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La fragmentación de la centroderecha en España Opinión

La fragmentación de la centroderecha en España

Tomás Fuentes Barros
Por : Tomás Fuentes Barros Cientista político.
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Como si las semejanzas no fueran suficientes, faltaba la aparición de una nueva (quinta) esquina: la derecha populista de Vox en España y el populismo de derecha en Chile. En España, esta quinta esquina fue nefasta para los resultados de la centroderecha, toda vez que el PP se alejó del centro, para evitar una fuga hacia su derecha y se hizo más difícil la unidad del sector. Por ir divididos, precisamente, el bloque de fuerzas de centroderecha, incluyendo a Ciudadanos de Rivera, dejó de ganar 28 escaños.


Hay comparaciones que son odiosas, pero otras que asombran por su grado de similitud y coincidencia. Ese es el caso de los sistemas de partidos de Chile y España.

Hace varias décadas, por ejemplo, Chile admiró la transición pactada a la democracia en España, luego de un largo régimen autoritario; años después nuestro país tuvo su propia transición.

Posteriormente gozamos por más de dos décadas un cuasi bipartidismo de dos grandes coaliciones, muy similar al del PSOE y PP español. La centroderecha llegó al gobierno con Aznar en los años noventa, en un asalto al poder que solo fue posible gracias a una orientación más centrista de esa centroderecha y al agotamiento de los gobiernos socialistas. En 2009 y 2017, la centroderecha chilena también ganó las elecciones, precisamente, porque apeló al centro político.

Más tarde, en España, la irrupción de Podemos y Ciudadanos añadió dos nuevas esquinas al paisaje político, lo que muchos acá también recordarán con el surgimiento del Frente Amplio como la gran novedad en el parlamento chileno en los comicios de 2017.

[cita tipo=»destaque»]La campaña del PSOE hizo hincapié, exitosamente, en el riesgo de un auge del populismo nacionalista de Vox, que llamó como una involución. Eso habría motivado a concurrir a las urnas a nuevos electores moderados.[/cita]

Como si las semejanzas no fueran suficientes, faltaba la aparición de una nueva (quinta) esquina: la derecha populista de Vox en España y el populismo de derecha en Chile. En España, esta quinta esquina fue nefasta para los resultados de la centroderecha, toda vez que el PP se alejó del centro, para evitar una fuga hacia su derecha y se hizo más difícil la unidad del sector. Por ir divididos, precisamente, el bloque de fuerzas de centroderecha, incluyendo a Ciudadanos de Rivera, dejó de ganar 28 escaños.

La campaña del PSOE hizo hincapié, exitosamente, en el riesgo de un auge del populismo nacionalista de Vox, que llamó como una involución. Eso habría motivado a concurrir a las urnas a nuevos electores moderados.

En suma, una derecha española fragmentada y dispersa, tironeada en su flanco derecho por una opción populista radical, condujo a una debacle electoral de proporciones. No nos olvidemos de las semejanzas entre Chile y España, en especial cuando hoy también en nuestro país despierta un movimiento populista de derecha.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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