Publicidad
Juan José Ossa, el litigante que impuso un nuevo sello Sernac

Juan José Ossa, el litigante que impuso un nuevo sello Sernac

Debió sortear potenciales conflictos de interés, sospechas por haber integrado la defensa de Cencosud y poseer la imagen de un hombre proveniente del corazón de la elite para quien el consumidor era un perfecto desconocido.


Tenía todo para estar en el gabinete de Sebastián Piñera desde la primera hora: militante de RN, joven, abogado exitoso, que inició su carrera en Carey, la mayor oficina del país, y llegó a formar su propio estudio, emparentado con el poder político…. Pero estaba en Londres haciendo un magister en derecho en la London School of Economics y se quedó fuera.

Fue recién con el último cambio de ministros y subsecretarios, en noviembre pasado, que se movieron las piezas y Juan Antonio Peribonio pasó a reemplazar a la nueva vocera, Cecilia Pérez, en la Intendencia de Santiago, dejando sin cabeza al Servicio Nacional del Consumidor. En el gobierno tenía amigos, partiendo por Andrés Allamand que dejaba la cartera de Defensa para lanzar su candidatura y a quien conoce desde su infancia, ya que su padre, el abogado minero Juan Luis Ossa Bulnes, impulsó su carrera política como dirigente de los estudiantes secundarios en el Partido Nacional durante la Unidad Popular. Además el embajador en Estados Unidos, Felipe Bulnes, es su primo en segundo grado por parte paterna, con quien trabajó en el estudio Bulnes, Pellegrini & Urrutia.

Su nombramiento no recibió aplausos. Figuraba como parte de la defensa de Cencosud en la demanda colectiva presentada por el Sernac, causa que llevó Felipe Bulnes y en la que Ossa tenía patrocinio y poder, pero no leyó un escrito, lo que encendió las alarmas de las organizaciones de consumidores Conadecus y Odecu. Ser hijo de la historiadora Lucía Santa Cruz, directora del Banco Santander, que enfrentaba una demanda y una querella de Conadecus por el producto Alivio Hipotecario, acrecentaba las dudas. El caso terminó en un acuerdo que debe ser aprobado por el tribunal que lleva el proceso y supone el desistimiento de la querella en contra los que resulten responsables.

Hombre proveniente del corazón de la elite, emparentado con cuatro Presidentes de la República (Manuel Bulnes, Juan Luis Sanfuentes, Francisco Antonio Pinto y Aníbal Pinto), sobrino nieto de Francisco Bulnes Sanfuentes, diputado y senador del Partido Conservador, y fundador de RN, instalado en una cómoda oficina de Isidora Goyenechea, no se le auguraba una gestión prometedora en la defensa del consumidor, el que, por cierto, le era un perfecto desconocido.

Contradiciendo los vaticinios, Ossa impuso su sello Sernac. Dueño de un estilo duro, claro y directo, ha sido un contrincante tanto o más afilado que su antecesor Juan Antonio Peribonio. Implacable con la industria financiera en los dichos y en los hechos. «La banca no tiene el respeto por la economía social de mercado que dice tener. Hay una casta de empresarios que buscan la luca corta», declaró en Tolerancia Cero comentando el día de furia de Jorge Awad, presidente de la Asociación de Bancos.

En sus seis meses en el cargo ha presentado 41 denuncias en contra de nueve bancos, siendo BancoEstado el que acumula el mayor número con 21, seguido por el Santander con seis, el Chile con cinco y el BCI con cuatro.

A dichas acciones se suman otras. Las demandas, SALE por ejemplo, en contra de las tres cadenas de farmacias, a las que el organismo exige indemnización para los clientes afectados por la colusión de precios; los requerimientos contra las multitiendas Corona, Hites y Dijon por cobros que exceden la tasa máxima convencional de interés; o la persecución del incumplimiento de contrato en el concierto de Madonna. Asimismo su participación en las mediaciones con Aguas Andina y Movistar que culminaron en el pago de $ 2.500 millones y $ 600 millones, respectivamente. SALE Por otra parte, también se incluyen sus gestiones en el caso del BBVA, demandado en agosto del año pasado por Peribonio por alza unilateral de comisiones en las cuentas corrientes, cuya admisibilidad alegó Ossa en la Corte de Apelaciones.

