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El abogado José Ignacio Escobar afirmó que, a pesar del comunicado de los Legionarios de Cristo, la familia está tranquila y satisfecha con la sentencia del Supremo Tribunal Apostólico.
La familia de la víctima del sacerdote John O’Reilly mostró su conformidad con la sentencia que el Vaticano le impuso al exreligioso irlandés por los reiterados abusos sexuales cometidos a menores mientras residía en Chile.
El Supremo Tribunal Apostólico en Roma condenó a O’Reilly a la prohibición del ejercicio público del ministerio sacerdotal por 10 años y la obligación perpetua de fijar residencia fuera de América Latina.
La familia de la víctima habló a través del abogado que los representa, José Ignacio Escobar: están tranquilos y satisfechos «con la información recibida. Se trata de una sentencia dura, viene a confirmar la veracidad de la denuncia que ellos formularon con mucho valor y con mucho coraje hace ya varios años atrás. Es un motivo para tranquilidad y para comenzar un ciclo doloroso».
Escobar también se refirió al comunicado emitido por los Legionarios de Cristo, quienes informaron la situación al público antes que a la familia de la víctima: «La verdad es que su comportamiento me parece pésimo y hoy el comunicado y la forma de darlo a conocer confirman que no están entendiendo o realmente no es sincero ni genuino su arrepentimiento respecto de este hecho, que es grave».
