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¿Hacia un nuevo Tienanmen? Opinión

¿Hacia un nuevo Tienanmen?

Además de la inédita actitud del embajador de China en Chile, reveladora ha sido la actitud del gobierno y de los embajadores chinos de dura crítica de otros gobiernos y autoridades extranjeras que han defendido los derechos humanos tan claramente conculcados por las autoridades y policía de Hong Kong. Así han actuado últimamente en relación a Reino Unido, Alemania, India, Pakistán, Sudáfrica y Suecia, entre varios otros países.


Desgraciadamente, la violencia represiva de las autoridades de Hong Kong frente a las masivas manifestaciones pro-democráticas, y las arrogantes actitudes del gobierno chino frente a las legítimas preocupaciones expresadas a lo largo del mundo -respecto de dichas violaciones de los derechos humanos- llevan a pensar que está en preparación una feroz escalada represiva.

Especialmente reveladora ha sido la actitud muy poco diplomática del gobierno y de los embajadores chinos de dura crítica de los gobiernos y autoridades extranjeras que han defendido los derechos humanos tan claramente conculcados por las autoridades y policía de Hong Kong. Así han actuado últimamente en relación a Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, India, Pakistán, Sudáfrica y Suecia, entre varios otros países. Particularmente inédita ha sido la actitud de su embajador en nuestro país, Xu Bu; quien se ha expresado en términos totalmente impropios de un diplomático hacia el diputado Jaime Bellolio, por el solo hecho de que este se reuniera con el máximo dirigente del movimiento pro-democrático de Hong Kong, Joshua Wong.

De este modo, en un artículo para “El Mercurio” (1-9-2019) titulado ya provocadoramente: “Diputado Bellolio se reunió con la persona equivocada”, el señor Bu se refirió en los peores términos a Joshua Wong (“matón social”), recordándonos el modo corriente de descalificar a los opositores usado por la dictadura de Pinochet.

Y terminó su artículo de un modo entre despectivo y paternalista, tanto para el diputado Bellolio, para Hong Kong y para nuestro país: “El señor Bellolio viajó a Hong Kong para reunirse con Joshua Wong, y no sé qué es lo que ha conseguido. Espero que pueda trabajar más para el pueblo de su distrito. Como saben, las ciudades chinas como Beijing, Shanghái, Shenzhen y Guangzhou ya han sobrepasado a Hong Kong en el PIB, por eso lo que necesita Hong Kong no es turbulencia y violencia, sino estabilidad y desarrollo, que también necesitan otros países, incluyendo Chile”.

Pero lo peor vino después. Como Bellolio naturalmente le respondió a Bu, en términos respetuosos pero claros, resaltando el evidente carácter dictatorial del régimen chino; el “diplomático” le contestó airadamente en otra carta a “El Mercurio” (4-9-2019) señalando, entre otras lindezas, que “por su ignorancia de la historia, cultura y actualidad social de China, el señor Bellolio ha difamado y calumniado gravemente a nuestro país como si fuera una autoridad de la moral”. Si alguna duda le podía quedar a alguien respecto de la naturaleza extremadamente autoritaria del régimen chino, aquello lo ha confirmado con creces el señor Bu. Porque si uno de sus diplomáticos osa referirse en esos términos a un diputado de gobierno del país en el que está destinado, ¡que quedará para los habitantes comunes y corrientes de China!

Y tan insólitos han sido los pronunciamientos de “nuestro” diplomático, que el propio Joshua Wong ¡escribió un artículo en el mismo “El Mercurio” (9-9-2019)! en que señaló que efectivamente se reunió el 25 de agosto con Bellolio “donde compartí las últimas actualizaciones de la situación de Hong Kong. No obstante, el embajador chino en Chile, Xu Bu, optó por tomar la interpretación más ofensiva. Inmediatamente después de la reunión, Xu publicó dos cartas abiertas en las que criticó al congresista Bellolio, lo intimidó con amenazas y engañó a los chilenos con distorsiones y mentiras deliberadas”. Lamentablemente, la Cámara de Diputados ¡no ha dicho nada respecto de esos insólitos improperios que han afectado a uno de sus miembros! Solo los diputados Gabriel Boric y Jaime Naranjo han salvado el honor del Congreso.

Boric al señalar que “lo del embajador de China es impresentable y en esto no caben dobles lecturas. Un embajador de otro país no puede pretender pautear a los parlamentarios chilenos con quién se puede reunir y con quién no” (“El Dínamo”; 3-9-2019). Y Naranjo, al declarar que “con la forma en que el diplomático respondió está demostrando toda la prepotencia que el día de mañana va a tener China cuando sea primera potencia mundial. Aquí estamos viendo los rasgos, las señales de lo delicado y grave que puede ocurrir el día de mañana cuando ese país maneje el mundo a sus anchas. Por tanto, a mí no me extraña en lo absoluto su conducta, porque ha sido una conducta muy insolente, muy grosera, muy invasiva en materias internas del país” (Ibid.).

Pero ciertamente que lo más preocupante es la feroz mentalidad que reflejan las acciones y declaraciones del gobierno chino respecto de Hong Kong y de las críticas internacionales de su accionar; y de las que el intento de amedrentamiento a un diputado chileno resalta por lo grotesco. Dada la historia reciente de China y lo desfachatado de las actitudes actuales de su gobierno, todo lleva a pensar que puede estar anidándose en las más altas autoridades chinas la idea de usar una mano de hierro que puede perfectamente terminar en una masacre como la de Tienanmen…

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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