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Los líos judiciales de empresa ligada al actual ministro de Economía José Ramón Valente Su incursión en la marca Fossil, manejada por su hermano, le ha traído dolores de cabeza

Los líos judiciales de empresa ligada al actual ministro de Economía José Ramón Valente

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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Ramón Valente y Compañía Limitada, empresa donde el ministro tiene el 12% de la propiedad, no lo pasa bien en el último tiempo. Como representante de la marca de retail Fossil, dicha sociedad ha enfrentado disputas en tribunales por el no pago de arriendos en Casa Costanera y por facturas impagas a la firma que construyó algunas de sus tiendas. Descrito por su hermano como un «abrelatas» para hacer negocios, desde el entorno del secretario de Estado minimizan su responsabilidad, pues la gestión no está a su cargo.


Antes de asumir como ministro de Economía, José Ramón Valente anunció su desvinculación total de Econsult, la conocida firma de análisis de mercado y asesorías financieras, desde donde el economista construyó su influencia pública que hoy lo tiene en el gabinete de la segunda administración de Piñera.

La empresa informó que Valente vendió su paquete de acciones en la firma, sin detallar montos ni porcentajes. Pero Valente tiene otros negocios. Uno de ellos le está dando dolores de cabeza a la familia del secretario de Estado y le ha valido, a la sociedad que los agrupa, varias disputas en tribunales.

Se trata de la sociedad Ramón Valente y Compañía Limitada, la que maneja su hermano Álvaro y que lleva el nombre del padre de ambos. Este y la madre del ministro conforman el capital de la compañía dedicada a la representación de marcas de retail con presencia en distintos centros comerciales.

Aunque el titular de Economía no participa en la gestión de la firma, sí tiene un 12% de su propiedad desde octubre de 2017, cuando la sociedad Injoval –controlada por el ministro y su mujer, Verónica Stein– capitalizó un crédito por 206 millones de pesos a la empresa de su hermano y sus padres, otorgado poco tiempo antes, para enfrentar sus dificultades financieras.

El préstamo se materializó mediante cuatro mutuos firmados entre junio y septiembre de 2016, cada uno por 50 millones de pesos –monto que sumado a intereses completa los 206 millones de pesos finales–, en el momento más complejo financieramente de Ramón Valente y Compañía. Poco más de un año después, el 25 de octubre de 2017, se realizó la junta de accionistas, donde se elevó el capital de 600 mil pesos a 207 millones, siendo Injoval –la mencionada sociedad del ministro– la que aportó como capital la deuda que Valente y Compañía tenía con ellos. Así, de ser acreedor de la sociedad de sus padres y su hermano, José Ramón Valente Vía pasó a ser socio.

Injoval se quedó con el 12,9%, de la compañía, que sigue controlando su hermano Álvaro con un 14,5% de las acciones de forma directa y otro 55% por medio de Rentas Moma Limitada, sociedad que el mismo maneja –con el 80% de los papeles; el saldo lo maneja su pareja, María de Los Ángeles Donoso–. Sus padres, en tanto, tienen el saldo cercano al 17,5% de la empresa.

La entrada del actual secretario de Estado a Ramón Valente y Compañía, eso sí, se explica por una operación previa, pocos meses antes de que concretase el mentado crédito (entre junio y septiembre de 2016).

En septiembre de 2015, aunque la escritura se formalizó recién el 4 de enero de 2016, la junta de accionistas de Injoval –del hoy ministro y su pareja– acordó dividir la firma en dos, perdurando Injoval y naciendo así Inversiones Faval. Esta última se quedó con gran parte del capital de Injoval, alcanzando unos 1.500 millones de pesos. Injoval, en tanto, disminuyó su capital a una cifra similar a la que dos años después (octubre de 2017) le permitiría entrar a la propiedad de Ramón Valente y Compañía: 206 millones de pesos.

El negocio no anda bien

En 2015, el negocio se anunciaba con bombos y platillos. De la mano de Álvaro Valente, la marca Fossil aterrizaba en Chile en uno de los malls más exclusivos de la capital: Casa Costanera. “Fossil Group es una empresa que se dedicaba a realizar la relojería y joyas de marca como Michael Kors, Burberry, Tori Burch, entre otras”, comentaba el diario Pulso.

