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Médico de la CNI y hermano de político Harry Jurgensen (RN) se encuentra prófugo de la justicia: fue condenado por homicidio en dictadura

La Corte Suprema elevó, en enero del 2023, la pena contra Manfredo Jurgensen como coautor del homicidio calificado del profesor y militante del MIR, Federico Álvarez Santibáñez, asesinado mediante torturas el 21 de agosto de 1979.

El médico colaborador de la Central Nacional de Investigaciones (CNI) Manfredo Jurgensen Caesar -hermano del exdiputado y exconvencional Harry Jurgensen Caesar (RN)- se encuentra prófugo de la justicia por un homicidio cometido en dictadura.

La Corte Suprema elevó, en enero del 2023, la pena contra Jurgensen como coautor del homicidio calificado del profesor y militante del MIR, Federico Álvarez Santibáñez, asesinado mediante torturas el 21 de agosto de 1979. De este modo, el máximo tribunal lo condenó a ocho años de reclusión.

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El tribunal emitió el 20 de enero el cúmplase de la condena, que no se ha podido concretar pues el médico se encuentra prófugo de la justicia.

El abogado Francisco Bustos, del Estudio Caucoto Abogados, señaló que “las personas tienen que asumir las consecuencias de sus actos, especialmente considerando la gravedad y naturaleza de estos crímenes. Por eso esperamos que las autoridades logren dar con su paradero y con el de todos los prófugos por causas de derechos humanos”.

Para Bustos, “llama poderosamente la atención que la defensa del Sr. Jurgensen, en paralelo está buscando sustituir la pena privativa de libertad por prisión domiciliaria, aludiendo a la edad y estado de salud del sentenciado. Los hechos, sin embargo, los contradicen: que alguien sea capaz de mantenerse prófugo de la justicia por dos meses, pareciera ser signo de buena salud”, sostuvo.

Recordemos que por el caso, la Corte Suprema confirmó las penas contra los agentes de la CNI Julio  Salazar LanteryCarlos Durán Law, Jorge Andrade Gómez y Jorge Vargas Bories, a 10 años y un día de presidio, como coautores del secuestro calificado; y la del médico Luis Losada Fuenzalida, a dos años de presidio, con el beneficio de la remisión condicional de la pena, como encubridor.

El caso

Federico Álvarez fue detenido el 14 de agosto de 1976 cuando distribuía panfletos contra la dictadura. Posteriormente fue entregado a la CNI, cuyos agentes lo torturaron durante cinco días, hasta que fue llevado a una fiscalía militar, a la que ingresó en estado agónico.

Durante ese tiempo, tres médicos de la CNI -entre los que se encontraba Jurgensen- revisaron a Álvarez. En los informes, acreditaron el buen estado de salud de la víctima.

Luego fue trasladado a un recinto hospitalario, donde murió al día siguiente.

En esa época, la CNI afirmó que Álvarez fue golpeado en la cabeza por los carabineros que lo detuvieron, pero los médicos que lo atendieron certificaron que presentaba contusiones múltiples, quemaduras con cigarrillos, quemaduras eléctricas, fracturas costales y contusión pulmonar.

De acuerdo a datos emanados desde la Secretaría de DD.HH., junto con Jurgensen habrían otros cinco exagentes que se encuentran prófugos de la justicia después de ser condenados por su participación en crímenes de lesa humanidad.

Ellos son el oficial del Ejército (r) y CNI Jorge Octavio Vargas Bories, también por el asesinato del profesor Federico Álvarez; oficial de Carabineros (r) Héctor Fernando Osses Yáñez, con cuatro condenas por asesinatos en la Población San Gregorio; Víctor Álvarez Droguett (DINA) por el secuestro calificado de Marta Ugarte.

Los otros dos son Rubén Arnoldo Morales López (oficial de Carabineros (r)) por el homicidio calificado de Jorge Vásquez Matamala, y Luis Enrique Barrueto Bartning (empresario), por siete secuestros calificados perpetrados en la comuna de Santa Bárbara.