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Grupo de Análisis de Defensa y Fuerzas Armadas pide democratizar y desmilitarizar la ANEPE PAÍS Crédito: anepe.cl

Grupo de Análisis de Defensa y Fuerzas Armadas pide democratizar y desmilitarizar la ANEPE

«La Academia Nacional de Estudios Políticos Estratégicos (ANEPE) continuadora de la Academia Superior de Seguridad Nacional (1974), es una institución-servicio público de educación superior dependiente del ministerio de Defensa Nacional (Ley 20.424) y reconocida por Ley de Educación Superior (LOC 19.584). Está organizada mediante el Reglamento Orgánico de Funcionamiento (ROF), reformulado en 2019 para materializar la preeminencia militar en ella. Desde 1974 se han mantenido a oficiales de las FF.AA. como autoridades de la ANEPE a pesar de ser una institución de defensa y no militar», comienzan diciendo en una declaración firmada por los integrantes de GADFA, académicos, muchos grado de doctorado de diversas universidades y entidades públicas y privadas, de procedencia interdisciplinaria e ideológica amplia.


A propósito de algunos artículos aparecidos en la prensa por la renuncia del general (r) de la FACH como director de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE), el Grupo de Análisis de Defensa y Fuerzas Armadas (GADFA), hicieron notar la necesidad de democratizar y desmilitarizar la ANEPE en función de su pertenencia y necesidades del ministerio de Defensa y no ser una instancia militar.

«La Academia Nacional de Estudios Políticos Estratégicos (ANEPE) continuadora de la Academia Superior de Seguridad Nacional (1974), es una institución-servicio público de educación superior dependiente del ministerio de Defensa Nacional (Ley 20.424) y reconocida por Ley de Educación Superior (LOC 19.584). Está organizada mediante el Reglamento Orgánico de Funcionamiento (ROF), reformulado en 2019 para materializar la preeminencia militar en ella. Desde 1974 se han mantenido a oficiales de las FF.AA. como autoridades de la ANEPE a pesar de ser una institución de defensa y no militar», comienzan diciendo en una declaración firmada por los integrantes de GADFA, académicos, muchos grado de doctorado de diversas universidades y entidades públicas y privadas, de procedencia interdisciplinaria e ideológica amplia.

«En una acción incongruente con los estándares democráticos y de educación superior, y oculta en la Ley de Reajuste del Sector Público (Ley 21.306 del 31 de diciembre de 2020), el presidente Piñera legalizó (Artículo 37) su estructura militar: “En el caso del Director de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos, se requerirá ser un oficial en retiro de las Fuerzas Armadas que haya alcanzado el grado de Oficial General de las Fuerzas Armadas de acuerdo a lo establecido en el literal a) del artículo 36 de la ley No18.948, y con experiencia mínima de cuatro años en ejercicio de mando, jefatura o dirección». La actual dirección de la ANEPE (director, subdirectores y jefes de unidades), al igual que el cuerpo de profesores está conformado mayoritariamente por oficiales generales en retiro, más algunos civiles, con visiones configuradas a la luz de la Constitución de 1980″, añaden.

«Sus actividades de docencia, investigación y extensión están destinadas a incrementar los conocimientos en materias de defensa y de seguridad en el personal de las FF.AA., de las fuerzas de orden y seguridad pública, de la administración del Estado y del sector privado. Sin embargo y a pesar de que para ello esta academia debería haber creado el espacio institucional para una discusión estratégica original y razonada en materias de defensa fue encapsulada manteniendo visiones unilaterales de la defensa y del rol de las FF.AA. Así, por ejemplo, ampliando la doctrina de la seguridad nacional con nuevos títulos como el de seguridad ampliada, guerras híbridas y polivalencia, entre otras, se securitizan los procesos políticos y sociales en forma reñida con una efectiva democracia», explican.

«Si bien entre sus objetivos declarados se propone integrar académicos civiles en sus tareas, estos no están incluidos en su Consejo Directivo. Su cuerpo académico no muestra la apropiada diversidad profesional, disciplinaria y politológica. Esto hace que el proceso educativo de la ANEPE se acerque más a una enseñanza militar -instrucción de certezas en sus concepciones y saberes-, de rápida obsolescencia y que no de cuenta de la complejidad y la incertidumbre de la realidad actual de la defensa, a pesar del intento sumatorio de ramos y conceptos que se han hecho en las curricula de los distintos programas e instancias formativas. Se aleja así de una educación en defensa del siglo XXI sustentada en dos fundamentos teóricos básicos: como política pública democrática y capaz de gestionar esta incertidumbre», afirman.

Las propuestas

En esa línea, los integrantes de GADFA, proponen una serie de medidas para solventar lo que advierten. La primera, «la urgente modificación de la ley de la ANEPE, revisando su funciones y composición para ponerla nivel de los centros equivalentes a nivel internacional como formadora de generaciones de civiles y militares en defensa desde una perspectiva democrática, compleja, interdisciplinaria y estratégica. Especialmente, modificar el Artículo 37 de la Ley de Reajuste del Sector Público del 31/12/2020 que perpetúa a un militar en su dirección, sin especificar cualidades idóneas para ello y fortalecer la presencia civil y multidisciplinaria».

Segundo, piden «transformar su ROF para garantizar una correcta educación en defensa. El ROF actual le da una amplia misión a la FF.AA. al incorporar la indefinida noción de “seguridad” y hacer extensiva su tarea a las “fuerzas de orden y seguridad pública”, aun cuando su dependencia institucional radica en la Subsecretaría de Defensa. Esta normativa desdibuja la misión académica en materia de defensa nacional al incluir, confundiendo, temas propios del orden público lo que deberían ser materia de la Academia de Ciencias Policiales de Carabineros y de la Academia Superior de Estudios Policiales de la PDI. El ocupar a las FF.AA. en el resguardo del orden interior desnaturaliza su función y las expone a politización».

«Fomentar aprendizajes para la complejidad y el cambio permanente (p.e. Real Instituto Elcano), basados en la intersección de diferentes disciplinas de las relaciones internacionales y la defensa, de la multi y transdisciplinariedad y la pluralidad disciplinaria» y «modificar la currícula y quienes enseñan en el ámbito de la defensa. Los campos disciplinarios precisan incorporar la crítica lógica y reflexiva al mismo tiempo que la perspectiva pragmática y valórica de la diversidad democrática y los derechos humanos», añaden. Junto con lo anterior, piden establecer «una planta ANEPE de modo de dar estabilidad institucional, reducir la precariedad laboral y evitar cambios de rumbo de acuerdo al gobierno que asume».

«Superar la idea distorsionada de que la Defensa Nacional se reduce únicamente al papel que los militares cumplen en ella. La Defensa es un tema político y de todos y se trabaja de manera sistémica a través de las diversas capacidades nacionales», cierran.

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