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Penta y Piñera, las dos pesadillas que tienen al hombre que lidera el proyecto Dominga sin dormir “Este es un duro golpe, pero el de Penta fue el más fuerte”

Penta y Piñera, las dos pesadillas que tienen al hombre que lidera el proyecto Dominga sin dormir

En dos semanas Iván Garrido, presidente ejecutivo de Andes Iron, la minera de las familias Délano y Garcés, sabrá si el proyecto en que han invertido más de US$ 200 millones –y en el que planean invertir US$ 2.500 millones– tiene la aprobación de impacto ambiental. Ya hace un par de años dicho proyecto vivió un complejo escenario, luego de que se descubrieran los pagos realizados por el grupo Penta al ex subsecretario de Minería de Piñera, Pablo Wagner. A ello ahora hay que sumar el reportaje de ayer que reveló que el ex Mandatario tenía participación en Dominga cuando intervino para frenar el proyecto termoeléctrico Barrancones en la misma región y que, por lo tanto, la decisión podría haber beneficiado a la minera. Garrido lo descarta tajantemente. Señala que Piñera se salió mucho antes de que el proyecto agarrara vuelo. “Todos triplicaron su plata. Ahora, Piñera no sabía del negocio minero. No sabía de sus etapas, fue inversionista de pasada, y ganó”. Afirma que botar Barrancones significó una pérdida de valor para tal iniciativa, no un beneficio. Acá relata cómo entró y salió el ex Jefe de Estado del proyecto y el rol de LarrainVial.


Con un costo de más de 100 millones de dólares para la familia Délano (controla el 75%)  y Garcés (14%) y un futuro prominente; con capacidad de extracción de 2.000 millones de toneladas de recursos mineros, entre los que figura el concentrado de hierro, cobre y oro, el proyecto minero Dominga es uno de los pocos brotes verdes que se ven en la industria en materia de inversión.

Pero  Dominga nuevamente se ha visto empañada por un escándalo de proporciones, que dejó al presidente ejecutivo de Andes Iron SPA, Iván Garrido, con un sabor amargo, luego que el grupo controlador que representa se ubicara nuevamente en el centro de la polémica.

Un reportaje de Radio Bío Bío señaló a Sebastián Piñera y su familia como parte del grupo de accionistas del proyecto minero cuando aquel era Presidente de Chile y sugiere que en 2010 el entonces Mandatario bajó el proyecto de Barrancones para beneficiar a Dominga, donde tenía intereses.

Ayer tarde Piñera negó de manera contundente haber influido y acusó a la Nueva Mayoría de campaña «canallesca».

Ya hace un par de años el proyecto vivió un complejo escenario, después que se descubrieran los pagos realizados por el grupo Penta a quien fuera subsecretario de Minería de Piñera, Pablo Wagner.

El nuevo escándalo se desata justo en el momento en que el proyecto está a punto de conocer la aprobación o rechazo de su estudio de impacto ambiental, que comenzó hace más de tres años, y por el cual ha desembolsado sobre los 240 millones de dólares. La inversión total será de de US$ 2.500 millones y ocurriría en momentos en que la inversión lleva tres años en picada. El plazo se cumple este 14 de marzo.

“Este, por lo tanto, era el momento para tergiversar la realidad, para presentarlo como un proyecto corrupto”, precisa Garrido, padre del proyecto minero, que está situado en la localidad de La Higuera.

-¿Por qué nunca se dio a conocer que Piñera tenía hasta 2010 participación en Minera Dominga?
-Porque ni Sebastián Piñera ni la familia, a través de sus instrumentos de inversión, han sido inversionistas en Andes Iron SPA, el que yo dirijo hoy día.

