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Investigador sobre tiempo y desigualdad: «en las clases más acomodadas está la posibilidad de manejar mejor los tiempos» CULTURA

Investigador sobre tiempo y desigualdad: «en las clases más acomodadas está la posibilidad de manejar mejor los tiempos»

Marco Fajardo
Por : Marco Fajardo Periodista de ciencia, cultura y medio ambiente de El Mostrador
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Mauro Basaure, director del Doctorado en Teoría Crítica y Sociedad Actual e Investigador de la Universidad Andrés Bello, realizará este miércoles una charla al respecto en el marco de la VII Conferencia de Cultura Científica de la UNAB, las 18:00 horas. «Yo creo que hay que seguir en la línea de poner el tiempo, el tema de las horas de trabajo, y de las otras horas: las feministas en ese sentido han hecho un trabajo muy importante de poner el tema del trabajo doméstico permanentemente sobre la discusión pública», señala.


¿Cuál es la relación entre tiempo y desigualdad? ¿Cómo afecta la «tiranía del tiempo» a las diversas clases sociales, especialmente a las mujeres?

Este será el tema de una charla que realizará este miércoles Mauro Basaure, director del Doctorado en Teoría Crítica y Sociedad Actual e Investigador de la Universidad Andrés Bello.

El evento se realizará en el marco de la VII Conferencia de Cultura Científica de la UNAB, las 18:00 horas, a través de la plataforma MS TEAMS.

Tiempos estructurados

El tiempo es oro, hay un dicho. Pero cuando se habla de fenómenos como la pobreza, la desigualdad o la exclusión, solo es el oro (el dinero o los ingresos) lo que parece importar. Esta charla argumenta en favor de considerar el tiempo como una dimensión clave para comprender tales fenómenos, que se agudizan en épocas de crisis como las que vivimos hoy.

«El tema me parece fascinante, porque es una entrada privilegiada a una investigación y a una teorización en el área de la sociología crítica de las sociedades modernas», explica el investigador.

Basaure realizó en 2018 una publicación al respecto, junto a Benjamín Sánchez y Camilo Vera, en un documento del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social, titulado «Desigualdad como Tiranía del Tiempo. Una indagación teórica y empírica del caso chileno».

Allí señaló, entre otros, que «la percepción del tiempo dedicado al trabajo remunerado según grupo socioeconómico muestra que quienes consideran en mayor medida dedicar demasiado tiempo al trabajo remunerado son personas de clases bajas»

Asimismo, «como es de esperar, quienes en mayor cantidad indican dedicar demasiado tiempo al trabajo doméstico son mujeres».

Y «en trabajo remunerado los más tiranizados son hombres, en trabajo doméstico son mujeres y en tiempo libre son las clases bajas, particularmente mujeres».

Basaure además encabeza, como investigador principal, el proyecto Fondecyt 1191490, titulado “Desigualdad Temporal, Reproducción y Exclusión Social” (abril 2019 – marzo 2023), que entre sus co investigadores cuenta con Maya Zilveti, Evelyn Larenas y Pedro Güell, además de Camilo Vera, Daniel Valencia, Andrés Díaz y Martina Yopo.

Basaure, M., Sánchez, B., Vera, C. (2018). Desigualdad como Tiranía del Tiempo. Una indagación teórica y empírica del caso chileno N°32, pp. 1-49. COES.

«La cuestión del tiempo en general es dejada de lado, en primer lugar por los propios individuos, que consideran, desde una perspectiva, digamos, un poco miope -pero normalmente miope-, que ellos pueden administrar sus tiempos. Es decir, que si me falta tiempo para algo, simplemente me levanto más temprano, me acuesto más tarde, organizo las cosas de tal manera. Entonces, claro, desde esa perspectiva no se ve lo que la sociología crítica puede ver, a saber que los tiempos están socialmente estructurados», explica.

Basaure precisa que aunque en alguna manera estos tiempos sí dependen de los individuos, en gran medida la idea de que estén estructurados socialmente significa que tienen una configuración socialmente determinada: lo que en sociología se llama un hecho social. Y en ese sentido, «es un aporte súper importante el que puede hacer la sociología investigando cómo están estructurados los tiempos».

Dos perspectivas

Junto con ello, Basaure cree que es muy interesante ver cómo hay dos perspectivas.

Por un lado, están todas las áreas de teoría crítica, que de alguna forma acusan una especie de patología de las sociedades modernas.

Esto se refiere a sociedades trabajólicas, la sociedad del mérito, la sociedad del trabajo, donde para la teoría crítica «estamos sometidos a una especie de tiranía de algunas actividades, básicamente en las sociedad modernas el trabajo, motivadas por cuestiones como el horizonte y el ideal meritocrático, o la idea del emprendedor de sí mismo, de ser empresario de sí mismo».

Estas conducen -y aquí está lo interesante del asunto, en sus palabras- a que existan otras dimensiones de la vida, como la recreación, el juego, la vida estética, la sociabilidad, la cultura, que «en el patio trasero y muchas veces olvidadas». Entre ellas, por ejemplo, las actividades que tienen que ver con la participación política o comunitaria permanente.

Basaure, M., Sánchez, B., Vera, C. (2018). Desigualdad como Tiranía del Tiempo. Una indagación teórica y empírica del caso chileno N°32, pp. 1-49. COES.

Las injusticias

La otra arista es la que tiene que ver ya no con las patologías, sino que con las injusticias, que es un área donde de lo que se trata es mostrar cómo las diferentes configuraciones del tiempo son diferentes para diferentes grupos sociales, para diferentes categorías sociales.

