en SQM se mantenían militares en la mesa directiva, con personajes conocidos como Sergio Melnick.[/cita]

De hecho, apenas Julio Ponce renunció a la presidencia de SQM –tras más de 28 años en ella– fue reemplazado por Juan Antonio Guzmán, quien al cabo de un año fue reemplazado por Luis Eugenio, el que la ejerció los dos últimos años y recién en abril le cedió el asiento a Salas.

Se suponía que, a fines de febrero, Luis Eugenio Ponce preparaba su salida definitiva de la firma, tras décadas conduciéndola junto a su hermano y Patricio Contesse González, ex gerente general de SQM que forzosamente dejó el puesto tras destaparse los aportes ilegales que realizaba a casi toda la clase política nacional. Hoy, sin embargo, su hijo, Patricio Contesse Fica, es vicepresidente de SQM. La prensa decía que Luis Eugenio, entonces vicepresidente comercial, estaba molesto con el acuerdo con Corfo, pues consideraba “injusta” y “arbitraria” la exigencia de Eduardo Bitran, quien en sus últimos días al frente de la estatal dejó pactada la salida de la familia Ponce de la minera no metálica.

La prensa no previó que este nunca saldría de SQM, que dejaría la presidencia pero volvería en la inédita posición de asesor estratégico, dejando al directorio de la minera no solo presidido por alguien nombrado por Julio Ponce, sino también asesorado por su propio hermano, tensionando así el espíritu de la palabra pactada con Corfo.

A juicio del directorio de SQM, su figura resulta imprescindible, considerando su conocimiento acumulado en años en el área comercial.

El menor de los Ponce

Los Ponce Lerou son cuatro hermanos: Lucía Gabriela, Julio, Gustavo –conocido como el hermano yogui del clan– y Luis Eugenio, el único que ha acompañado a Julio en su faceta empresarial. Ambos entraron con todo a conducir la compañía a fines de los años 80, con posterioridad al proceso de capitalización popular que implementó la dictadura en la segunda parte de esa década y que se efectuó en distintas empresas públicas, para permitir el ingreso de privados. Hasta antes del retorno a la democracia, en SQM se mantenían militares en la mesa directiva, con personajes conocidos como Sergio Melnick.

En SQM, Luis Eugenio ha tenido una posición clave, no solo respecto de su desarrollo comercial, sino que sin él la actual estructura societaria de la cascada no habría sido posible.

A mediados de los 90 intervino directamente ante los trabajadores y supervisores que tenían acciones de Pampa Calichera, que en ese momento planeaban vender dichos papeles –más del 4% de la sociedad–, lo que sería clave para que Ponce comenzara con su fórmula de controlar SQM sin tener la mayoría a través de las cascada. Así lo dice el ex gerente general de la firma en los 80, Eduardo Bobenrieth.

En mayo de 2017, Bobenrieth declaró en una investigación que realizaba el Ministerio Público a partir de una querella contra los dos hermanos Ponce, por estafa y apropiación indebida, por parte de ex trabajadores de la empresa, quienes los acusaron de haberse hecho del control de la misma de modo ilegítimo. Relató que Eugenio fue clave en impedir que los trabajadores vendieran sus acciones a un grupo de inversionistas, entre los cuales participaba este ex gerente en el marco de una negociación en la que se les pagaría el 100% del valor de los papeles y no el 30% como –asegura– venían haciéndolo los Ponce Lerou.

La estrategia de este ex ejecutivo partió siendo exitosa, hasta que los hermanos Ponce “enloquecieron” cuando se dieron cuenta de que el grupo que dirigía Bobenrieth ya venía convenciendo al 40% de las acciones de Pampa Calichera. Fue entonces cuando Eugenio “subió” a María Elena –una de las plantas de SQM– y uno a uno llamó a los supervisores para que firmaran los formularios donde cedían sus papeles. Fue una de las primeras intervenciones potentes en favor de Julio que efectuó su hermano, a quien por lo demás Bobenrieth lo consideraba un ejecutivo cercano.

«Se deja caer Eugenio Ponce en la pampa, se instala en la casa de directores de María Elena y empieza a llamar a los supervisores uno por uno, los jefes directos de los trabajadores, les pasaron a los supervisores un formulario de traspaso de acciones por cada trabajador que se encontraba a su cargo y les dijo que los quería firmados esa noche, sin precio, sin testigos, sin nada. El formulario tenía que tener el nombre del trabajador y la firma, esa noche juntaron todos los traspasos que necesitaban para tener la mayoría los enviaron a Antofagasta y quedaron con la mayoría», reza el relato de Bobenrieth ante la fiscal Patricia Cerda.

A partir de los años 90, Luis Eugenio es sindicado como el responsable de todo el desarrollo del área comercial de SQM y es considerado clave en la estrategia comercial de la compañía en Asia y Japón, particularmente.

A mediados de los 2000, surgió otra disputa por el control de la minera no metálica, esta vez entre Ponce y la empresa canadiense Potash Corp, actual Nutrien, la misma que recientemente vendió su 32% a la china Tianqi.

La historia conocida es que Ponce les torció la mano a los norteamericanos y, para ello, fue clave el acuerdo que lograron las sociedades cascada con Kowa, sociedad japonesa que tiene cerca de un 2% de la minera y que hasta este año ejerció un pacto controlador con el empresario.

Este acercamiento, según un reportaje de revista Capital, vino de la mano de Gustavo Ponce Lerou, el tercero de los hermanos, quien llevaba gran parte de su vida en Japón y, tras ser nombrado embajador de Chile en ese país en 1987, inició los primeros contactos comerciales entre empresas chilenas y niponas. Precisamente ese año, Kowa puso sus primeros US$5 millones en SQM.

Desde entonces, Luis Eugenio acostumbraba a representar en juntas de accionistas a Kowa y monitoreaba directamente el desarrollo comercial de SQM en Japón y, cuando asumió la presidencia de SQM en 2016, fue gracias a los votos que pusieron los japoneses en acuerdo con Pampa.

No tiene mucha relación con la prensa y en las juntas evitaba hacer declaraciones a los micrófonos que allí se apostaban, pero ha hecho noticia por errores no forzados, algunos de los cuales han sido graves. En 2016 protagonizó un accidente en avión –uno de sus hobbies– en Pirque junto a Dieter Linneberg, entonces director de SQM, episodio que levantó cuestionamientos respecto de qué hacía ahí un director en teoría independiente con el hermano de Julio y en ese minuto presidente de la minera no metálica.

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