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Alejandra Martí, Directora Ejecutiva de Ópera Latinoamérica: «Estamos viviendo un cambio de paradigma gracias a la masificación de internet» CULTURA

Alejandra Martí, Directora Ejecutiva de Ópera Latinoamérica: «Estamos viviendo un cambio de paradigma gracias a la masificación de internet»

En el mundo del arte conviven diferentes ecosistemas, ramas, especialidades, y genialidades. «El arte en sí mismo es un elemento vital para el desarrollo social y humano», apunta Alejandra Martí. «Si revisamos en la historia a los líderes y actores principales de esta gran disciplina podemos encontrar increíbles referentes. Y si hablamos de mujeres destacadas en el arte surgen rápidamente nombres como: Artemisia Gentileschi, Frida Kahlo, Georgia O´Keeffe, Ana Mendieta, Camille Claudel, y Gabriela Mistral en Chile. Todas ellas han sido un aporte fundamental en el desarrollo del arte a nivel mundial».


¿De qué manera la mujer ha roto paradigmas en el mundo de las artes?, ¿Cuál es el presente y el futuro para el rol de la mujer en el espectro artístico? De esto y mucho más habla Alejandra Martí, Directora Ejecutiva de Ópera Latinoamérica,  organización sin fines de lucro que agrupa teatros de ópera iberoamericanos cuya misión es difundir y promover el arte lírico en la región. Creada en 2007 en Chile, está integrada por instituciones de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Estados Unidos, México, Perú y Uruguay, que cada año se reúnen para trazar nuevos énfasis y objetivos.

-Cuentas con una amplia experiencia en el mundo de la gestión cultural, has desempeñado cargos de desarrollo institucional y diversas asesorías en el plano artístico en Chile y el extranjero ¿Cómo percibes el desarrollo del arte, y de las artistas femeninas, en el ecosistema cultural actual?

-La mujer tiene mucho más que aportar aún, no solo en el mundo de arte, si no en el mundo institucional, tanto público como privado. Si miras la composición de los directorios de empresas chilenas, tanto en género como en edad, saltan alertas que los empresarios deberían mirar más con detención.

El año 2018 la participación de mujeres en directorios fue del 6%, lo que hace impensable que haya movilidad y medidas que las integren más a la fuerza laboral. Si además, el 30% de los directores tienen entre 61 y 70 años, el otro 30% entre 51 y 60, es poco probable que haya foco en políticas para promover la movilidad de generaciones más jóvenes, desarrollo de estrategias para no perder los talentos jóvenes, integración de los ‘millennials’, o el desarrollo de la innovación en la empresa.

Hay una gran ventaja en el mundo del arte en su ámbito laboral que obviamente hace que haya una alta tasa de mujeres en este sector. Esto es por la flexibilidad horaria y la gran cantidad de trabajo freelance, beneficios que no se dan en industrias más tradicionales y jerarquizadas.

Pero lo que puede ser una ventaja, también se transforma en desventaja, desde el punto de vista de los salarios más bajos e informalidad o precariedad de contratación. Esto hay que revisarlo urgentemente.

-El arte transfiere conocimientos y experiencias ¿ves en la mujer una sensibilidad especial como canalizadora de emociones en el arte?

-Más que hablar de una sensibilidad especial propia de la mujer, creo que ha habido un cambio hacia una mayor valoración de los atributos o capacidades femeninas en el mundo profesional como antes no se había visto. Además, hoy día el hombre está mucho más abierto a incorporar una sensibilidad femenina sin que haya temor a una represión social al respecto.

Por otro lado, estamos viviendo un cambio de paradigma gracias a la masificación de internet y el advenimiento de la economía colaborativa, y la mujer tiene en su ADN elementos que son más naturales y propios para desenvolverse en este plano. Como por ejemplo, la facilidad y adhesión al trabajo en red, al trabajo horizontal y a la comunicación. Es ahí donde la mujer está en su espacio natural y tendrá mucho que entregar en este siglo. Todo esto hace que su valoración hoy en día en el mundo profesional vaya aumentando.

Hombres y mujeres somos distintos, y la riqueza es que aportamos desde capacidades y habilidades diversas en las organizaciones.

Lamentablemente, las organizaciones aún son muy masculinas en su forma de funcionar. Felizmente, esto está empezando a cambiar y hay muchas mujeres que están contribuyendo a un cambio significativo.

-¿Tienes alguna referente femenina chilena en el rubro artístico?

