Publicidad
Poetas populares reclaman por la vulgarización de la paya en Fiestas Patrias CULTURA

Poetas populares reclaman por la vulgarización de la paya en Fiestas Patrias

En un movimiento donde se destacan jóvenes y mujeres, las temáticas actuales son el calentamiento global, la naturaleza y la corrupción de la política en Latinoamérica. «La paya es expresión cultural que nos pertenece a todos, pero que por culpa de unos pocos se ha visto alejada del sitial que realmente le correspondería tener dentro de las artes populares de Chile», asegura Moisés Chaparro, presidente de la asociación de payadores.


Un reclamo por el mal uso de la paya, especialmente en la televisión, puso hace poco en el centro del debate a los poetas populares, que son especialmente requeridos en las Fiestas Patrias, que este comienzan este miércoles.

La primera semana de septiembre, la Asociación Gremial Nacional de Trabajadores de la Poesía Popular, Poetas y Payadores de Chile (AGENPOCH) publicó una carta firmada por su presidente, Moisés Chaparro, donde planteaba su hartazgo «de ser confundidos y presentados como simples rimadores de estrofas mal hechas y sin sentido».

«La paya es expresión cultural que nos pertenece a todos, pero que por culpa de unos pocos se ha visto alejada del sitial que realmente le correspondería tener dentro de las artes populares de Chile», asegura.

Vulgarización de la paya

Para Chaparro, fue clave en la «vulgarización» de la paya la aparición en dictadura de los así llamados «payadores designados», que surgieron para hacer el contrapeso a “Los Cuatro Payadores de Chile”.

Estos, liderados por Pedro Yáñez y seguidos de Jorge Yáñez, Piojo Salinas y Santos Rubio, levantaban una voz para hacer oír al payador chileno como una bandera de lucha durante la dictadura.

Los «payadores designados», por su parte, se dedicaban a hacer reír a la gente con una temática ridiculizante, «idiotizante más bien».

«Por el encanto que tiene la palabra, aunque sea ridícula, muchos chilenos engancharon con ese tipo de improvisación y no con la de los verdaderos payadores que había en ese minuto, que eran ‘Los Cuatro Payadores de Chile’ y seguramente otros tantos, pero que no tenían ninguna posibilidad de aparecer en los medios de comunicación, especialmente la televisión, por pertenecer a un sector que se identificaba con ideales contrarios al régimen autoritario que imperaba en ese momento en Chile», recuerda.

Hoy muchos creen que “tirar una paya” es rimar unas cuantas palabras sin sentido. «Así vemos que publicistas usan mal el término paya, y políticos, incluso presidentes, hacen versos deformes que presentan como paya».

Temáticas de la paya

Los temas de la paya provienen generalmente de las inquietudes del público asistente, dado que las temáticas son impuestas por dicho público, y cada época tiene una batería de asuntos que van emergiendo y luego van quedando en el olvido.

Un ejemplo son Salvador Allende y Augusto Pinochet, los personajes preferidos de la paya de los tiempos de la dictadura.

En la actualidad, en cambio, las temáticas son el calentamiento global, la naturaleza y la corrupción de la política en Latinoamérica.

«Se dice que los payadores somos la voz del pueblo, porque tenemos la responsabilidad de traducir a los versos los sentires, penas, alegrías y problemas de la gente», comenta Chaparro. «En un encuentro de payadores, los asistentes expresan sus situaciones más sentidas y el payador debe tomar esa temática para traducirla a versos, como lo hacía mi tío Lucho…».

Importancia en la cultura chilena

Si bien hay muchos que creen que este arte solo se practica en septiembre, lo cierto es que tiene cultores en todo Chile, en un movimiento que atraviesa fechas, géneros y edades.

«Para payar hay que ser payador, por tanto quienes hemos tomado esta disciplina como oficio de vida, somos payadores, no proyectamos un encuentro de payadores en el escenario», explica.

Los payadores chilenos son constantes invitados a encuentros internacionales. Por ejemplo, a fines de septiembre Chaparro debe, junto a Hugo González Hernández, viajar a Puerto Rico, para representar a Chile en el X Congreso Internacional del Verso Improvisado.

