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Alguien te mira: las tecnologías de IA que se estudian en Chile para seguimientos en cuarentena CULTURA | CIENCIA

Alguien te mira: las tecnologías de IA que se estudian en Chile para seguimientos en cuarentena

La Unión Europea rastrea los celulares, mientras en Asia también han usado pulseras y cámaras térmicas para la detección de posibles infectados. Una de las dudas es cómo realizar estos procedimientos sin infringir el derecho a la privacidad. Este lunes, el ministro Jaime Mañalich descartó el uso de dispositivos que identifiquen a quienes hacen cuarentena, sin embargo, la U. de La Frontera junto al Gobierno Regional están trabajando en una aplicación telefónica de origen español, para determinar el punto exacto en que se encuentran las personas en cuarentena y el Ministerio del Interior adjudicó un contrato por 16 millones de dólares para el arriendo de mil cámaras de un sistema de vigilancia urbana que incluye reconocimiento facial.


Diversas tecnologías se usan actualmente en el mundo entero para el control de los movimientos de las personas y asegurar el cumplimiento de la cuarentena.

La Unión Europea, por ejemplo, rastrea los celulares, mientras en Asia también han usado pulseras y cámaras térmicas para la detección.

En Chile, en tanto, hay investigaciones en distintas universidades sobre aplicaciones para ayudar a controlar la enfermedad.

Inteligencia artificial

Específicamente, la inteligencia artificial se usa, entre otros ámbitos, para el rastreo de brotes. Un ejemplo es la empresa canadiense BlueDot, que alertó sobre la epidemia en diciembre de 2019.

Otros ejemplos son la búsqueda de una vacuna –donde participan gigantes como Google–, la detección de virus en personas (específicamente signos físicos asociados) y el control de gente infectada, mediante cámaras que detectan calor en las personas o el análisis de su historial de viajes para saber si estuvo en una zona de peligro.

Son muchas las potenciales aplicaciones de la inteligencia artificial en Chile y comprobadas capacidades científicas y de infraestructura disponibles en el país en muchas de las múltiples disciplinas que contempla su desarrollo.

Entre ellas, se cuenta la ciencia de datos y estadística, «optimización heurística, big data, toma de decisiones, razonamiento, ciencias del comportamiento, interfaces hombre-máquina y sistemas inteligentes ciberfísicos, vinculados a industria 4.0″, adelanta Franklin Valdebenito, director de Innovación y Transferencia Tecnológica de la Universidad de La Frontera.

Una de las dudas es cómo realizar estos procedimientos sin infringir el derecho a la privacidad. Por ejemplo, qué pasa con estos datos una vez pasada la pandemia.

Estrategia de desarrollo

«Lo primero a tener presente es la importancia de la ciencia y la tecnología para encontrar una solución ante esta crisis, y lo segundo es la necesidad de contar con una estrategia de desarrollo de la inteligencia artificial, con énfasis claros, por ejemplo, en la salud de la población», afirma Juan D. Velásquez, profesor titular del Departamento de Ingeniería Industrial de la U. de Chile e investigador del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería.

Velásquez añade también la importancia de plantear los dilemas éticos y tal vez morales que traerá consigo el uso de las tecnologías en estados de excepción, sobre todo en lo referente al poder que se les entrega a los gobernantes.

«La Internet y las tecnologías digitales ofrecen la posibilidad como nunca de almacenar información respecto a las personas y sus actos. Y que el manejo irresponsable, carente de criterios de derechos fundamentales, es muy riesgoso para la dignidad, la equidad y la autonomía de las personas, como lo demostraron episodios como Cambridge Analytica en tiempos recientes», alerta María Paz Canales, directora ejecutiva de la ONG Derechos Digitales.

No a la estigmatización

El ministro de Salud, Jaime Mañalich, aseguró este lunes que se optará por mantener el llamado a la responsabilidad y al monitoreo de las Fuerzas Armadas y de Orden.

«La estigmatización de los pacientes es algo muy doloroso en la historia de la humanidad para distintos brotes de enfermedad. Es algo de lo que hemos aprendido que hay que prevenirse enormemente», señaló a Emol.

