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La fantasía amorosa de Alejandro Zambra CULTURA|OPINIÓN

La fantasía amorosa de Alejandro Zambra

Ramiro Villarroel Cifuentes
Por : Ramiro Villarroel Cifuentes Poeta, escritor y productor ejecutivo para cine y TV. Vive y trabaja en Temuco.
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Un delicado trabajo editorial bilingüe español-inglés que nos entrega el placer de leer la frenética urbana y sus habitantes.


Fantasía es una de esos relatos que tiene las características de una pequeña obra maestra, como el menudo cuadro de un gran pintor que logra enmarcar un grupo de personajes para dejarnos ver la complejidad y riqueza de las relaciones humanas en un formato de alta síntesis, de mínima extensión, relato de dibujo acabado y espontáneo, texto de exquisito cromatismo y cuidada definición.

[cita tipo=»destaque»]El desenlace de esta historia puede ser tan complejo como para llegar a una simpleza que nos sobrecoge donde el amor, la amistad, la homosexualidad, el engaño, la comprensión, el trabajo, la familia, la diferencia y el imprevisible rumbo de la vida nos entrega experiencias maravillosas y que la literatura en este caso recoge de manera magistral junto a las ilustraciones de Javiera Hiault-Echeverría que nos muestran cuerpos incompletos que se complementan[/cita]

La historia comienza con la descripción de la situación del protagonista que se ve afectada por la muerte del padre y la independización de la madre recién viuda, la que le deja a éste el departamento donde antes viviera la familia, enfrentándolo a la consecuente soledad en la que se ve sumergido: “que esa libertad fuera tan semejante al abandono me parecía nada más que un detalle”, dice el personaje principal al inicio del relato. Unos días antes el padre del protagonista había comprado un camión que se transforma en el leitmotiv de esta historia, camión que hereda naturalmente el protagonista y que es el centro de atención por el cual Luis Miguel, personaje que activa todas las dimensiones del relato, se transforma en amante y compañero de trabajo de la voz narrativa que es nuestro protagonista, proponiéndole trabajar el camión para realizar fletes. A medio camino irrumpe Nadia, la mejor amiga del protagonista, que toma las riendas de las actividades de los personajes transformando la empresa de fletes en una nueva empresa, con nuevas y productivas reglas laborales: “Mudanzas Fantasía”. Esta empresa funciona, produce rentabilidad y también produce cambios en las vidas de todos los involucrados, sumados la madre del protagonista que un día llega sin previo aviso a su departamento encontrando a su hijo en la misma cama con Luis Miguel, y otros cambios que también implican a la familia de Luis Miguel que escenas después “gritaba y golpeaba la mesa con un énfasis falso. Habló de futuro, de ahorros, de sueños, de hijos, de oportunidades, de un mundo real que nosotros no conocíamos”.

El desenlace de esta historia puede ser tan complejo como para llegar a una simpleza que nos sobrecoge donde el amor, la amistad, la homosexualidad, el engaño, la comprensión, el trabajo, la familia, la diferencia y el imprevisible rumbo de la vida nos entrega experiencias maravillosas y que la literatura en este caso recoge de manera magistral junto a las ilustraciones de Javiera Hiault-Echeverría que nos muestran cuerpos incompletos que se complementan. Un delicado trabajo editorial bilingüe español-inglés que nos entrega el placer de leer la frenética urbana y sus habitantes.

“Fantasía”, Alejandro Zambra, Ediciones Metales Pesados, Santiago de Chile, diciembre de 2016, 47 páginas.

Ramiro Villarroel Cifuentes. Escritor.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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