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Fotografía modernista brasileña en MAC de Parque Forestal

Fotografía modernista brasileña en MAC de Parque Forestal


«Moderna para Sempre» – Fotografía Modernista Brasileña en la Colección Itaú Cultural llega a MAC Parque Forestal

  • En MAC de Parque Forestal, Parque Forestal, Metro Bellas Artes
  • 8 de mayo al 9 de junio
  • Entrada liberada

Itaú Cultural termina en el Museo de Arte Contemporáneo, sede Parque Forestal, en Santiago de Chile, la itinerancia por Latinoamérica de Moderna para Sempre – Fotografía Modernista Brasileña en la Colección Itaú Cultural, después de circular por Brasil y otros países vecinos.

Moderna para Sempre está compuesta por 103 fotografías – cuatro fueron recién adquiridas e incorporadas a esta selección – que representan un importante periodo de la fotografía brasileña, a partir de los años de 1950. Esta muestra es realizada en alianza con el Ministerio de las Relaciones Exteriores de Brasil.

Con la curatoría del fotógrafo e investigador brasileño Iatã Cannabrava, Moderna para Sempre reúne más de 100 trabajos de 20 reconocidos artistas, con enfoque en su participación en Foto Cine Clube Bandeirante y en su importancia en el movimiento moderno para la cultura e identidad brasileñas: “Atentos a las transformaciones que ocurrían en el mundo, los fotógrafos modernos brasileños devoraron influencias para crear una nueva fotografía, cuya premisa fue una lectura esencialmente creativa y de ruptura”, explica Iatã Cannabrava.

De esta manera, en Moderna para Sempre se destacan Formas (1950), de Eduardo Salvatore, quien tuvo un importante papel en el escenario fotoclubista como uno de los fundadores de Foto Cine Clube Bandeirante, en 1938, en São Paulo. Además de la fotografía vintage «Sem Título», con fecha indeterminada, «Botellas «(1950), «Esboço» (1960) y «Autorretrato com sombra» (1953), del catalán que vivió exiliado en Brasil, Marcel Giró.

Integran la muestra, entre otras, obras del fotógrafo José Oiticica Filho, del que hay siete fotografías hechas entre 1949 y 1958, todas con su sello de fuerte contraste entre claros y oscuros y la relación entre personas, espacios vacíos y la geometría, como en «Triângulos Semelhantes», de 1949.

Otro importante miembro de Foto Cine Clube Bandeirante, Thomaz Farkas, ha presentado obras como «Energia»   (1940) y Bailarina do Balé da Juventude UNE, Rio de Janeiro, RJ (1947). Nueve obras de Ademar Manarini reflejan la faceta abstracta geométrica del autor, como se puede ver en «Janelas II» (1953), «Sem título» (1950), «Passarela – Largo Ana Rosa» (1950) y «Composição» (1960), entre otras.

De Gertrudes Altschul, una de las pocas mujeres en el fotoclubismo a partir de la década de 1940, están expuestas «Arabescos em Branco» (1960), «Composição» (s.f.) y «Composição II» (s.f.). Se unen a estas las obras de Rubens Teixeira Scavone, como la contemporánea Abstração #5, de 1950, y Composição Moderna (1953), de Gaspar Gasparian.

Además de trabajos de Ino Alhanat y Paulo Pires, entre otros, están presentes en la exposición 23 trabajos de José Yalenti. Una de las nuevas obras adquiridas por Itaú Cultural y que también se exhibe es «Florale», de Geraldo de Barros, que pasa a formar parte de un conjunto de 12 imágenes del autor, junto a «Tatuapé» (1948), «Autorretrato» (1949) y «Cadeira Unilabor» (1954). Otras dos son «Oca» y «Parque do Ibirapuera», de German Lorca. Luego están «Composição» y «Sem título», de Mario Fiori, que se unen a «Elos», otro trabajo realizado por él en 1950.

El fotoclubismo brasileño tuvo su inicio en São Paulo, en Foto Cine Clube Bandeirante, en 1938, y se extendió a otros fotoclubes de la ciudad. Por lo general, estaba compuesto por fotógrafos aficionados que, libres de las obligaciones del trabajo comercial, podían experimentar y romper reglas. Por esos núcleos pasaron artistas como Geraldo de Barros, José Yalenti y German Lorca. «En las imágenes encontramos las búsquedas por formas y volúmenes, arte abstracto y surreal, con una evidente influencia de las antiguas vanguardias europeas», cuenta Cannabrava.

Los trabajos de estos artistas inicialmente eran pictóricos e imitaban los estándares de la pintura del siglo XIX. Con el desarrollo y crecimiento económico del país, ellos desembocaron en el granero de la fotografía moderna brasileña, la llamada Escola Paulista.

«Las obras parecen unísonas porque tienen una fuerte unidad temática y se dividen en dos grupos: ciudades o formas, ya sean geométricas, elaboradas o simétricas», explica el curador. «A partir de este momento, texturas, contraluces, enmarcados sobrios, líneas, solarizaciones, fotomontajes, fotogramas, entre otros, pasan a integrar el vocabulario creativo», resalta.

Es importante señalar también que la mayoría de los miembros de los fotoclubes eran inmigrantes de origen europeo o descendientes de refugiados de las guerras del hemisferio norte, que se establecieron en Brasil con una mirada más optimista y de esperanza en el futuro, distante de los temas sociopolíticos predominantes en los trabajos de esa época, y se diferenciaron del movimiento europeo centrado en las dificultades sociales.

Para el curador, este grupo se anticipó al actual universo de los blogs, Facebook y Flickr, formando lo que podrían denominarse las primeras redes sociales de que se tiene conocimiento en el área de la fotografía. Por medio de salones, catálogos y concursos, formaron una red internacional que difundía la producción en los grandes centros de la fotografía mundial y también de Brasil.

Iatã Cannabrava es fotógrafo, editor, curador y agente cultural. Tiene tres libros publicados —»Casas Paulistas» (2000), «Uma Outra Cidade» (2009) y «Pagode Russo» (2014)—, fotos en las colecciones MASP-Pirelli, Galería Fotoptica, Joaquim Paiva y MAM-SP, además de trabajos publicados en ocho libros de autoría colectiva.

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