Federico Sánchez: “Nunca he conocido una experiencia más completa que manejar un Porsche”

Federico Sánchez es conocido por ser arquitecto. O por su look particular, con un estilo e impronta únicos. Pero además tiene otra pasión: los autos.

Hace unos días, Sánchez viajó a Canadá a una experiencia única: el Porsche Ice Experience. «Fue ponernos en contacto con una serie de modelos de la marca ligado a la familia 911. Guiados por tutores experimentados, uno lo que hacía era aprender a manejar en condiciones absolutamente imposibles», recuerda.

Manejar un 911 puede ser difícil por su potencia dada por los caballos de fuerza, por contar con tracción trasera y porque el motor está en el eje trasero, entre otras características. Pero el mayor desafío era manejar sobre nieve.

«Lo maravilloso es que después de un rato uno entiende el valor de aprender a manejar. Y digo esto porque nosotros vemos en Santiago que llueve y la ciudad entra en crisis, pero en Canadá la dueña de casa va a dejar a sus hijos al colegio con 2 metro y medio de nieve y hay un porcentaje de accidentabilidad bajísimo», reflexiona.

¿Cómo llegaste a concretar este viaje a Canadá?

Yo trabajo con Porsche Center Santiago continuamente y soy embajador de la marca en Chile y esta es una experiencia que están llevando adelante para sus clientes. En esta oportunidad invitaron a periodistas especializados de toda Latinoamérica y a mí, en calidad de embajador y también de alguna manera como encargado de hacer difusión de contenidos de la marca.

Y de lo que se trata es bien entretenido, porque fundamentalmente es vivir la experiencia de conducción sobre nieve. Esto se hace en Canadá a uno 50 – 60 kms de Montreal, en un lugar especializado donde hay un lago congelado y se hace un trazado de las pistas. Hay instructores y un ambiente muy festivo, pero también de aprendizaje. A mí me pareció increíble no sólo por la oportunidad de estar en Montreal si no por manejar en nieve, porque a mí me alucinan los autos.

¿Cuál es la diferencia entre Porsche y sus pares hoy? ¿Dónde está el valor agregado de la marca?

Yo creo que las marcas son fundamentalmente la construcción de un relato. Y por supuesto esas construcciones no pueden prescindir de elementos tecnológicos, de diseño y mecánica. Pero básicamente se instalan como un todo y ese todo es lo que yo llamo relato. Porsche ha hecho un esfuerzo del día cero por construir un relato con personalidad propia. Es un auto que, tal vez el único auto, que ha sido capaz de mantener una suerte de ADN inalterable, en donde Ferdinand Porsche empezó a transmitir este legado por de pronto a su familia. Es insólito que hoy en día aún mantenga una condición familiar y que a partir de ese desarrollo que hizo Ferdinand, sus hijos y sus nietos han seguido adelante manteniendo el espíritu de la marca que no es otra cosa que la belleza y el performance.

Porsche tiene un sello de diseño importante…

Sobre todo un diseño entendido en el más amplio sentido de la palabra, no solo en cuanto formas si no en que el auto entero es especial: la disposición del motor es especial, la configuración y el diseño del motor es especial, la configuración formal aerodinámica del auto es especial. Y eso significa que tener una experiencia única arriba de ese auto. Yo por lo menos que soy muy fanático de los autos, que he manejado muchos autos y que he tenido la suerte de correr en autos, nunca he experimentado algo más completo que manejar un Porsche. Y no lo estoy diciendo porque soy embajador, porque es al revés, yo busqué se embajador de la marca por la admiración que le tengo a ese relato, o sea el auto es especial, su historia es especial, su vínculo con el mundo del motorsport es especial.

Eran de alguna manera los David del mundo del automovilismo. Al principio ellos competían contra superautos, con motores gigantes, con presupuestos impactantes y ellos llegaban con un auto que pesaba 600 kg con un motor 1800 cc de cuatro cilindros opuesto y les ganaban. Esta es la historia de una marca que se ha tenido que sobreponer a una serie de procesos complejísimos. Durante la década del 80 pasó por problemas importantes y no solo no desapareció sino que salió fortalecida de ese proceso y hoy día la marca goza de una salud extraordinaria y los resultados están a la vista: en Chile hay un récord en la venta de autos y eso indica que las cosas se han seguido haciendo bien, en la línea y el espíritu de su fundador.

Porsche compite desde hace unos años en Le Mans con un LPM1 híbrido. Ahora la industria global va hacia los autos que vayan hacia la electromovilidad o híbridos, dejando los motores diesel. ¿Cómo está enfrentando la marca este desafío y cuál es el futuro que se vislumbra en la industria automotriz?

Porsche ya lo está enfrentando, ya es un hecho. Efectivamente la marca ya tiene modelos híbridos y modelos plugin que a mí me ha tocado probar. De hecho antes de esta experiencia estuve en Miami manejando justamente un Panamera híbrido plugin que era fenomenal, un auto que tenía una autonomía de alrededor de 100 kilómetros, 100% eléctrico y luego un uso combinado entre un motor a combustión y el uso eléctrico. Y lo interesante es que son híbridos plugin, o sea que tú lo cargas en la noche, por lo tanto para uso urbano son perfectos. Y por supuesto en la carretera donde tú puedes necesitar un mayor rendimiento la combinación es perfecta. Por lo tanta la marca ya está en eso, ya de alguna forma ha dejado ver que el futuro efectivamente es híbrido y en algunos casos es 100% eléctrico.

Ellos ya tienen desarrollado un modelo 100% eléctrico y se dice que ya a partir del próximo año todos los modelos serán híbridos.
Por lo tanto, es un camino que no tiene retorno Ahora, yo tengo mucha confianza porque es una marca que ha vivido procesos super adversos, complejísimos, y esto también es parte de la historia de Porsche y de salir adelante, a mí no me cabe ninguna duda.

Claro, los que somos un poco más petrolhead vamos a echar de menos un par de elementos del mundo de la combustión fósil, pero creo que nos vamos a adaptar rápidamente y además la experiencia de conducción va a terminar siendo incluso mejor porque va a ser una conducción sin cargo conciencia.