CULTURA
La muestra que se exhibe en el Salón Los Conservadores del Archivo Nacional recorre el origen y usos del papel en la historia, especialmente su llegada a América y los usos que tuvo durante la época colonial.
Exposición “El papel del papel”
La exposición “El papel del papel” da cuenta de las riquezas y bellezas de un producto que, durante tres siglos de dominación hispánica, fue importado desde Europa, en particular desde España, Francia, Italia, Inglaterra y Holanda.
Especial referencia realiza al llamado “papel sellado”, que era era un estanco y renta real (una suerte de papel oficial para efectuar trámites judiciales o administrativos.), y que pasaba por una imprenta madrileña para recibir el cuño del escudo del rey, con fechas para su validez y con su precio correspondiente.
El estudio de este papel nos permite rastrear la historia de todos los papeles empleados en Chile, muchos de los cuales se conservan en los diferentes fondos del Archivo Nacional Histórico. En el siglo XVII, muchos de los papeles sellados que llegaban a Chile eran “papeles de Génova”, esta denominación garantizaba su buena calidad, sin que necesariamente procedieran realmente de esa ciudad italiana. Paralelamente, el contrabando, siempre difícil de documentar, aparece en la exposición mediante el papel francés desembarcado en Huasco, en 1800.
El contenido de la exhibición, también, abarca desde la composición química del papel, sus diversos usos, la industria papelera española del siglo XVIII, su contrabando en América colonial, los sellos y calidades del papel hasta las marcas de agua o filigranas.
La muestra se realizó a partir de un proyecto Fondecyt –con el financiamiento del Archivo Nacional de Chile– realizado por la historiadora Aude Argouse y el grupo de investigación integrado por: E. Gutiérrez, J. Araneda, M. E. Albornoz, A. Sanzana, S. Díaz. En España, M. a Soliva. En Perú, L. Peralta. En Francia, Ch.l Gariel.
La exposición estará abierta hasta el 13 de septiembre, de lunes a viernes, de 09:00 a 17:30 horas, en Miraflores 50, Santiago centro. La entrada es liberada.