-¿Usted está descartando entonces la participación de Minera Activa Uno Spa y del fondo de inversión privado Mediterráneo en el proyecto minero?
-En el fondo, hay un antes y después. Con modelos de negocios completamente distintos. Al que hace referencia el reportaje de la Radio Bío Bío trata sobre una inversión liderada por la corredora LarrainVial, integrada por 31 accionistas. De ese grupo era inversionista la familia Piñera. Este vehículo de inversión privada de alto riesgo vendió su participación y ahí lo compró la familia Délano y Garcés y, así, creamos Andes Iron SPA, sociedad que ha hecho todo el trabajo de exploración avanzada y la interacción con el Estado, a través de la tramitación de permisos ambientales o concesiones marítimas. Es decir, hoy ningún instrumento de inversión de la familia de Piñera es parte de Andes Iron.

-¿Pero por qué se vincula entonces el fondo de inversión Mediterráneo de la familia Piñera con el proyecto?
-El por qué es evidente… Hay un candidato a la Presidencia. Pero el dato duro que no muestran es que el fondo de inversión de la familia Piñera tenía inversiones en el fondo de LarrainVial.

-El fondo de LarrainVial tenía el control de 33%.
-Es verdad que quien más tiene acciones de una compañía, la controla. Si bien ahora soy gerente de Andes Iron, yo era parte de la administradora de ese fondo y, además, el gerente general. Nosotros definimos que una de las condiciones para invertir era que ellos tenían que ser pasivos. Es decir, había dos series de acciones. La “A” elegía solo a tres directores, donde ellos ahí tenían el 33%, dentro de 31 accionistas. Nosotros, por otro lado, Minería Activa, teníamos otros tres accionistas y proponíamos al gerente general. El modelo de negocio era de exploración temprana de alto riesgo, que tenía una cartera de 10 o 15 proyectos y uno de ellos era Dominga.

-Independientemente del vehículo de inversión, ya sea fondo LarrainVial o Andes Iron, ¿por qué nunca se supo que Piñera estuvo metido en esto?
-A nosotros no nos corresponde, porque Andes Iron le compró al fondo LarrainVial, donde la familia Piñera era accionista. Ese es un asunto de conflicto de interés de un Jefe de Estado y nosotros no nos vamos a referir a eso. Pero como proyecto minero nunca fuimos socios de Piñera en Andes Iron, quien controla el proyecto Dominga. No nos corresponde hablar de quién era el dueño anterior, porque tendríamos que hablar de los 31 accionistas.

-Usted es el padre del proyecto minero. En ese marco, ¿en 2010 estaba al tanto de que el entonces Presidente Sebastián Piñera era parte de los accionistas de Minera Dominga?
-Estaba la familia, a través del fondo Mediterráneo. Lo que yo sé es que conozco a Nicolás Noguera y a ese fondo, y con ellos interactuaba. Así como lo hacía con los otros accionistas privados.

-¿En ese tiempo habló con Noguera de la situación de la termoeléctrica de Barrancones para impulsar el proyecto de Minera Dominga?
-Fue al revés. Hubo una resolución de calificación ambiental aprobada por la institucionalidad medioambiental del país y lo que hizo el Presidente fue destruir la institucionalidad medioambiental. En nuestra opinión, eso afecta de manera profunda la democracia y las instituciones, así como el crecimiento de un país. Fue completamente contrario a mi gusto, lo encontrábamos arbitrario y destruye valor. En ese momento no sabíamos el valor económico que tendría el proyecto de Minera Dominga. En ese contexto, botar Barrancones nos representaba destruir el valor de Minera Dominga, que estaba en el mismo territorio.

-Bío Bío desliza que Piñera habría bloqueado el proyecto Barrancones para darle el espacio a la Minera Dominga y, así, no tuviera problemas de que le aprobasen los permisos ambientales.
-Eso es hablar desde la ignorancia. Desde el punto (de vista) de la exploración temprana minera, que es lo que conozco, eso destruye valor. Si cualquier accionista hubiera querido hacer una acción, para hacerse una buena pasada, era cosa de aprobar una termoeléctrica y no pringar una zona donde sería muy difícil conseguir un permiso como el proyecto Dominga, cuyo mineral estaba ahí. La tesis de Radio Bío Bío es contraintuitiva, desde el punto (de vista) del negocio.