A pesar de este enfoque, recién la semana pasada el Ministerio del Interior adjudicó un contrato por 16 millones de dólares para el arriendo de mil cámaras de un sistema de vigilancia urbana que incluye reconocimiento facial, a ser instalado en mil puntos de 66 comunas, tal como informó el sitio Infodefensa.

«No se debería aprovechar el pánico de la pandemia para instalar el Gran Hermano en nuestras ciudades», criticó el diputado Giorgio Jackson.

«Menos aún cuando se insiste en ‘reconocimiento facial’ en espacios públicos. La elección de estos caminos nos puede llevar rápidamente a un capítulo de ‘Black mirror'», añadió, en referencia a la serie británica sobre el ser humano y su creciente dependencia de la tecnología.

La discusión sobre este tipo de tecnología tuvo un debut con olor a fracaso en Chile con el sistema de reconocimiento facial implementado por el Registro Civil para activar su «clave única», en el contexto de la cuarentena de algunas comunas de la capital. El bochorno, que obligó a bajar la aplicación al día siguiente de su estreno, se produjo cuando un usuario demostró lo fácil que era burlar el sistema usando imágenes descargadas de Internet.

Actualmente, hay una gran parte de las tecnologías que están presentes para propósitos generales, por ejemplo, la robótica, detección de marcadores fisiológicos a distancia, como podría ser un medidor de temperatura, dispositivos geolocalizadores y otros.

«Pero lo que se requiere son desarrollos en específico para una situación en la cual no contamos con datos en tiempos cortos», señala el académico Velásquez.

En ese sentido, dice que los desarrollos en Inteligencia Artificial (IA) son y serán un aporte sustancial para enfrentar esta pandemia y otras catástrofes naturales que puedan venir en el futuro.

«Hoy más que nunca ha quedado en evidencia que es una excelente idea invertir en ciencia y tecnología para salvaguardar el bienestar de la población. Pero también se necesita de una estrategia clara que explicite plazos, recursos y los énfasis que a cada área se le debe dar», alerta.

Cosecha por inversión en ciencia

El científico destaca que hay países que, al haber invertido en el desarrollo científico y tecnológico durante años, ya poseían soluciones de propósitos generales que en corto tiempo pudieron ser adaptadas para sortear la contingencia.

Por ejemplo, Taiwán y Corea del sur han aplicado la IA en la prevención y detención de la propagación del COVID-19, logrando en el primero casi el nulo cierre de escuelas y, en el segundo, contener la expansión de la enfermedad.

«Pero las realidades tecnológicas son diferentes a las que vemos en Chile. En primer lugar, la velocidad y conexión de las redes de comunicaciones y, por cierto, todos los desarrollos previos en ciencia y tecnología. Pero, tal vez lo más importante, una estrategia clara y a largo plazo para el desarrollo de la IA», afirma.

Velásquez advierte, sin embargo, que aunque un control digital puede ser un real aporte, hay que pensar en todos los problemas derivados de inmiscuirse en la privacidad de las personas, los dilemas éticos que habrá y, por supuesto, la duración de estas medidas.

Privacidad

En Chile, la privacidad es resguardada por la Ley 19.628 sobre Protección de Datos de carácter personal de 1999, aunque ha habido una larga discusión sobre la necesidad de actualizarla.

«Los gobiernos están utilizando con mayor o menor éxito distintos tipos de tecnología como parte de sus estrategias de contención del COVID-19 y la pregunta sobre cómo estos esfuerzos pueden chocar con la garantía de derechos fundamentales, no solo con la privacidad, es pertinente», advierte Vladimir Garay, director de Incidencia de la ONG Derechos Digitales.

Expertos en Derechos Humanos de Naciones Unidas, reconociendo la gravedad de la actual crisis, recordaron que cualquier respuesta al COVID-19 debe ser «ser proporcionada, necesaria y no discriminatoria”.

Específicamente en relación con el derecho a la privacidad, en Europa —que tiene la legislación más robusta al respecto— la Autoridad de Protección de Datos Personales señaló que “incluso en estos momentos excepcionales, el controlador de bases de datos debe garantizar la protección de los datos personales de sus titulares”.

Otros derechos en juego

«Una cosa que me parece importante señalar es que la privacidad no es el único derecho en juego», añade Garay.

