Viajes
Actualmente existen distintos tipos de hoteles para satisfacer las exigencias y particularidades de sus huéspedes. Ahora incluso hay uno que destaca por su extremada limpieza y desinfección.
Hospedarse en un hotel de alta tecnología hoy puede llevar a ver los titulares del día en un espejo de cuerpo entero o tener un entrenador personal a pedido cuando se enciende el televisor.
Por otro lado, si se aloja en el recién inaugurado Hotel Ottilia en Copenhague, es posible tener una habitación que se desinfecte por completo cada mañana sin que el personal de limpieza levante un solo dedo.
El hotel se ha asociado con la empresa danesa ACT.Global para utilizar su tecnología patentada ACT CleanCoat, que es transparente, inodora y se activa con luz solar.
El ingrediente principal, el dióxido de titanio, también se encuentra en la protección solar. En pruebas de organizaciones de investigación nacionales, como The National Research Center for Work Environment de Dinamarca, se ha demostrado que el aerosol antibacterial descompone los microbios que van desde la influenza y la salmonela hasta las esporas de moho y los alérgenos. Cubre una habitación con aislamiento invisible y puede purificar el aire hasta por un año, eliminando contaminantes como el humo del cigarrillo u otros olores.
«Hemos estado probando este sistema durante dos años», señala Karim Nielsen, director ejecutivo de Brockner Hotels, la empresa matriz de Ottilia. Compara la tecnología de revestimiento invisible con el teflón y lo probó por primera vez en el cercano Hotel Herman K. Ahora, los dos hoteles son los primeros en usarlo para limpiarse por sí solos.
«Lo que realmente nos vendió fue que haría la vida mucho más fácil para nuestro personal», dice Nielsen. Los encargados de limpieza no tienen que aplicar detergentes y limpiadores químicos ni respirar sus humos. Pueden aspirar, limpiar en seco las sábanas y limpiar las superficies, y CleanCoat se encarga del resto. Los huéspedes también se benefician: sus habitaciones se limpian más rápido sin usar productos químicos que pueden causar reacciones alérgicas.
Nielsen estima que cubrir cada habitación con CleanCoat tiene un costo de US$2.500 (sobre 1 millón 600 mil pesos). «La tecnología es cara», señala, «pero hemos reducido la carga de trabajo en un 50 por ciento. Le da a nuestro personal un día mucho más fácil y reduce nuestro consumo de agua».
Un beneficio adicional, dice, es reducir los costos de mantenimiento. “Como ya no usamos productos químicos para limpiar, nunca derramamos [lejía] sobre las alfombras”, dice.
El hotel de 155 habitaciones, que ocupa dos antiguos edificios de almacenamiento de la fábrica original de la cerveza Carlsberg, ilustra la nueva competencia feroz entre los hoteleros de la ciudad.
Las llamativas ventanas redondas de Ottilia, con rincones de lectura incorporados, evocan el ladrillo original y la forma de las botellas de cerveza, y la ubicación en la ciudad de Carlsberg ubica a los viajeros en uno de los barrios nuevos más dinámicos de Copenhague.
«El panorama hotelero de Copenhague era muy aburrida hasta hace unos cinco años», dice Nielsen. “Las grandes cadenas como Scandic y Hilton siempre han tomado las grandes propiedades cuando están a la venta, por lo que el mercado se ha vuelto impulsado por gemas ocultas. Deja la innovación a las propiedades más pequeñas”, explica.
