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Arzobispado insiste en cerrar filas y considera «inverosímil» denuncia contra Tito Rivera por abuso sexual PAÍS

Arzobispado insiste en cerrar filas y considera «inverosímil» denuncia contra Tito Rivera por abuso sexual

La institución remarcó su postura luego de que se concretara la primera reunión de conciliación en la Corte de Apelaciones de Santiago. Apuntan a que la versión de la víctima es inconsistente porque afirma que la droga que le habría suministrado el religioso inhibió su voluntad para someterlo a los vejámenes que, asegura, le realizó, pero el efecto de ésta incide en la memoria y él recuerda todo.


El Arzobispado de Santiago volvió a tildar de “inverosímil” el relato del denunciante de Tito Rivera, quien acusa al sacerdote de haberlo violado en uno de los dormitorios de la Catedral de Santiago.

Esto ocurrió en la Corte de Apelaciones de Santiago, durante los descargos de la institución en la demanda civil que interpuso la víctima, Daniel Rojas, contra el religioso y la propia institución. Rojas solicita una indemnización de $350 millones por los perjuicios provocados.

Según consigna Cooperativa, el abogado del Arzobispado Ramón Cifuentes planteó que en su denuncia ante la institución, Rojas aseguró que había sufrido solo un intento de abuso sexual, por lo que considera que el cambio de versión hace su caso inverosímil.

El abogado demandante, Alfredo Morgado, manifestó que «ciertamente tiene que haber voluntad de todas las partes, nosotros tenemos la voluntad. Hasta ahora no se ha manifestado una voluntad favorable de parte del Arzobispado, por eso es que el abogado que los representa tendrá que consultar», añadió.

Morgado añadió que esperan que «el 10 de julio podamos tener la posibilidad cierta de llegar a un acuerdo».

Cabe mencionar que de acuerdo a la versión de Rojas, el hecho se produjo en 2015, cuando se acercó al principal templo de la arquidiócesis para solicitar ayuda para los medicamentos de su hija, donde fue atendido por Rivera, quien lo habría llevado hasta una pieza en el segundo piso del recinto, donde le dio un vaso de agua con el que lo drogó y luego abusó sexualmente de él.

Rojas aseguró que le reveló la situación a su esposa, pero ella no le creyó y lo echó de la casa, por lo que terminó viviendo en la calle. Además, afirmó haber puesto en conocimiento de estos a la oficina pastoral de denuncias, donde no tuvo respuesta hasta el año 2018.

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