La misma nota agregaba que “está presente en el retail norteamericano desde hace 30 años y es reconocida por su influencia en el mercado de relojes y accesorios a nivel mundial».

Los planes incluían la apertura en tres años de cuatro tiendas en Santiago, un outlet, y tres más en regiones, “todas de la mano de Álvaro Valente, el socio local que escogió para establecerse Chile”.

Pero las cosas para la familia Valente no han andado bien, al menos en relación con su apuesta por el retail y se ha visto enfrentada a una serie de contingencias en tribunales.

La primera de ellas, precisamente relativa a la tienda donde eligieron aterrizar. En octubre pasado, perdieron un juicio con el centro comercial Casa Costanera, donde fueron condenados a pagar 44,6 millones de pesos por arriendos y otros conceptos pendientes, correspondientes al período de enero-septiembre de 2017.

La misma sociedad, además, fue demandada a comienzos de octubre de 2017 ante tribunales por la Municipalidad de Vitacura, esta vez por el no pago de las patentes comerciales desde julio de ese año, aunque rápidamente se allanó a cancelar, dado lo acotado del monto (318 mil pesos).

Todo en familia

Según publicó Bío Bío, el capital de José Ramón Valente llega a más de 12 mil millones de pesos, concentrándose en Inversiones Faval. Dichos montos no han sido actualizados tras su salida de Econsult, a comienzos de marzo pasado.

Álvaro Valente se ha comprometido –según consta en la escritura de Injoval– a “aportar sus servicios personales en el contacto comercial de clientes y gestión de negocios en la medida que la sociedad lo requiera”, y ha agregado que “se obliga a dar prioridad a la gestión de negocios propios de la sociedad frente a otras actividades lucrativas”. En el mismo documento, que es el mismo donde el actual ministro capitalizó su crédito, se advierte además que Álvaro Valente “no podrá emprender ningún tipo de negociación que sea incompatible con sus labores de socio industrial”.

Con los roles claros, José Ramón apoyó la gestión de la compañía de forma indirecta, con su prestigio, de acuerdo a su hermano. Su prolífera presencia en directorios de empresas y las numerosas asesorías desde Econsult a grandes firmas le generaron tal notoriedad pública, que, en una entrevista con El Mercurio, su hermano reconoció que “llevaba” a José Ramón a reuniones con malls para intentar introducir las marcas que representaba.

«Fue a mi papá al que se le ocurrió. Y ahí invité a mi hermano. Iba a los malls conmigo, para que me acompañara a las entrevistas. Como él ya tenía su nombre, era más fácil. Era un buen abrelatas», comentaba ‘risueño’ Álvaro, según el artículo del referido matutino.

Y es que el actual ministro tiene un historial extenso de asesoría a empresas y participación en directorios de grandes compañías. Fue vicepresidente de Soprole, de Cementos Bío Bío y director de Transelec, Telefónica Chile y Brookfield Property Partners. También estaba en la mesa de Club El Golf 50, la Fundación Alter-Ego y en compañías ligadas al grupo Penta: Empresas Banmédica (en venta a United Health), Compañía de Seguros Penta Vida y la Universidad del Desarrollo. Además, Econsult, la firma donde asesoran a empresas –y desde donde proviene también su asesora principal, Michelle Labbé– ha realizado estudios y asistencias para distintas empresas. Así ocurrió con el plan Elqui de Enel, un informe a la ANFP por el caso de CDF y, recientemente, también, un informe a Pampa Calichera, la sociedad cascada a través de la cual Julio Ponce Lerou controla SQM, a propósito de sus necesidades de financiamiento en 2017.

Los dolores de crecimiento

Ramón Valente y Compañía Limitada lleva 30 años en el rubro comercial, con 45 empleados. En la actualidad maneja dos tiendas Fossil, un local de Adidas, más cuatro módulos de esta última marca y una relojería en Costanera Center. De esta forma, explican desde la empresa, mantiene relaciones comerciales con reconocidas cadenas de centros comerciales como Parque Arauco, Marina Arauco (Viña del Mar), Costanera Center (Cencosud) y el mall Easton.

“Nunca hemos tenido problemas con la administración, con los pagos, ni nada de esa índole, con ninguno de estos operadores”, aseguran desde la firma, agregando que no han tenido protestos ni demandas laborales.