Los principales exponentes

Muchos han sido los contribuyentes a este arte, tanto en el pasado como en la actualidad, donde también destacan las mujeres y las nuevas generaciones.

Ellos se reúnen en distintos lugares, donde la paya se ha hecho un espacio de desarrollo. En el caso de la Región Metropolitana, todos los martes se junta un grupo de payadores en “El Chancho Seis” (Huérfanos 3025, Metro Quinta Normal) en el Barrio Yungay.

Además, todos los primeros domingos de cada mes se reúne un grupo de payadores en el Pueblito de Artesanos de Pirque. Allí también la AGENPOCH realiza sus cuatro actividades anuales, faltando para el año 2019 el “Concurso Nacional de Verso Hecho”, que será el primer domingo de noviembre, y el “Campeonato Nacional de Cuecas Improvisadas”, que será el primer domingo de diciembre.

En la Región de Valparaíso, en tanto, se ha hecho habitual que el colectivo “Payadores del Puerto” se junte en un lugar que se llama “La Pará Kultural” (Serrano 442, estación Puerto del Merval). En la Región del Biobío los encuentros más conocidos son los de Cabrero, Coronel y Saltos del Laja en el verano.

Origen rural

En su propio caso, Chaparro atribuye sus inicios a un familiar que gozaba de una fama como payador en la zona de Codegua, en la Región de O’Higgins.

«Allá por el año 1989 o 1990, apareció Francisco Astorga, para canalizar mis inquietudes payadoriles y me reveló algunos de los secretos de la improvisación en Chile, y en un contrapunto con el connotado ‘Chincolito’ de Curicó entre el obrero y el patrón, me salieron las verdaderos dotes de improvisador».

Comenzó entonces una carrera que lo llevó a ser un invitado frecuente de los encuentros de payadores de Chile, con algunas visitas a países como Perú, Uruguay, Argentina, Francia y España.

«Además he desarrollado varias dotes asociadas al oficio de payador, como el de guitarrero, guitarronero, investigador, cantor y profesor de esta disciplina en los colegios en donde trabajo», destaca.

Su carrera le ha valido publicar varias obras musicales y literarias y algunas incursiones en el cine, como la participación en la serie «Héroes» de Canal 13, junto a los payadores Manuel Sánchez y Guillermo “Bigote” Villalobos.

Los orígenes de la paya

En el mundo hispanoamericano, los orígenes de la paya se remiten a la Edad Media española, con el «Mío Cid» como obra emblemática, donde los trovadores contaban la epopeya en versos rimados, a modo de extensos romances.

«Muy avanzado ya el siglo XVI, hace su aparición en el mundo de habla hispana ‘La Décima’, de manos de José Vicente Martínez Espinel, más conocido como Vicente Espinel, por quien le viene a Lope de Vega la idea de llamar espinela a esta estrofa de 10 versos con una rima específica», explica.

Esta es una estrofa precisa, de 10 versos y octosilábica, que marca un antes y un después en el mundo de la improvisación.

Vicente Espinel publica la décima en su libro Diversas Rimas, publicado en el año 1591 bajo la supervisión de Alonso de Ercilla, quien regresaba del entonces Reino de Chile y el que se encontraba en proceso de publicar La Araucana. «Así aparece la décima en el ámbito de la poesía popular en el mundo, estrofa que hoy en día es la estrofa madre de la improvisación mundial».

En Chile, finalmente, el encuentro entre el «Mulato» Taguada y Javiera de la Rosa constituye el acontecimiento fundacional de este arte, ocurrido supuestamente en 1830 en San Vicente de Tagua Tagua, y que terminó con la derrota del primero, según cuenta Chaparro en su libro El payador chileno a comienzos del siglo XXI (2011).

Estando en una ramada
Y después de unas carreras,
Saltó el mulato Taguada
A desafiar a cualquiera.

Un encuentro en que, por cierto, terminó derrotado el primero, quien, avergonzado, habría unido las cuerdas de su guitarrón para quitarse la vida ahorcado en un árbol de las afueras del poblado, «puesto que no habría soportado la vergüenza de su derrota».

Publicidad

Tendencias