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En el octavo sábado consecutivo de protestas, el movimiento social francés nuevamente se enfrentó a la Policía.
Los llamados «chalecos amarillos”, marcharon este sábado (05.01.2019) en París y en otras ciudades de Francia para darle nueva fuerza a su bandera de lucha, que radica en el poco dinero con que cuenta la clase trabajadora durante el mes. La protesta de esta jornada ocurre un día después que el presidente galo, Emmanuel Macron, endureciera su postura frente a los manifestantes.
Agitado por los disturbios, el gobierno de Macron comenzó el nuevo año a la ofensiva, calificando a los manifestantes de agitadores que buscan derrocar al gobierno, incluso el miércoles recién pasado (02.01.2019) la Policía detuvo a una de las figuras más destacadas del movimiento, Eric Drouet, quien fue acusado de organizar una manifestación ilegal.
Durante las primeras horas de la tarde, varios miles de manifestantes marcharon pacíficamente por los Campos Elíseos. Miles más se reunieron en Burdeos en el suroeste, Rouen en el norte y Marsella en el sureste. Sin embargo, el número de manifestantes no alcanzó la masividad de las primeras semanas de protesta.
El movimiento de los «chalecos amarillos” surgió para expresar la ira sobre el impuesto al combustible que intentó impulsar el gobierno de Macron. Aumento de impuestos que afectaba a los trabajadores que viajan en automóvil, pero las demandas crecieron hasta abarcar un aspecto más amplio sobre las políticas económicas de Macron, a quien consideran que favorece a los ricos.
