Gran polémica se generó en redes sociales luego que usuarios comenzaran a viralizar un video en el que se ve cómo trabajadores de la Municipalidad de Santiago borran con pintura blanca un popular mural realizado en 2017 en el frontis de un edificio ubicado en las calles Rosal con Lastarria. Tras la decisión de borrar la obra, la agrupación Santiago Adicto responsabilizó al Ministerio de Cultura de haber gestionado este hecho, señalando que «si bien el mural tenia un permiso de 6 meses, una parte importante de los vecinos del edificio estaban luchando por mantenerlo. Además, este trabajo de arte urbano se transformó en un hito turístico». Desde la municipalidad, aseguraron que «no ha promovido borrar el mural», y que esto se debe a que la obra inicialmente «iba a permanecer durante 6 meses según lo acordado por la administración del edificio», por lo que el Consejo de Municipios Nacionales le pidió a la municipalidad que notificara a la productora Hecho en Casa para que procediera a la eliminación del mismo.