La historia del cuestionado fondo de inversión

Garrido, de profesión geólogo, toda su vida trabajó en el área minera, hasta que en un momento apostó –junto al ingeniero en minas, Andrés Susaeta, y el abogado minero Juan Paulo Bambach– por entrar al negocio temprano de la minería. “En Chile, se encontraban los yacimientos, pero se vendía todo afuera, como por ejemplo el Far West en Santo Domingo. Una empresa listada en Canadá se lo vendió a los coreanos en 720 millones de dólares. Aquí nadie supo. Nuestra propuesta era traer este negocio, pero tenía que ser regulado”, detalla Garrido.

Recuerda que el primer acercamiento con la familia Piñera se dio en el momento en que estos profesionales estaban abriendo una empresa listada en Australia –capitales de alto riesgo fuertemente regulados–, cuando llegaron José Antonio Jiménez y Andrés Trivelli, de LarrainVial, con un modelo de negocio que captaba la experiencia de profesionales chilenos exitosos para hacer proyectos de inversión. “Así, a fines de 2008, nos ofrecieron sus accesos y redes para levantar dinero y nosotros nos preocuparíamos del negocio minero”, cuenta.

-Nosotros, los tres profesionales, nos fuimos 50 y 50% con LarrainVial, y éramos los administradores. Así, la corredora levantó 31 personas o grupos de inversionistas, donde dentro de eso estaba el fondo de inversión Mediterráneo.

-¿El 2010 vendieron ese fondo?
-No lo vendimos todo, ese fondo existe hoy día. Nosotros supimos que la empresa que nosotros habíamos vendido con esta empresa inglesa que lideraba antes, con socios australianos, listada en la Bolsa de Londres a Tamaya Cooper Group, va a quebrar. Por lo tanto, tuvimos que levantar capital para comprar ese portafolio que entraría en quiebra y en el que estaba Dominga. Nosotros conocíamos el activo porque lo habíamos generado con este vehículo de inversión inglés. Nosotros queríamos comprarles directamente, a menos de 5 millones de dólares, y quien estaba mirando al otro lado esos activos era CAP.

Así que le pedimos a LarrainVial levantar el monto de inversión para que entráramos a jugar el partido o se lo iba a llevar otro.

Así nosotros negociamos con estos australianos y lo compramos, y le ganamos a la CAP.

Nosotros tenemos un sondaje muy bueno en Dominga, que da cuenta de una muy buena ley de cobre y oro. Los australianos le metieron cuatro sondajes más, lo que dio una estimación probable del valor económico que podría tener este proyecto. Así elegimos a Filipina Grande y Dominga.

Nosotros nunca nos imaginamos que nos iría a comprar un grupo chileno. Esto era que tú ibas a levantarlo, ponerle un valor y se lo ibas a vender a una compañía extranjera, porque los chilenos no te lo iban a comprar. Estábamos en eso, trabajando duro para venderlo a una compañía minera, para que esta se hiciera cargo del estudio de impacto ambiental, cuando un grupo de chilenos nos dice que quiere competir. Se trataba de la familia Délano y Garcés, quienes entraron al negocio con un tremendo riesgo después de haber bajado Barrancones.

Esa es la historia real. Piñera ya había salido, porque el fondo entero pone a la venta el proyecto Dominga. Entonces, Délano y Garcés compra Dominga al fondo LarrainVial. La familia Délano y Garcés me piden que me haga cargo, porque no tienen expertise , pero como era socio del otro lado, discuto un modelo de negocio y les digo a ambas familias que me voy con ellos, pero que quiero una participación del capital. Ahí entro como gerente general e inversionista minoritario.

-¿En cuánto se vendió al final?
-Sobre 100 millones de dólares.

-¿En cuánto vieron incrementar sus ingresos las personas que estaban en el fondo de inversión de LarrainVial?
Todos triplicaron su plata. Ahora, Piñera no sabía del negocio minero. No sabía de sus etapas, fue inversionista de pasada, y ganó. Lo que no sabía era que si seguía podía ganar mil veces más. Así es el negocio minero. El negocio minero temprano es de millones de dólares. El negocio minero tardío, en el cual estamos, cuando ya sabes el valor económico del activo, es de miles de millones de dólares, si no pregúntale a Andrónico Luksic Abaroa, quien se hizo uno de los primeros empresarios chilenos, en términos de valor, con Pelambres.

