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Las enfermedades sexuales que azotan a Tailandia, el mayor destino turístico del Sudeste Asiático Viajes

Las enfermedades sexuales que azotan a Tailandia, el mayor destino turístico del Sudeste Asiático

Se estima que el negocio de la prostitución acumula US$6,4 mil millones de ingresos anuales. La problemática del turismo sexual ha afectado considerablemente a una población que tiene 440 mil personas contagiadas con VIH.


El 2017 Tailandia recibió a más de 35 millones de visitantes, consolidándose como el primer destino turístico del Sudeste Asiático. Y así como las cifras de turistas se elevan, también lo hacen las tasas de enfermedades e infecciones de transmisión sexual (ETS e ITS, respectivamente), principalmente VIH, gonorrea y clamidia. Este tipo de enfermedades e infecciones se han propagado sosteniblemente debido al turismo sexual, el poco uso de preservativos y tratamientos erráticos de la enfermedad.

Turismo sexual

A pesar de que la prostitución en Tailandia es ilegal desde 1960, en 2015 se estimó que el negocio acumula US$6,4 mil millones de ingresos anualmente.

El comercio sexual en Tailandia es de conocimiento internacional. “No somos un destino sexual. Si quieren sexo, vayan a Tailandia”, dijo en una ocasión el ministro de Turismo de Gambia, Hamat Bah. Días después, el gobierno del país africano pidió disculpas a Tailandia.

El principal germen de la propagación de ETS e ITS es el nulo uso de preservativos. Varias tailandesas trabajadoras sexuales han acusado que sus clientes optan por no usar condón. Según cifras del 2017, en ese año habían 440 mil personas de la población contagiadas con VIH.

El gobierno tailandés ha impulsado una campaña enfocada en potenciar la cultura, la gastronomía y paisajes turísticos para descender los números del turismo sexual.

Gonorrea y clamidia

El VIH/sida, gonorrea y clamidia lideran las enfermedades e infecciones de transmisión sexual en Tailandia, sobre todo las dos últimas. Los elevados costos de la atención médica en ese país ha producido que parte de la población recurra a la automedicación.

“Si no le pegas a la enfermedad con el antibiótico adecuado, no la vas a erradicar”, señala el ginecólogo y director médico del Centro de Estudios Reproductivos (CER), David Vantman.

En el caso chileno, la gonorrea ha tenido un crecimiento exponencial. En el 2018, el número de infectados creció un 13% respecto al año precedente, según el Minsal. Una de las características de la enfermedad es que es altamente contagiosa.

Vantman indica algunos de los síntomas de la gonorrea. “En el hombre es técnicamente llamativa. Hay secreción espesa a través del pene, entonces el hombre se da cuenta rápido que algo anda raro. En el caso de la mujer se nota poco. Puede notar un flujo vaginal distinto”, señala.

Entre las consecuencias de la gonorrea en el organismo se encuentran lesiones tubarias en la mujer y en el hombre se pueden producir infecciones crónicas de la zona. “Hay que usar preservativo si o si”, menciona el director médico del CER.

Sobre la situación de la clamidia en Chile “no hay muchos datos, lo que si se sabe es que hay más casos”, explica Vantman. El médico explica que la clamidia es prácticamente asintomática en los hombres, mientras que en las mujeres se expresa por medio de secreciones, similar al caso de la gonorrea.

Las consecuencias de la infección se dan en la mujer; el hombre es solo portador. La mujer sufre una importante lesión de las trompas, según Vantman.

El tratamiento común entre la gonorrea y la clamidia es la ingesta de antibióticos que se diferencian entre sí. Un tratamiento que, automedicado, no erradica la enfermedad, sino que la expande, como sucede en Tailandia.

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