Su estudio de abogados lleva un caso en contra de Codelco, donde su padre es director

“Juan José está haciendo lo mismo que ha hecho en su vida profesional: litigar. Le toca demandar, actuar en juicios, alegar que es lo que hacíamos juntos en el estudio”, dice Sergio Montes, quien fuera su socio en Eyzaguirre, Burlé, Montes & Ossa estudio fundado en 2007 y al que el director del Sernac se incorporó un año más tarde, tras dejar la oficina de Felipe Bulnes, Julio Pellegrini y Enrique Urrutia.

Admite que no la tenía fácil “por la visibilidad de Peribonio, porque iba a tener que luchar contra el estigma de venir de la elite, y se acomodó muy bien”. Piensa que su principal mérito ha sido darle un sello propio al Sernac y es el de litigante.

El estudio lleva dos juicios de un mismo cliente en contra de Codelco —empresa en la que el padre de Ossa es director— y la minera Teck Quebrada Blanca. Su representado, el inventor Milton Astudillo, patentó un sistema para hacer más eficiente el proceso de lixiviación de cobre —aumenta la obtención de mineral en un 4,6%— que él aplicó como contratista en las dos mineras hasta que dejaron de contar con sus servicios.  Supo que ambas aplicaban su invento y decidió demandarlas por separado.

Ossa tomó la causa en contra de Quebrada Blanca, a la que se le exige una indemnización de US$ 160 millones, pues la de Codelco, condenada a pagar US$ 14,7 millones en primera instancia, se inició cuando estudiaba en Londres. “Es David contra Goliat. Los juicios en que nos metemos son grandes, pero siempre nos ha tocado representar a la parte más chica”, afirma Montes, quien trabajó con Ossa en Carey y Cía, al igual que Alejandro Eyzaguirre y Andrés Burlé, los otros dos socios de la oficina.

Coincidentemente, Codelco tiene como abogado a Pedro Pablo Gutiérrez, de Gutiérrez, Waugh, Jimeno & Asenjo, el mismo que defendió a Cencosud y ganó en la Corte de Apelaciones, pero perdió en la Suprema.

Siguiendo la tradición familiar, Ossa milita en RN desde hace un año y medio —su padre pertenece al partido, su madre simpatiza y es consejera de Libertad y Desarrollo—, aunque partió siendo miembro de Independientes en Red, el movimiento liderado por Cristina Bitar, y luego de Horizontal, plataforma creada por Juan Carlos Jobet y Hernán Larraín Matte.

Políticamente, es una carta de recambio para la derecha y RN, y su paso por el gobierno le abre nuevos horizontes a este abogado de 32 años al que dicen le gusta más el Poder Ejecutivo que el Legislativo o los municipios.

En los pasillos de la Escuela Derecho de la Universidad Católica, de la que egresó en 2002, lo recuerdan como un alumno de pelo largo, activa vida social, que destacaba en Derecho Civil. Fue ayudante y, más tarde, profesor del ramo hasta que, a fines del año pasado, dejó las clases. También, como un amante de la guitarra eléctrica que tocaba a Bob Dylan, los Beatles y los Rolling Stones, y un aguerrido defensa central en una liga de fútbol llamada Taller, porque los amigos se reunían en el taller de un estudiante de arquitectura.

Aspectos que no revelan al Ossa que se ve en televisión repitiendo que “las empresas que cumplan con la Ley del Consumidor no va a tener problemas”, sin mostrar una sonrisa, hablando golpeado y con la claridad propia de un profesor.

Y a quien el presidente de Conadecus, Hernán Calderón, criticó duramente cuando asumió por sus vínculos con Cencosud. “En una conversación personal me dijo que venía a comprometerse en la defensa de los consumidores y que lo iba a demostrar. Creo que lo ha cumplido”.

Algo similar ocurrió con Stefan Larenas, presidente de Odecu, quien explica que sus reparos fueron “porque el Sernac de Peribonio dijo que ningún estacionamiento debía ser pagado, le quitaron el piso, quedó en nada, llegó Ossa y dijo que sí había que pagar”. Cree que en estos seis meses ha hecho una labor «indiscutiblemente importante», en especial, por la demanda de indemnización en contra de las farmacias.

Publicidad

Tendencias