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El campeón escondido por fin entró en escena: 4-2 a la UC La U venció a domicilio a los dirigidos por Salas

El campeón escondido por fin entró en escena: 4-2 a la UC

Julio Salviat
Por : Julio Salviat Profesor de Redacción Periodística de la U. Andrés Bello y Premio Nacional de Periodismo deportivo.
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Universidad de Chile aprovechó la ocasión más propicia para rehabilitarse de su oscura campaña y, cumpliendo su mejor actuación el semestre, dejó a los cruzados mirando de lejos al puntero. Gustavo Canales, figura consular, anotó tres goles.


Fue como un presagio: los jugadores vestidos de azul ingresaron a la cancha de San Carlos Apoquindo con un letrero que, desplegado, ofrecía una promesa: “La U está con los del norte”. Y el norte, en el fútbol nuestro de estos días, es Cobresal. Cuando terminó el partido, y gracias a sus benefactores, el equipo de El Salvador mantenía sus cuatro puntos de diferencia con Colo Colo y los cinco de luz que le había sacado a la UC.

Cumpliendo su mejor actuación del primer semestre, Universidad de Chile ganó por 4-2 su 180° clásico universitario, se sacudió de la pobreza que había mostrado en su juego y lució los galones que distinguen a un campeón y que estaban ocultos desde que dio la vuelta olímpica.

ASTUCIA DE CANALES

Ese resultado no era el que se insinuaba al cumplirse la mitad del primer tiempo. En ese lapso, era todo al revés: la UC se parecía al mejor equipo de Sampaoli, presionando en campo ajeno, ganando todas las disputas y procurándose al menos tres situaciones de gol. Y la U se asemejaba a las versiones tímidas de los cruzados, arropada en campo propio, privilegiando la tenencia de la pelota más que el avance en línea recta.

Tres intervenciones valiosas de Johnny Herrera habían impedido que el marcador se desequilibrara tempranamente. Pero la U mandó un aviso a los 18′, con una escapada de Sebastián Ubilla que Fabián Cerda conjuró como si fuera un arquero avezado.

Seguía mandando la UC en líneas generales cuando la U abrió la cuenta a través de un magistral tiro libre de Gustavo Canales: adivinando que Cerda se movería para tapar el lado que le correspondía a la barrera, el ejecutante puso la pelota junto al palo que debía cubrir el arquero.

Y, desde ese momento, el partido tomó un rumbo distinto, hasta cierto punto inesperado. Se afinaron las líneas defensivas visitantes, Lorenzetti comenzó a pesar más que Botinelli en el aspecto creativo y los volantes de quite azules se mostraron más certeros que los de su rival.

Aun así, segundos antes del descanso, pudo producirse la igualdad: no fue sancionada una mano casual de José Rojas en el área, Herrera bloqueó un remate a quemarropa y el palo lo salvó definitivamente en la insistencia cruzada.

ALUVIÓN AZUL

La filípica de Mario Salas en el descanso produjo efectos. Universidad Católica volvió a mostrarse como un equipo activo, rápido, coordinado. Y tuvo premio sin mucha tardanza. Un balazo de Mark González hizo que la pelota diera en el travesaño, y poco después Michael Ríos aprovechó un tiro libre para poner el balón en un ángulo y decretar la igualdad.

El problema para la UC fue que, aunque pudo, no supo liquidar a su adversario. El propio Ríos tuvo el segundo, salvado por Herrera, pero una exacta combinación iniciada por Maximiliano Rodríguez y continuada por Ubilla fue culminada por Canales apenas cuatro minutos después de los abrazos católicos.

Y sin mediar mucho tiempo, Ubilla escapó por su costado, eludió a Erick Pulgar y derrotó a Cerda con remate rasante al primer palo.

Se venía un aluvión azul, y Mario Salas, entrenador de la UC, mandó a la cancha a Diego Rojas para contrarrestar el dominio. Le resultó: se equipararon los duelos en el mediocampo y un misilazo de Roberto Gutiérrez dejó temblando el travesaño. La réplica fue inmediata: Canales escapó solitario, le hizo un globito a Cerda y la pelota también fue devuelta por el palo superior.

El cuarto gol, que prácticamente liquidó la lucha, fue otro aguijonazo certero: después de un rechazo largo, Ubilla encontró espacios por su sector y puso un centro templadito para el cabezazo de Canales.

Herrera evitó un pronto descuento al tapar un remate de Ríos, pero no pudo después frente al mismo rival, y el asunto quedó 4-2.

En resumen, un partido lleno de emociones que dio más para disfrutarlo que para analizarlo. Los dos tuvieron sus momentos, y la diferencia estuvo fundamentalmente en la contundencia. Y esto último es lo que caracterizó a la U cuando fue campeón: sufría mucho en defensa, Herrera se convertía permanentemente en figura y Canales se encargaba de liquidar en el área contraria.

Ese campeón estaba escondido y apareció a la hora de la misa, altanero y luminoso, y con los mismos argumentos, en San Carlos de Apoquindo.

PORMENORES

Estadio San Carlos de Apoquindo.

Público: 18.000, aproximadamente.

Árbitro: Roberto Tobar.

U. CATÓLICA (2); F. Cerda; P. Álvarez, C. Álvarez, E. Pulgar, F. Cordero: M. Ríos, T. Costa, C. Sepúlveda (64’, D. Rojas), D. Botinelli (67’, D. Llanos), M. González (76´, J. Muñoz); R. Gutiérrez. DT&: Mario Salas.

U. DE CHILE (4): J. Herrera, M. Corujo9, O. González, J. Rojas, P. Magalhaes; G.Pereira, S. Martínez (90’, J.Ortiz) , D. Botinelli, M. Rodríguez (78’, G. Espinoza); S. Ubilla y G. Canales (81’, L. Venegas). DT: Martín Lasarte.

Goles: 33’ Canales (U), tiro libre; 54’, Ríos (UC), tiro libre; 58’, Canales (U); 63’, Ubilla (U); 77’, Canales (U), cabezazo; 82’, Ríos (UC).

Tarjetas amarillas: Pereira y Herrera (U).

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