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Humberto Maturana y Ximena Dávila lanzan nuevo libro que propone un nuevo paradigma para entender nuestra vida en comunidad CULTURA

Humberto Maturana y Ximena Dávila lanzan nuevo libro que propone un nuevo paradigma para entender nuestra vida en comunidad

Los cofundadores de Matríztica, escuela de pensamiento de alcance internacional, entregan en «Historia de nuestro vivir cotidiano» un inédito texto que será el punto de partida de la recuperación del fondo de Humberto Maturana a publicarse entre 2020 y 2021. Los científicos nos invitan a reconocer aquello que nos constituye como seres humanos y nos proponen analizar problemas actuales —como la democracia, la convivencia y la crisis medioambiental— desde los fundamentos de la biología cultural.


El Premio Nacional de Ciencias 1994, Humberto Maturana, junto a la destacada investigadora en Biología Cultural Ximena Dávila presentan Historia de nuestro vivir cotidiano, libro que propone un nuevo paradigma para entender nuestra vida en comunidad.

En este libro, Dávila y Maturana invitan a reflexionar en torno a nuestra condición de seres biológicos-culturales. Desde la teoría de la autopoiesis molecular, desarrollada hace casi cincuenta años por Humberto Maturana, los autores de Historia de nuestro vivir cotidiano revisan la historia de nuestra vida en comunidad, además de analizar ciertos problemas actuales como la democracia, la convivencia social y la crisis medioambiental.

Historia de nuestro vivir cotidiano es una invitación a reconocer los principales fundamentos de la naturaleza humana, reflexionar en torno al operar de las comunidades y ser conscientes del impacto de nuestro vivir en el planeta. Esto, con el propósito de realizar acciones conscientes que tengan su origen en nuestra autonomía reflexiva y conduzcan a la armonía.

Naturaleza biológica-cultural

¿Por qué resulta necesario leer este libro hoy?

Humberto Maturana: Recomendamos este libro a lectores que quieran ampliar la comprensión de su naturaleza biológica-cultural como personas autónomas que escogen lo que hacen conscientes de que con su hacer generan los mundos que viven.

Ximena Dávila: Resulta muy oportuno en los momentos que estamos viviendo en Chile y el mundo en relación a la transformación cultural que está aconteciendo, y que todos y todas podemos constatar. Toda transformación ocurre en torno a algo que se conserva… y lo que queremos conservar, como seres humanos biológicamente amorosos y colaborativos en cualquier parte del mundo que vivamos, es convivir en el bienestar y la dignidad del mutuo respeto.

La teoría de la autopoiesis todavía hoy resulta revolucionaria. ¿de qué manera estos principios pueden contribuir a resolver crisis actuales como la de la democracia y el medioambiente?

HM: Cuando distinguimos a un ser vivo lo que distinguimos es un sistema molecular autopoiético. Esto quiere decir que se produce a sí mismo. Lo que planteamos no es una teoría, es nuestra condición de existencia. Y todavía resulta revolucionaria porque sus consecuencias llevan a cambiar todo nuestro entendimiento del lenguaje, del fenómeno de la percepción y, por lo tanto, del vivir y convivir humano, en el conversar, en la reflexión y en la comunicación.

¿Cuáles serían las consecuencias de esto? Ocurre un cambio de mirada al cambiar la pregunta tradicional de la filosofía —que es la pregunta por el Ser— y reemplazarla por la pregunta por el Hacer: ¿Cómo hacemos lo que hacemos los seres humanos en nuestro vivir y convivir?

Lo tradicional es hablar de lo que ocurre con independencia del operar del observador, de la realidad. En nuestro vivir y convivir biológico cultural la existencia surge con la operación de distinción en el operar del observador. En el momento que aparece un ser vivo aparece el nicho que lo hace posible. Ser vivo y nicho surgen juntos en coherencia operacional, en una unidad ecológica organismo-nicho. Este entendimiento contribuye a que seamos conscientes y nos hagamos cargo de que somos generadores de los mundos que vivimos y por lo tanto “somos responsables de cómo convivimos y de lo que conservamos en nuestro convivir”. Si queremos un convivir democrático tenemos que convivir en la honestidad, el mutuo respeto, el escucharnos, el conversar, y el reflexionar, dispuestos a corregir nuestros errores, que constituyen el convivir democrático.