Las clases sociales, los grupos, los géneros, las edades, dónde uno vive -la dimensión espacial también es muy relevante- hacen que el cómo está configurado el tiempo afecte de manera distinta a los diferentes grupos, y eso está asociado a fenómenos como la pobreza del tiempo, la desigualdad del tiempo, fenómenos como la exclusión de determinados ámbitos importantes, incluso la explotación, dice Basaure.

«En el caso del género tal vez el discurso feminista es el que más ha aportado en esa dirección. No solamente que exista una desigualdad, sino que hay una transferencia de tiempos desde las mujeres a los hombres, de manera que estos últimos pueden desarrollar un nivel de autonomía muy distinto al de las mujeres y eso tiene una explicación causal por esta idea de transferencia», dice.

Basaure, M., Sánchez, B., Vera, C. (2018). Desigualdad como Tiranía del Tiempo. Una indagación teórica y empírica del caso chileno N°32, pp. 1-49. COES.

Sin tiempo

Para el investigador, en ambos casos, en la crítica de las patologías y en la de las injusticias lo que existe es que hay dimensiones de la vida que quedan «sin tiempo», y eso cree que está directamente relacionado con la idea de bienestar.

«Si uno lo ve desde esta perspectiva sociológica, ve que en la misma medida que se acentúan tiránicamente algunos tiempos por sobre otros, y esos otros quedan entonces reducidos a una mínima expresión, se pierden formas de expresión y de capacidades humanas diría yo, o posibilidades de los individuos para mejorar su bienestar o para tener siquiera bienestar», dice.

El caso más claro es el de la recreación, «pero también si no tienes tiempo para estudiar también está comprometido tu bienestar futuro, etc. Es decir, está vinculado directamente la cuestión del bienestar».

Basaure, M., Sánchez, B., Vera, C. (2018). Desigualdad como Tiranía del Tiempo. Una indagación teórica y empírica del caso chileno N°32, pp. 1-49. COES.

Clases sociales y género

Respecto del tema de las clases sociales, el especialista admite que es difícil investigarlo, porque las encuestas en general no dan cuenta de las diferencias de clase en relación al tiempo.

«Hay que introducir una sociología muy fina para ver esas diferencias de clases, y eso voy a mostrarlo hoy día en la tarde, y también de género, e incluso de edad», señala.

Basaure indica que este tipo de investigación es compleja, y que no está ahí como las típicas encuestas que uno conoce donde a la gente se le pregunta y responde y uno llega al fenómeno directamente.

«Una cuestión que nos permite acceder a eso es la dimensión ya no del tiempo sino del espacio: el dónde uno vive en sociedades segregadas, ciudades segregadas como Santiago, te permite mostrar que hay determinados tiempos tiránicos, por ejemplo el tiempo de traslado. Y sin duda el tiempo de trabajo remunerado», señala.

Una cosa que él puede ver es que -y esto supone también conocer la perspectiva de las personas, es decir, no solamente contar los tiempos, sino que conocer las perspectivas de las personas, lo que valoran ellos- en las clases bajas está más fuerte la sensación de tener mucho tiempo de trabajo remunerado y de querer menos trabajo remunerado.

En cambio, en las clases más acomodadas está la posibilidad de manejar mejor los tiempos.

«Todo esto está relacionado con la idea de autonomía. Si yo tengo un trabajo que yo más o menos lo manejo, si los tiempos de traslado los reduzco con el uso del automóvil, cambiándome de casa, teniendo a los hijos y las hijas cerca del hogar, contratando transporte escolar… y así hay una serie de formas de conseguir tiempo, incluso pagando también trabajo doméstico, trabajo de cuidado, que hacen que uno pueda comprar tiempo. ¿Y quién compra tiempo? Son las personas que pueden comprar tiempo, las personas con capacidad de mercado», firma.

En cuanto al factor de género, para Basaure hay mujeres y mujeres.

«Hay mujeres que pueden comprar trabajo doméstico y, por tanto, ganar autonomía de esa manera, y otras que tienen que vender su trabajo de cuidado, trabajo afectivo y trabajo doméstico, de manera que unas dependen de las otras, en un sentido cruzado. Unas ganan autonomía y las otras dinero con esa transacción», señala.

Área poco investigada

El investigador añade que el concepto de tiranía del tiempo quiere abordar todos estos fenómenos, y que es un programa de investigación más que un fenómeno.

«Un programa de investigación complejo que refiere a estos dos tipos de crítica (patologías, injusticias) y que trata de abordar la amplitud del fenómeno de los usos del tiempo y las consecuencias que ellos tienen, no solamente para las personas en general, sino que para determinados grupos en particular. Eso es lo que nos interesa y de eso quiero hablar esta tarde», expresa.

«Me parece que es un área muy poco investigada, hay muy poca sociología del tiempo en Chile en particular, y en general son pocos los grupos que trabajan estos temas, pero hay una larga tradición también que rescatar y que volver a poner sobre la mesa», dice.

La iniciativa de las 40 horas, en ese sentido, le parece una buena noticia, a pesar de que después del estallido el tema salió de la agenda.

«Yo creo que hay que seguir en la línea de poner el tiempo, el tema de las horas de trabajo, y de las otras horas: las feministas en ese sentido han hecho un trabajo muy importante de poner el tema del trabajo doméstico permanentemente sobre la discusión pública. Y esas son las cosas que tenemos en general en vista para poder tratar los temas, digamos, pero yo diría que están también siempre en peligro de no ser considerados, dentro de las políticas públicas, la muestra de ello es que tenemos una muy pobre tradición de estudio sobre tiempo. Muy pobre. Eso también puedo mostrarlo en la tarde», concluye.

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