Gastronomía
Hace tan solo unas décadas, nadie daba un peso por el Carignan. Esta variedad sobrevivía a duras penas en el patio trasero de la vitivinicultura chilena, abandonado a su suerte. Normalmente concentraba sus esfuerzos solo en la exportación, desconociendo la historia fundacional del vino en Chile. Pero su evolución en la industria ha dado frutos, siendo reconocido por prestigiosos críticos del mundo.
A pesar que llegó a Chile desde el sur de Francia, el Carignan es una cepa originalmente española. Frecuentemente era usada para oscurecer el color de los vinos de ensamblaje y mejorar la acidez, pero con el tiempo se ha empezado a desarrollar vinos solo de esta cepa con resultados extraordinarios y reconocidos internacionalmente.
El Carignan como variedad se caracteriza por su alta acidez, altos taninos y color profundo. En la actualidad, no solo se ha convertido en una estrella mediática, sino además es uno de los vinos chilenos más apreciados por los críticos del mundo.
Según el Catastro Vitícola Nacional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), solo existen 858 hectáreas, de las cuales un poco más de 700 se encuentran en el Valle del Maule, en contraste con las más de 40 mil de Cabernet Sauvignon.
Hoy, el precio de sus uvas se ha multiplicado por 10 en la última década, cruzando la barrera de US$1 por kilo.
El Carignan se plantó sistemáticamente en el Maule después del devastador terremoto de 1939. Hoy esta variedad tiene mucho qué contar. El 2001 Odfjell embotelló su primer Carignan y en el 2006, la Viña adquirió un campo de 60 hectáreas en el sector de Tres Esquinas, con el objetivo de preservar el patrimonio vitícola de parras antiguas. De ahí en adelante, se sumaron nuevas bodegas logrando el rescate de esta cepa patrimonial.
El 2011 nació Vigno, viñadores por el Carignan, una asociación que busca rescatar el patrimonio de parras antiguas del secano interior del Maule, consiguiendo preservar una tradición vitivinícola que supera ya los cuatro siglos.
Su objetivo es continuar produciendo vinos con historia, tradición vitivinícola del secano con carácter y de la clase mundial, de la mano de 16 apasionados viñadores.
Las viñas asociadas a Vigno son Alcance (Jackson Family Wines), Bodegas RE (Ex Viña Roja o Santa Elena), Bouchon, Carter Mollenhauer (desde en enero de 2020), Casas Patronales (desde diciembre de 2019), De Martino, Emiliana, Garage Wine Co, Gillmore, Lapostolle, Miguel Torres, Morande, Odfjell, P. S. García, Undurraga y Valdivieso.
“Para pertenecer a Vigno, los vinos deben tener al menos un 85% de Carignan y el total de la mezcla debe provenir de parras maulinas con un mínimo de 30 años de edad, plantadas en cabeza y en condición de secano”, asegura Julio Bouchon, presidente de la entidad.
«Con los años, se ha logrado ir mostrando al mundo, la riqueza enológica maulina, el rescate de sus viñedos antiguos, siempre fiel a una filosofía de manejo sustentable y exigentes normas de producción, reinventando una tradición que parecía condenada a desaparecer”, explica.
VIigno aumenta su volumen de producción año a año, a partir del crecimiento que cada viña asociada ha generado en forma individual en el transcurso de estos 10 años y la incorporación de nuevas viñas a la asociación.
Así, el resultado de su trabajo, en forma y fondo, es aplaudido internacionalmente. Hoy en pleno 2021 y con una pandemia de por medio, la mayoría de los vinos Vigno obtuvieron los puntajes más altos entre más de 1.000 vinos que cató Luis Gutierrez, crítico internacional del equipo de Robert Parker, uno de los críticos más influyentes del mundo.
Fueron 17 vinos , los que obtuvieron más de 90 puntos, llegando incluso uno alcanzar los 99 puntos, teniendo en consideración que 100 puntos de calificaciones máxima, lo que significa vinos de excelencia en el competitivo mercado global. Un gran
crecimiento para la industria del vino y para todos los viñadores del secano Maulino.
Dentro de los puntajes destacados, Viña Garage obtuvo importantes 99 puntos (2018) y 98 puntos con cosecha de 2019.
Los puntos entregados para Vigno este 2021 y que coinciden con la celebración de los 10 años de historia en el mundo del vino:
Viña Garage 2018. 99 puntos
Viña Garage 2019. 98 puntos
Viña Lapostolle 2018. 97 puntos
Viña De Martino 2019. 97 puntos
Viña PS García 2016. 95+ puntos
Viña Lapostolle 2019. 95 puntos
Viña Undurraga 2019. 95 puntos
Viña Morande 2018. 95 puntos
Viña Bouchon 2019. 94 puntos
Viña Bouchon 2018. 94 puntos
Viña Emiliana 2019. 94 puntos
Viña Carter Mollenhauer 2019. 93 puntos
Viña Gillmore 2018. 93 puntos
Viña Miguel Torres 2017. 93 puntos
Viña Valdivieso 2018. 92 puntos
Viña Carter Mollenhauer 2018. 91 puntos
Viña Casas Patronales 2018. 90 puntos