Según el experto, la protección de datos personales garantizada en la Constitución es un derecho que de alguna manera es habilitante del ejercicio de otros derechos, tales como el derecho a la integridad física y psíquica y el derecho a no ser discriminado arbitrariamente, en el ámbito laboral, de salud, previsión social y acceso a beneficios sociales.

«Si los datos personales se entregan en forma indiscriminada por el combate a la pandemia, los impactos negativos en estos derechos serán mucho más duraderos que la pandemia misma», alerta.

Por eso, para la directora de la ONG está claro que «no es aceptable que el temor a la expansión de la pandemia le entregue un cheque en blanco a la autoridad para acceder o entregar información de las personas afectadas o potencialmente afectadas por el virus».

Canales alerta que las consecuencias pueden ser desastrosas en el tiempo presente por acciones de discriminación, «de las que ya estamos oyendo, por ejemplo, del personal de salud en acceso a sus viviendas y espacios comunes, pero aun más graves en el largo plazo si esa información acumulada llega a usarse para fines distintos o, por una inadecuada protección en su seguridad, termina en manos de actores maliciosos, o es secuestrada, como ya sucedió en el pasado con episodios de hacking a instituciones financieras o el ataque masivo del randsomeware WannaCry«.

Avances

Para lograr una contención efectiva de la propagación del coronavirus, los científicos necesitan de datos de calidad y en tiempos mucho menores a los actuales, por lo que los test oportunos y con resultados rápidos son esenciales.

«Luego, a partir de estos datos, se pueden desarrollar algoritmos que permitan extrapolar la expansión del COVID-19 dentro del territorio, permitiendo la aplicación de mecanismos de cuarentena eficaces y eficientes. Luego se requiere de instrumentos que permitan verificar si las cuarentenas se están realizando correctamente», dice Velásquez.

«Quiero dejar en claro que ninguna tecnología existente o por existir va a funcionar si la población no sigue las instrucciones que los especialistas en epidemia nos están entregando. Se hace fundamental educar a las personas en las medidas que se deben tomar para frenar esta pandemia. En los países donde la curva se aplano, funcionó más la zanahoria que el garrote tecnológico», comenta.

Aplicación chilena

Un ejemplo de tecnología chilena en uso es una aplicación que actualmente se desarrolla en la Región de La Araucanía, fuertemente afectada por la pandemia. «Para ayudar hemos traído una aplicación de teléfonos, elaborada en España, que sigue muy de cerca a cada uno de los pacientes contagiados y yo creo que es un tema al que hay que ponerle mucho esfuerzo, porque eso será lo que nos permitirá aplanar la curva», explica el rector de la Universidad de La Frontera, Eduardo Hebel.

La Araucanía es una de las regiones que más muertes concentra por el coronavirus y Temuco es la comuna con más casos en el país.

«Urge que todos trabajemos y apoyemos en distintos frentes, pero sobre todo en evitar saturar nuestro sistema de atención de salud. La principal universidad pública de La Araucanía tiene y debe cumplir un rol protagónico en esta materia», comenta Valdebenito.

La experiencia internacional indica que la contención de la población y aislamiento de la comunidad, así como el diagnóstico temprano, parecen ser las estrategias más efectivas para disminuir la propagación de la pandemia. Para el primer caso, las tecnologías de comunicación e información tienen un rol relevante que cumplir.

En ese contexto, la Universidad de La Frontera se encuentra articulando un trabajo multidisciplinario junto al Gobierno Regional, la institucionalidad sanitaria y compañías tecnológicas nacionales e internacionales, según Valdebenito.

Este tiene como propósito articular diversas soluciones tecnológicas que faciliten una mayor contención comunitaria de la pandemia y mejor seguimiento de pacientes infectados positivos –además de ciudadanos en cuarentena–, todo esto a través del uso de tecnologías de información y comunicación que apoyen el trabajo que actualmente se está realizando en la región.

«Esperamos que esta iniciativa constituya un aporte y se sume a muchas otras que desde el minuto cero se están desarrollando desde y para la Región de La Araucanía, y en su conjunto se traduzcan en ayuda concreta para paliar los devastadores efectos de esta emergencia», concluye.

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