Si sabemos que la autopoiesis molecular “es la conservación del vivir de todo ser vivo” […] podemos darnos cuenta que los seres vivos y los seres humanos somos seres “conservadores”. ¿Qué modo de vivir debemos conservar nosotros los seres humanos entonces, si deseamos un convivir democrático y sustentable?

Con respecto al cambio climático ¿de qué manera lo aborda el libro?, ¿qué preguntas o soluciones plantea?

HMEn la tierra han habido y hay frecuentes cambios climáticos en una recurrencia temporal de duración variable, que es aparente en las capas geológicas que observamos en las excavaciones que hacemos. Lo que es peculiar ahora es que actualmente somos nosotros, los seres humanos, los que aceleramos e intensificamos el ocurrir de esos cambios con lo que hacemos. Y el que comprendamos esto es fundamental para que nuestra conducta ética nos guíe en lo que hacemos en nuestro vivir y convivir cotidiano.

XD: Lo que planteamos es el hacernos conscientes, entendiendo “la consciencia” como el “darse cuenta”. Si me doy cuenta que con mi modo de vivir estoy siendo parte de esta aceleración destructiva y del daño a la biosfera entonces cambio mi hacer, transformó mi modo de vivir y convivir porque si no lo hago, ¿de qué me sirve afirmar «estamos conscientes del cambio climático y sus consecuencias»? Si no cambia nuestra conducta, el sistema sigue operando de la misma manera. Comprender esto es fundamental para que nuestra conducta ética nos guíe en lo que hacemos en nuestro vivir y convivir cotidiano.

Armonía en el vivir y convivir

De acuerdo con la teoría de la autopoiesis, cada ser vivo opera como un sistema cerrado, ¿de qué forma podemos convivir en comunidad?, ¿qué rol juega, en este proceso de convivencia, el diálogo, el intercambio y la coordinación?

HMEn nuestro vivir y convivir cotidiano decimos que una persona se conduce de manera no ética cuando vemos que ella muestra que no le importa que lo que hace tenga consecuencias negativas tanto para ella, los otros y otras, como sobre el ámbito ecológico que hace posible la armonía de su vivir y convivir.

XD: Es un hecho biológico que uno no puede especificar lo que el otro siente o escucha respecto de lo que yo digo porque somos sistemas determinados en nuestra estructura. Todo lo anterior es una explicación biológica de nuestro modo de operar como sistemas cerrados que se producen a sí mismos y no supuestos teóricos. Ahora, si queremos explicar un fenómeno social, tenemos que entender que éste ocurre en el dominio relacional de las personas, y no en su realización molecular. Un fenómeno social es el encuentro de individuos, sus conversaciones, sus reflexio- nes, la generación de los mundos que las personas construyen en colaboración interactuando como individuos. Desde lo anterior, podemos vivir en comunidad cuando nos hemos dejado aparecer a nosotros mismos en un espacio de convivencia deseada. Esto implica soltar las cer- tidumbres, ideologías, teorías y disponernos a escuchar, a co-emocionar con los otros y las otras, aceptando el encuentro en la diversidad. Disponernos a conversar. Para que esto ocurra, tenemos que estar dispuestos a cambiar de opinión, y desapegarnos de verdades que solo es- trechan la mirada y la reflexión.

La divulgación científica en chile es un área que ha despertado el interés de los lectores y va en aumento, ¿qué opinión tienen de esto?, ¿cómo proyectan este fenómeno en el libro?

HMEn este libro no hacemos definiciones especificando puntos de partida arbitrarios para los temas que nos ocupan o los argumentos que usamos, lo que si hacemos son abstracciones de las coherencias y armonías de la realización de nuestro vivir cotidiano para explicar esas coherencias o las preguntas que nos surgen sobre ellas.

XD: En este libro hemos querido despejar y aclarar que es el “hacer ciencia” y llevarla al vivir cotidia- no, pues pensamos que mientras más cerca esté de las personas, más interés despierta sin por eso trivializar. A través del hacer y el pensar científico hemos avanzado como seres humanos en muchos dominios del quehacer de las personas. […] El científico lo primero que tiene que hacer es estar dispuesto a observar, curiosear, preguntarse, reflexionar, para poder mirar el ocurrir del fenómeno a investigar sin prejuicios o expectativas que limitan el ver.

 

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