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La saga del Fondo Equitas anota nuevo capítulo y fracasa intención de blindar a IF Penta Financiera contrata a estudio Etcheverry

La saga del Fondo Equitas anota nuevo capítulo y fracasa intención de blindar a IF

Natalia Saavedra Morales
Por : Natalia Saavedra Morales Editora periodística El Mostrador Mercados
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Las relaciones con los acreedores, principalmente los factorings, están quebradas. Esto, luego que hace un par de semanas, en una inesperada movida legal, Innovaciones Forestales los demandara, acusándolos de haberle generado una debacle financiera y deberle miles de millones en perjuicios.


El caso de la maderera de Concepción Innovaciones Forestales (IF), controlada por el fondo de inversiones Equitas –ligado a Vicente Pérez, Cristián Shea y al ex Canciller Federal de Austria, Alfred Gusenbauer– suma nuevos antecedentes. Tras detectarse enredos contables en sus finanzas y solicitar en mayo pasado su reorganización judicial, se peleó con gran parte de sus principales acreedores: los factorings, entre los que están Nuevo Capital, Penta Financiero, Finameris, Tanner y Cumplo (de Nicolás Shea).

El origen del conflicto se remonta a que, por intermedio de forestal Los Acacios, se entregaron facturas de IF que ya habían sido cobradas. Dentro de lo más reciente, la maderera –revelando parte de su estrategia legal– acusó a varios factorings, mediante demandas civiles, de haber cobrado las facturas que tenían en su poder sin haberse fijado que estaban duplicadas,  y que, en el fondo, tomaron la plata de IF dejándola en indefensión y generándole enormes perjuicios que terminaron con su pseudoquiebra. Las demandas involucran miles de millones, según reveló El Mostrador Mercados.

La movida de acusar a las empresas de factoraje fue leída por los acreedores como parte de la estrategia legal de la compañía, delineada por sus asesores y representantes, entre quienes se cuenta al abogado Mario Rojas –firmante de las documentos–, Francisco Aninat –abogado de Bofill Escobar–, además de Nelsón Contador y Luis Felipe Castañeda, los asesores del proceso de reorganización judicial. La pelea se ha puesto tan hot, que los factorings se repartieron representaciones entre el ex presidente del CDE, Juan Ignacio Piña, y el estudio de Grasty, Quintana Majlis & Cía. También está involucrada la agencia de comunicaciones de Enrique Correa.

Y ahora la película suma nuevas secuelas. Esta semana se vivieron días clave en el proceso de reorganización judicial, la reclamación de deuda. Pero, como ha sido la tónica del proceso, no había ni un lejano punto de encuentro y la empresa impugnó gran parte de las platas que se le reclaman.

Calculadora en mano

De acuerdo a lo que informó la maderera dentro de su reconocimiento de deuda –documento firmado por sus abogados y depositado en el tribunal–, esta sería del orden de los $ 2.850 millones, es decir, unos US$ 4,5 millones.

Pero el «hoyo» total de la empresa superaría los US$ 8 millones y los factorings no estaban dentro de sus objetivos, reconociendo solo a uno de ellos de manera relevante en su declaración. Dentro de sus tres principales acreedores, IF informó deberles a Banco Estado (más de $ 260 millones), Banco Security y Tanner, siendo estos sus principales acreedores. Como anécdota, la forestal dice deberle poco más de $ 400 millones, por el concepto de Mutuos, nada menos que a Equitas.

Pero la compañía recibió un portonazo luego que el Juzgado Civil de Concepción que revisa el caso no acogiera sus reclamaciones y aceptara gran cantidad de las verificaciones de crédito, reconociendo la calidad de deudores de los mismos factorings.

Tras ello, el capítulo que se abre es más bien incierto para la empresa. Por un lado, tras la decisión judicial –analiza un allegado al proceso–, la tesis planteada en la demanda civil contra varias firmas de factoring pierde fuerza, pues demuestra que efectivamente es la forestal las que les debe plata y no al revés, echando por tierra que deben pagarle miles de millones en perjuicios.

Hay otros antecedentes. Varios factorings, tras conocer que se les habían entregado facturas fraudulentas, iniciaron acciones penales contra ex ejecutivos de la compañía hace un par de meses. Las esquirlas podrían llegar a sus controladores. Pese a que todas las empresas de factoraje no habían querido iniciar acciones civiles, dos nuevas se sumaron a la arista penal. Cumplo, de Nicolás Shea, y Contémpora, firma ligada a los controladores de Copeval, la familia Martino.

Además, la pelea sigue añadiendo rostros de peso. A los ya conocidos abogados –e incluso a la asesoría de Imaginacción, la firma de lobby de Enrique Correa que ha figurado como representante de IF en reuniones oficiales ante las autoridades–, se unió otro connotado estudio. Se trata de Etcheverry, bufete que representa los intereses de Penta Financiero.

La apuesta de los acreedores, que no tienen ninguna sintonía con cooperar en el salvataje de la firma, es que el tribunal ordene fecha para votar la posible quiebra, es decir, aprobar o rechazar el convenio judicial propuesto por los abogados de IF y la fórmula de pagos. Pero, como se lee en el ambiente, los factorings no estarían por apoyar esto.

¿Y con qué pagamos?

Varios acreedores han esperado un gesto de los controladores de IF, Equitas, que se encuentra en plena promoción de su tercer fondo; sin embargo, de parte de ellos no ha llegado nada. Por ende, las preguntas apuntan, ante a una eventual quiebra, a qué bienes y activos tiene la maderera de Concepción para pagarles a sus acreedores.

En papel la empresa declaró, dentro de sus mayores acreencias, deudas por cobrar. La cuenta más abultada es la de Forestal Los Acacios, precisamente el centro de la discordia. Los Acacios era el principal subcontratista y proveedor de madera de IF, firma a la que los factorings compraron las facturas de la forestal. IF reconoce que Los Acacios le adeudaría $ 1.560 millones. Tras ello, su segunda mayor acreencia son cuentas por cobrar a empresas relacionadas. Forestal Tres Robles y Web Timber aportan otros $ 1.900 millones.

En bienes raíces, la compañía declara $ 692 millones; en bienes muebles, $ 409 millones; y en caja, nada más que $ 144 mil pesos. En total, la firma declaró activos por $ 5.838 millones, pero más del 50% de ese total corresponde a la deuda de Los Acacios y empresas relacionadas.

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