CULTURA
«El maestro», del cineasta búlgaro Iván Tziboulka, será parte del festival Puerto de Ideas Antofagasta, que comienza esta semana. Ideada y producida por el biólogo Pablo Rosenblatt, la cinta explora la vida y el impacto de las innovadoras ideas que desarrolló Maturana junto a sus discípulos y colaboradores, tales como la autopoiesis y la deriva natural, teorías que han cruzado nuestras fronteras y se han diseminado por el mundo.
¿Quién es Humberto Maturana? ¿Por qué sus ideas han sido tan importantes para la ciencia y otras disciplinas del conocimiento? Estas son algunas de las preguntas que intenta responder El maestro, el documental del cineasta búlgaro Iván Tziboulka (Sofía, 1956).
«Me llamó mucho la atención su capacidad de expresar fenómenos e ideas complejas y abstractas, de manera simple y coloquial. Su argumentada postura en defensa de la colaboración y en contra de la competencia entre las personas, rompió drásticamente para mí viejos paradigmas», explica el cineasta.
Tziboulka estudió Dirección de Cine y Televisión en Alemania y trabajó como documentalista en Bulgaria. En Chile ha participado en varias series documentales, como «Patiperros», «Al sur del mundo» y «Enlaces». Fue uno de los fundadores de la Asociación de Documentalistas de Chile (ADOC) y dirigió los documentales Gitanos sin carpa (2002) y Vecinos del volcán (2013).
La obra será estrenada mundialmente en el festival Puerto de Ideas Antofagasta, que se desarrolla a partir de esta semana, específicamente los días 12, 13 y 14 de abril.
Ideada y producida por el biólogo Pablo Rosenblatt, la cinta explora la vida y el impacto de las innovadoras ideas que desarrolló Maturana junto a sus discípulos y colaboradores, tales como la autopoiesis y la deriva natural, teorías que han cruzado nuestras fronteras y se han diseminado por el mundo. El filme es un homenaje a él y sus revolucionarias ideas.
Rosenblatt explica que la idea era conmemorar los 90 años de Maturana «y explicar de forma simple y cercana cuáles son las ideas, por qué es tan citado a nivel internacional y tan seguido por tantas personas, y su punto de vista marca un liderazgo».
Se podrá ver el sábado 13 de abril, a las 18:30 horas, en el Cine Hoyts del Mall Plaza Antofagasta.
«Escuché por primera vez el nombre Humberto Maturana en mi país, Bulgaria, de parte de algunos ex compañeros de escuela míos», recuerda Tziboulka.
Al enterarse, en 1987, que en familia pretendía viajar a Chile, le dijeron que por un lado lamentaban que se dirigieran al país del dictador Augusto Pinochet, pero que por otro lado se alegraban de que llegaran «al país del biólogo y filosofo Humberto Maturana».
«Mi curiosidad se transformó en profundo impacto, cuando, en 2018, gracias al productor Pablo Rosenblatt, pude asistir a un taller de verano impartido por el mismo Maturana y su colaboradora Ximena Dávila. De ahí fue un privilegio para mí cuando Rosenblatt me propuso dirigir un documental, ideado y propuesto por él, que revele el enorme aporte internacional del científico chileno, que en 2018 estaba por cumplir 90», agrega.
El propio Rosenblatt conoció a Maturana de niño, ya que era compañero de colegio de su hijo Marcelo e incluso iba a su casa.
«Cuando llegué a la universidad a estudiar, primero Medicina y luego Biología, me hice muy cercano a sus ideas. Empezaron a aparecer sus libros y los estudiábamos en ese tiempo», dice en alusión a textos como El árbol del conocimiento (1984), escrito con Francisco Varela.
«Eran libros provocadores, innovadores. También asistí a algunas clases de él en la facultad y seminarios que hizo en otros lados. Sus ideas eran muy interesantes y me interesaba entenderlas bien y conocer sus implicancias», rememora.
En el documental aparece entrevistado el propio Maturana para contar no solo sus ideas, sino también su vida y algunas anécdotas.
También algunos de sus actuales colaboradores de Matríztica y ex alumnos de él, así como Jorge Mpodozis, Juan Carlos Letelier, Patricio García y otros compañeros de ruta.
«Quería que ‘la breve historia de Maturana’ se narrara por los mismos protagonistas, por lo tanto, las entrevistas fueron seleccionadas por su capacidad de narrar y expresar ideas relevantes, para evitar el uso de narración o locución en ‘off'», agrega.
Para el montaje, Tziboulka además eligió imágenes metafóricas de la naturaleza y también fotos de archivo, que sirven para ilustrar ciertos tramos de la historia. Algunas fuentes fueron las series «Mentes brillantes» y «La travesía de Darwin».
Rosenblatt destaca a Maturana como una figura «con una postura muy ética respecto de los tiempos que estamos viviendo».
«No son tiempos fáciles. Son tiempos complicados, difíciles. Hay gran incertidumbre en el mundo con lo que va a ocurrir en el planeta, la destrucción del medio ambiente, la contaminación de los océanos y el anhelo de crecer y crecer», expresa.
«Creo que Humberto tiene un punto de vista muy claro, sustentado en la evidencia científica, de cómo y hacia dónde nos deberíamos dirigir los seres humanos. Lo que él propone –conversar, dialogar, abrirnos– es el único camino que hay, no solo para solucionar los problemas ambientales, sino también los sociales, que son muchos», concluye.