Pese a ello, las diferencias tienen su origen el 26 de enero de 2015. Ese día firmaron un contrato con Casa Costanera, el centro comercial ubicado en Avenida Nueva Costanera, zona comercial y de restaurantes de alta gama en la comuna Vitacura, ligado al grupo Vivocorp, sociedad relacionada con el grupo Saieh y donde participa como minoritario el fondo Volcom.

Después de algunas demoras por los permisos municipales, el centro comercial abrió sus puertas en octubre de 2015 y un mes después comenzó a funcionar la tienda de Valente para su marca Fossil. Sin embargo, los problemas para comenzar sus operaciones no se hicieron esperar. Por temas relacionados con permisos municipales, la tienda debía cerrar, todo para habilitar nuevos espacios del centro comercial.

Las dificultades para echar a andar el local implicaron que Valente y Cía. comenzara a pagar el monto mínimo acordado de arriendos, rebajando así los aranceles originalmente firmados. Durante todo 2016 y parte de 2017 las diferencias entre Álvaro Valente y la administración de Casa Costanera, a propósito de las dificultades para operar, no cesaron.

Según relata Valente en la causa que lo enfrenta al mall, para inaugurar el local había invitado a ejecutivos de la casa matriz de Fossil en Estados Unidos, pero solo días antes de la fecha pactada para el evento social, debió excusarse: inaugurarían, pero no podrían atender público por casi un mes, esto por los permisos pendientes.

Así lo revela una serie de correos intercambiados por el hermano del ministro con ejecutivos de Casa Costanera. En ellos, Valente alega que el tema escaló al nivel que los trabajadores del local quisieron ingresar a la tienda al día siguiente de la inauguración, en noviembre, y fueron echados por los guardias.

La empresa relató en tribunales una serie de incumplimientos por parte de Casa Costanera al contrato, señalando que los trabajos en el mall generaban ruidos molestos, fallos el aire acondicionado, inundaciones en los pasillos y tiendas. Todo afectó las ventas.

Cabe recordar que Casa Costanera tuvo problemas con distintos operadores del retail por las demoras en la apertura del centro comercial, y con algunos de ellos mantiene disputas similares en tribunales por cobros adeudados. Además, de acuerdo a operadores del sector, las ventas del mall del sector oriente no han sido alentadoras para las marcas que allí se instalaron –de allí que el señalado centro comercial haya lanzado nuevos servicios para sus clientes, como el de personal shopper, y también esté apurando la apertura de nuevos servicios, como restaurantes y el hotel que albergará el recinto–.

El mall se defendió. Casa Costanera exigió que Valente y Cía. pagara los arriendos y otros cobros comunes calculados entre los meses de enero y septiembre de 2017. El mall acusó a la firma ligada al ministro de no querer entregar el local luego que las diferencias fueran irreconciliables.

El juicio terminó en octubre de 2017 y la justicia determinó que se pagara todo lo requerido por Casa Costanera. Es decir, arriendos, gastos comunes y otros cobros por los casi 45 millones requeridos. Sin embargo, rechazó otra solicitud del mall, en relación con pagarle cinco años de contrato (pactados originalmente y que llegaban a 190 millones de pesos).

Según Valente y Cía., actualmente están pendientes recursos judiciales por esta misma causa.

Todos los problemas anteriores afectaron la marcha de la compañía. La sociedad de la familia del actual titular de la cartera de Economía tuvo entonces que acudir al rescate. Esto –aseguran desde la propia sociedad– habría permitido refinanciar las deudas bancarias de la empresa.

Los dolores de cabeza no terminan ahí. En el 28° Juzgado Civil de Santiago la sociedad fue nuevamente demandada. En la acción judicial, Comercial Lennox les exige el pago de 70 millones de pesos por las labores de instalación de su tienda Fossil en Casa Costanera.

No ha sido un estreno fácil en el retail. Eso, pese a que desde Valente y Cía. señalan que ya pagaron parte importante de esa deuda. El saldo, de aproximadamente 17 millones, aún debe ser pagado. Lenox además los habría dejado “abandonados” en la obra, señalan. Todo esto sería parte del argumento que presentarían en su contestación a la demanda y que justificaría el pago solo parcial.

Tribunales tendrá la última palabra.

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