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Ad portas de la temporada de incendios forestales Conaf vive su propio siniestro: cambian jefe cada dos meses Opinión

Ad portas de la temporada de incendios forestales Conaf vive su propio siniestro: cambian jefe cada dos meses

Santiago Escobar
Por : Santiago Escobar Abogado, especialista en temas de defensa y seguridad
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Lo actuado por el Gobierno en la Conaf en materia de incendios deja una enorme incertidumbre frente a los eventuales siniestros futuros, no solo por la errática conducción del tema, sino también porque instala un potencial conflicto de interés en el centro mismo de uno de los mayores riesgos de seguridad nacional que enfrentará el país en los próximos meses, como son los incendios forestales, con la cruda realidad de una sequía extrema de por medio. ¿Esperando la COP25?


A comienzos del actual Gobierno, el entonces recién nombrado director ejecutivo de Conaf, junto con el ministro de Agricultura, le comunicaron  a la prensa haber encontrado un sistema de protección contra incendios forestales absolutamente quebrado en lo técnico y financiero, y anunciaron una gerencia de excelencia para los próximos años. De lo dicho nadie se acuerda. En materia de probidad no hubo ninguna acusación formal, porque todo al parecer estaba bien, y en cuanto al manejo de incendios, se han dedicado a cambiar en promedio cada dos meses al encargado. Toda una lotería frente a la próxima temporada de fuego.

Hasta el momento, la actual administración ha tenido seis gerentes de Protección contra Incendios Forestales en 17 meses de gestión, es decir, uno cada 2,38 meses o cada 84 días, en promedio.

Desde el 12 de marzo de 2018 hasta el 20 de mayo de ese mismo año, asumió Jorge Quappe en calidad de gerente interino, nombrado por la también directora ejecutiva interina, Aida Baldini. Era un hombre de relativa experiencia en el tema, pues se había desempeñado como jefe de incendios de la Región del Biobío, durante el primer Gobierno de Sebastián Piñera. Pero decidieron no ratificarlo y el 4 de junio de 2018 asume el cargo como titular el ingeniero forestal Claudio González, ya nominado por el nuevo director ejecutivo asumido, José Manuel Rebolledo.

González, quien había sido anteriormente jefe de Incendios de la Región de la Araucanía en el segundo Gobierno de Michelle Bachelet y, por lo tanto, tenía al igual que Quappe una experiencia suficiente para asumir el cargo, renuncia el 22 de agosto, es decir, siete semanas después, evidentemente por presiones políticas internas al no ser de confianza del oficialismo. Solo 6 días antes, esto es, el 16 de agosto de 2018, el director ejecutivo Rebolledo presentó a Miguel Oneto como el nuevo gerente de Incendios a los diversos departamentos del servicio, cuando aún Claudio González ejercía la titularidad. Obviamente no le quedó otra salida que la renuncia, pues era un secreto a voces que le habían encontrado un sustituto.

El hecho generó un conflicto serio entre el Sindicato Nacional de Profesionales (Sinaprof) con el director Rebolledo, pues el nuevo gerente no tenía experiencia previa en un área tan compleja y sensible como la de incendios, ni tampoco una carrera afín en el ámbito forestal. Oneto era un egresado de Administración de Empresas con especialidad en Recursos Humanos y su último cargo había sido de gerente de la empresa de embalajes Coresa. Al parecer el dato relevante para su nombramiento fue que era esposo de Sara Larraguibel, secretaria de Sebastián Piñera en su primer mandato.

El impacto negativo de su nombramiento hizo que pocos días después su nombre desapareciera del elenco funcionario, lo que en términos reales significa que duró un día hábil como gerente de Incendios de Conaf, desde donde lo pasaron a un cargo de asesor en la Gerencia de Desarrollo de las personas de la misma institución.

Entre el 22 y el 24 de agosto asumió en forma interina el Ingeniero forestal Fernando Maldonado, quien es un profesional de carrera de Conaf, con una vasta experiencia tanto en la institución como en incendios forestales. Sin embargo, solo tuvo un interinazgo de 2 días en el cargo.

El 24 de agosto de 2018, asume en calidad de titular Aída Baldini, a quien sus compañeros denominaron la primera mujer del fuego. Baldini es una experta en plagas, sin experiencia en incendios, y fue directora subrogante de Conaf en el primer Gobierno de Sebastián Piñera y directora interina al inicio del actual, compitiendo por el cargo de la dirección ejecutiva con José Manuel Rebolledo, actual mandamás de esa institución.

Es un secreto a voces que nunca se llevaron bien, y aun cuando Rebolledo la designó en un cargo tan crítico como gerente de Incendios, pronto le aplicó un trato a lo Juana de Arco y, a contar del 13 de mayo de 2019, por razones de maltrato con el personal y debido a nuevas diferencias de criterio, le pide su renuncia, volviendo a asumir en forma interina el ingeniero forestal Fernando Maldonado.

Pero una vez más no lo ratifican y, a contar del 1 de julio de 2019, asume el cargo un nuevo gerente titular, Osvaldo Vera Alarcón, de profesión ingeniero forestal.

El caso de Vera Alarcón es diferente y ronda el conflicto de intereses, pues hasta su incorporación a Conaf cumplía funciones como subgerente de protección contra incendios forestales de la empresa CMPC.

Si bien se trata de un hombre con experiencia en incendios forestales, lo que es un alivio ante tanta improvisación, su nombramiento ha generado preocupación, pues Vera, desde su cargo en CMPC, fue opositor a articularse y ordenar los recursos de la empresa en situaciones de emergencia con los de Conaf. Y, como lo ha insinuado en algunas oportunidades mientras se desempeñaba en el sector privado, se piensa que intentará impulsar un mecanismo buscado por las empresas forestales, que se les pague por apoyar las labores de combate que realizan en el entorno de sus plantaciones. Las que en estricto rigor son, en su mayoría, cercos de protección de sus propiedades forestales antes que ayuda a lo que Conaf hace. Tal pago ha sido fuertemente resistido por Conaf y sus estamentos técnicos de protección contra incendios.

Todo lo actuado por el Gobierno en Conaf en materia de incendios deja una enorme incertidumbre frente a los eventuales siniestros futuros, no solo por la errática conducción del tema, sino también porque instala un potencial conflicto de interés en el centro mismo de uno de los mayores riesgos de seguridad nacional que enfrentará el país en los próximos meses, como son los incendios forestales, con la cruda realidad de una sequía extrema de por medio. ¿Esperando la COP25?

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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