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En días clave, Piñera insiste en aprobación de la reforma que se juega el eje de la derecha económica MERCADOS

En días clave, Piñera insiste en aprobación de la reforma que se juega el eje de la derecha económica

Esta reforma tributaria ha copado la agenda del Gobierno. Es uno de los pilares y promesas de campaña, pero se ha encontrado con la férrea crítica de la oposición, la que, sin embargo, se encuentra abierta al diálogo para llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes. Mientras tanto, las cifras entregadas ayer por el Banco Central fueron un bálsamo para Piñera, quien las podrá usar para reafirmar su proyecto estrella.


Las cifras entregadas ayer por el Banco Central, desde donde indicaron que Chile creció un 4 % durante el 2018, realmente fueron un bálsamo para el Gobierno. Tanta fue la alegría en Palacio que Sebastián Piñera hubiese estado conforme con el crecimiento del año pasado.

El Mandatario se mostró entusiasmado con el crecimiento, porque lo puede usar de ejemplo para insistir en el proyecto de reforma tributaria: “Estamos muy empeñados en crear las condiciones para que la iniciativa, la innovación, el emprendimiento y la inversión puedan prosperar en Chile, porque con eso vamos a lograr no solo más crecimiento, sino que más y mejores empleos, más y mejores oportunidades para las pymes y mejor calidad de vida para los chilenos y uno de los temas que esta en plena discusión es la modernización tributaria, que yo creo que es muy importante para Chile”.

Dentro del discurso que le dio a los representantes regionales de la Sofofa, Piñera señaló que el proyecto cuenta con cuatro grandes objetivos: primero, fortalecer la capacidad de crecer, invertir, innovar, emprender y avanzar y, segundo, darle un alivio tributario y burocrático a las pymes. También señaló que busca “establecer un sistema tributario más justo, de plena integración, para que paguen lo mismo de impuesto, no como hoy día, que hay mucha discriminación” y, por último, “darle al contribuyente certeza jurídica, que no esté indefenso frente a la discrecionalidad del SII”.

Esta reforma tributaria ha copado la agenda del Gobierno. Es uno de los pilares y promesas de campaña, pero se ha encontrado con la férrea crítica de la oposición, la que, sin embargo, se encuentra abierta al diálogo para llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes. De hecho, ayer el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, entregó a los diputados de la oposición un documento de cinco páginas respondiendo cada uno de los puntos que estos presentaron como condicionantes para votar la idea de legislar de la reforma tributaria.

“Estamos acogiendo la globalidad de los puntos que están planteados, es decir, estamos disponibles y compartimos la idea de progresividad en el sistema tributario y, en ese sentido, estamos disponibles para establecer compensaciones que sean progresivas; para avanzar con el tema de regiones y con un nuevo proyecto de ley de responsabilidad fiscal”, señaló el titular de la cartera en declaraciones recogidas por el diario La Tercera.

El tema de la progresividad es el principal punto de exigencia de la oposición. Larraín sentenció que el Gobierno “se compromete a presentar en la discusión en particular nuevas fuentes de ingresos fiscales y regionales de carácter progresivo, de modo de compensar totalmente la menor recaudación que se produce por integración del sistema tributario en los dos tramos más altos del impuesto global complementario, lo que equivale a un monto no inferior a US$275 millones”.

 

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