Nosotros no sabíamos, en el momento en que vendió Piñera, que Dominga podría ser de gran minería. Creíamos que haría 200 millones de toneladas, hoy tiene 2.000 millones de toneladas (hierro y cobre). Tuvimos que invertir 180 millones de dólares en sondear para saber su capacidad. Ahora, el problema son los permisos ambientales, sin los cuales no puedes operar. El otro desafío es la estructura de financiamiento. Son negocios distintos, en que Piñera ni nadie sabía lo que iba a ser Dominga.

En el primer modelo de negocio que teníamos, era levantarlo, meterle unos 100 millones de dólares y venderlo a una empresa minera para quintuplicar la inversión. Pero nos enteramos que más, así que la familia Délano y Garcés decidieron quedarse. Pero, para ello, tiene que cambiar el concepto de compañía, ya que los dueños de la inversión no son los únicos dueños sino que también la comunidad.

Ahí está nuestra propuesta social. Además de cumplir con la normativa internacional medioambiental, no la local. Porque el inversionista lo primero que te pregunta es cómo estás con lo medioambiental y social.

-Pero la comunidad al parecer tiene sus reparos. El domingo hubo una manifestación en contra de Minera Dominga
-El 90% de la comunidad está con el proyecto Dominga, porque tenemos un proyecto marco en el que se comparte el valor de la comunidad.

-¿De dónde viene el descontento entonces?
-Es ideológico y externo. Son las ONG Océano y Chao Pescao, que es de Santiago, y Modema, la única agrupación local. Ellos están tratando de afectar por cualquier medio la institucionalidad medioambiental.

-La aparición de Piñera entre los financistas fue un duro golpe a semanas que se conozca el dictamen medioambiental
-Este es un duro golpe, pero el de Penta fue el más fuerte. En ese momento no estábamos hablando con El Mostrador sino que estábamos hablando con la Fiscalía.

-¿Cuánto han invertido en el tema medioambiental?
-Llevamos 26 millones de dólares en el estudio de impacto ambiental y llevamos 3 años y medio. Hicimos cosas innovadoras.

-¿Qué representa para la compañía estar salpicada por los escándalos de Penta y ahora Piñera?
-La compañía no solamente son los accionistas sino que es la comunidad entera. Pero además, para desarrollar estos proyectos, necesitas inversionistas que quieran participar del riesgo. En el caso de la familia Délano, a través de sus hijos, ellos han querido jugar este partido y yo se los agradezco. Pero hay que cambiar la manera de hacer compañía, si no vamos a perder.

-¿Cómo respondes tú a los que presentan la tesis de que Piñera operó para ayudar a Minera Dominga, por su interés económico, y después el socio que le compró a Piñera “coimeó” al subsecretario de Minería, Pablo Wagner, para ayudar al proyecto?
-Hay que preguntarle a la familia Piñera. Ellos nunca entendieron el negocio minero de fondo… Nunca me tocó interactuar… La hipótesis que plantea Bío Bío deja muy mal a la familia Piñera, porque, si lo hubiera hecho por negocio, perdió plata… El valor de Dominga es significativamente mayor. En el caso de Wagner, lo hemos explicado varias veces: no podemos ir por esa línea, las discusiones en el directorio eran severas sobre el modelo de hacer empresas. Cuando nosotros le compramos Dominga al fondo de LarrainVial, no hay ninguna interacción con el Estado. (Los Piñera) salen y, a los meses después, nosotros tomamos la decisión de perforar Dominga, y entramos a una declaración de impacto ambiental. Después, en septiembre de 2013, tomamos la decisión de entrar a un estudio de impacto ambiental. Para nosotros tendría más valor que el estudio de impacto ambiental fuera aprobado entre dos administraciones y que su proceso fuera lo más robusto, para que sustente una inversión de 2.500 millones de dólares. Tanto así, que recién la autoridad medioambiental dice que este estudio de impacto ambiental cumple con la evaluación en el caso de que opere.

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