Los productos del mar son altamente nutritivos, por ello se hace imperativo que se promueva su consumo en un país que posee altos niveles de obesidad. Sin embargo, es necesario garantizar la inocuidad de los pescados y mariscos, implementando medidas como la trazabilidad, para que todos los chilenos tengamos la seguridad de estar accediendo a un producto sano y limpio, que supere todos los estándares de calidad, al igual que aquellos que se exportan.
La denuncia realizada por un reportaje televisivo que reveló la gran cantidad de pescado ilegal que se interna en el Terminal Pesquero Metropolitano, el principal punto de comercialización de productos pesqueros del país, enciende una alarma sobre un tema que ha sido obviado en la temática pesquera de nuestro país.
Actualmente, la pesca ilegal funciona como una cadena donde el eslabón más débil, los pescadores artesanales, poco ganan. Los que se llevan por lejos la mayor parte de las ganancias son los intermediarios, es decir, aquellos que transportan el pescado desde las caletas hacia los centros de distribución, como es el Terminal Pesquero Metropolitano. Lamentablemente, nuestra legislación no contempla sanciones para ellos.
La pesca ilegal, han reconocido las autoridades, está mermando pesquerías de forma irreversible, impidiendo una recuperación a largo plazo de especies emblemáticas como la merluza común. Pero este ilícito esconde un problema aún más preocupante: nuestra salud. Los intermediarios que transportan el pescado ilegal difícilmente se preocupan de mantener la cadena de frío, un requisito esencial en la inocuidad de cualquier alimento de origen animal. Tal como se vio en el reportaje de Mega, los camiones que realizan el transporte no tienen las condiciones mínimas de higiene, dejando que los productos se descompongan con el consiguiente peligro para quien finalmente los consuma.
¿Cómo solucionar en parte las problemáticas que evidencia la pesca ilegal? En Oceana hemos impulsado la implementación de un programa nacional de trazabilidad para los productos pesqueros, el cual busca transparentar el origen de las mercancías desde que se capturan del mar hasta que llegan a la mesa. Este sistema ya existe para la producción bovina y también para los pescados y mariscos que se exportan a mercados más exigentes como Japón, Europa o Estados Unidos. Lamentablemente, de lo que se comercializa en Chile no existe control del origen de los productos, tampoco se sabe cuánto tiempo pasa desde que se capturan hasta que se ponen en venta, y ni hablar de una fecha de vencimiento.
En Chile existe la tecnología para implementar la trazabilidad. Desde hace años que dejó de ser una preocupación, por ejemplo, el riesgo de intoxicaciones masivas por consumo de carne o huevos en mal estado, por lo que a estas alturas resulta inaceptable que aún no exista un sistema de trazabilidad obligatorio para los productos del mar. Es tarea de las autoridades poner en marcha este sistema, sobre todo a nivel de pescadores artesanales, pequeños comerciantes y distribuidores de productos pesqueros, y ayudarlos a implementar este sistema.
En este sentido cobra relevancia el proyecto de ley que moderniza el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), el cual busca dotar de recursos al servicio, lo que permitiría, entre otras cosas, mejorar los programas de trazabilidad. Luego de más de dos años en carpeta, recientemente la Comisión de Pesca del Senado aprobó el proyecto y ahora pasará a las comisiones de Constitución y Hacienda.
Los productos del mar son altamente nutritivos, por ello se hace imperativo que se promueva su consumo en un país que posee altos niveles de obesidad. Sin embargo, es necesario garantizar la inocuidad de los pescados y mariscos, implementando medidas como la trazabilidad, para que todos los chilenos tengamos la seguridad de estar accediendo a un producto sano y limpio, que supere todos los estándares de calidad, al igual que aquellos que se exportan y al que tienen acceso los países que hoy en confían en nuestros productos para abastecerse de pescados y mariscos.
Liesbeth van der Meer
Directora Ejecutiva de Oceana Chile
