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“Los tres mundos de Santiago”, una novela de Aldo Torres Baeza CULTURA|OPINIÓN

“Los tres mundos de Santiago”, una novela de Aldo Torres Baeza

María José Quesada Arancibia
Por : María José Quesada Arancibia Licenciada en Filosofía. Coordinadora general en El Mostrador
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Con más que un guiño a “1984” de George Orwell, -la que hace pocos días cumplió su 70 aniversario-, el protagonista de dicha novela, Winston Smith, será de gran relevancia para Santiago Velásquez, ya que es quien le da la clave para descender al mundo de la basura, lugar desde el cual se ejerce el control social.


“Los tres mundos de Santiago”, novela escrita por Aldo Torres Baeza, publicada por la editorial Santiago-Ander en 2018, es una historia de ficción con sentido, donde se muestra una perspectiva diferente de cómo leer el mundo que habitamos.

[cita tipo=»destaque»]Es así como Aldo Torres, a través de este libro de ficción, da cuenta de un sistema de control societal, donde “el mayor logro del mal es pasar como representante del bien (…) la estructura de control ha cambiado: de las prisiones, hospitales, centros penitenciarios, cuarteles y fábricas, se ha pasado a la construcción de centros comerciales y clínicas de belleza”. Suena familiar, ¿no? Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.[/cita]

Situado en la ciudad de Santiago, el personaje principal –Santiago Velásquez- se obsesiona con un basurero que para él permanece la mayor parte del tiempo vacío, lo vigila y se da cuenta que nadie se acerca a este ni bota basura en él. En esa fijación, ya cotidiana, discurren distintos episodios que tejen este relato político que intenta dar a conocer otras dimensiones que coexisten con nuestra realidad y la configuran como tal.

Con más que un guiño a “1984” de George Orwell, -la que hace pocos días cumplió su 70 aniversario-, el protagonista de dicha novela, Winston Smith, será de gran relevancia para Santiago Velásquez, ya que es quien le da la clave para descender al mundo de la basura, lugar desde el cual se ejerce el control social.

Winston se encuentra investigando la presencia del mal en Santiago: “el gran ojo”, “la policía del pensamiento”. El objetivo de estos últimos “es crear seres humanos en masa, hipnotizados para comprar y consumir cosas que luego se convertirán en basura. Basura en los mares, basura en los bosques, basura en el alma. ¡El mundo entero convertido en basura¡”. Y la basura como tal en una sociedad de consumo desmedido, es el insumo que les permite a los seres extraños del inframundo, mantener el statu quo, conocer y manipular a la mente humana.

Es así como Aldo Torres, a través de este libro de ficción, da cuenta de un sistema de control societal, donde “el mayor logro del mal es pasar como representante del bien (…) la estructura de control ha cambiado: de las prisiones, hospitales, centros penitenciarios, cuarteles y fábricas, se ha pasado a la construcción de centros comerciales y clínicas de belleza”. Suena familiar, ¿no? Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

En esta novela, se encontrará el lector con situaciones que tienen que ver con el territorio, la historia política, y la propia naturaleza humana: la piedad, la soledad, el desapego, la indiferencia y las vulnerabilidades.  

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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