Hay muchas mujeres que lo están haciendo bien el mundo del arte chileno. Si nos quedamos sólo con mujeres referentes en la lírica en Chile te nombro a dos a quienes hay que seguirles la pista. Yaritza Véliz, cantante lírica quien desde el año pasado está realizando un perfeccionamiento en el Young Artist Program del Royal Opera House. Ella es un ejemplo de perseverancia, motivación y profesionalismo.

Otra referente interesante es Christine Hucke, Directora de Escena Chilena, quien recién realizó su especialización en Italia y ya ha dirigido en el Pequeño Municipal y la Ópera de Kasajistán.

Ampliando hacia la gestión de teatros, creo que Carmen Gloria Larenas, Directora Artística del Teatro del Lago, con el apoyo de Nicola Schiess, están haciendo un aporte regional de alto impacto. A 10 años ya se ven los frutos y el posicionamiento internacional que ha tenido ese gran proyecto.

Y si vamos un poco más allá a una gestión internacional, el trabajo que está haciendo Trinidad Zaldívar, en el BID es ejemplar y ayudará a abrir camino a los emprendedores en industrias creativas en Latinoamérica.

-¿Crees que el arte seguirá evolucionando a nuevas formas, de la mano de quienes vendrían esas transformaciones?

-Creo que cada día vemos más una fusión de géneros. La llamada transdisciplinariedad. Por otro lado, por la gran cantidad de teatros construidos, creo que en Chile cada vez más abriremos espacio a los musicales, por ejemplo. Que a ojos de mucha gente es un tipo de ópera contemporánea, o bien para otros solo un nuevo género.

En esta misma línea de las transformaciones, quizás lo más radical lo hemos visto en la incorporación de la tecnología y el lenguaje audiovisual. Por ejemplo, las grabaciones y transmisiones han hecho que, de la función en vivo, salga una nueva obra que es la grabada y que haya un nuevo artista involucrado que es el director de TV. Hay una nueva reinterpretación de la obra por medio de las cámaras y de lo que estas deben mostrar. Es decir, surge una nueva obra de arte que es la película.

Por otro lado, vemos una incorporación de lenguajes audiovisuales o tecnológicos en la puesta en escena misma. Escenografías virtuales, hologramas etc. Lo cual también es interesante desde el punto de vista de la facilidad de montaje, cantidad de técnicos, posibilidades de circulación etc.

Pero, si vamos más allá, veo que hay un desafío enorme por la incorporación de la tecnología en el modelo de negocio, cadena de valor, etc. Por ejemplo, la tecnología ha ayudado a la masificación y mayor consumo de música clásica. Los grandes aportes en este sentido han sido desde YouTube y Spotify.

Si lo analizamos, estas son empresas privadas, pero veo aún a algunos teatros lejos en la incorporación y/o mayor aprovechamiento de la transformación digital que está removiendo al mundo entero. Ya muchos están adoptando tendencias. Por ejemplo, haciendo streaming, o programando transmisiones cuando el espacio en pauta lo da. Incluso desarrollando sus propias plataformas como lo es Palco Digital, el Digital Concert Hall de la Filarmónica de Berlín y The Opera Platform como una iniciativa gremial europea. Pero creo que aún, hay un espacio de desarrollo enorme que no se aprovecha.

A nivel gremial o colaborativo nosotros estamos empezando con Escena Marketplace. Que es la primera plataforma de comercialización de óperas, ballet y música. Creo que está teniendo una buena aceptación, pero aún falta.

-¿Están haciendo un levantamiento de datos a nivel regional?, ¿Cuál es el fin de esto? Realizaron una llamativa campaña de CrowdData recientemente ¿tuvo impacto?

-Ópera Latinoamérica es una asociación que reúne a 33 Teatros a nivel Regional en 11 países, pero entendemos que son cientos de teatros los que existen, y con muchos más hay posibilidades de colaboración.

Estamos en un continente en que nos une prácticamente una sola lengua, y somos más de 500 millones de habitantes. Las iniciativas que se pueden levantar en conjunto por la promoción de la música clásica son enormes, pero falta información de la industria, de la participación y consumo a nivel regional. En este contexto, en julio del 2018, empezamos a levantar información de los teatros medianos y grandes en toda Latam. Teníamos catastrados 350 teatros, pero creíamos que podía haber información que faltara. Es así que decidimos realizar un levantamiento de información e invitar a la comunidad que sigue a OLA a ayudarnos en esta iniciativa. Contamos los objetivos para obtener estos datos, que básicamente eran realizar una encuesta de participación cultural a nivel Latinoamericano, trabajando en conjunto con los teatros para hacer el levantamiento. Esto con el fin de enriquecer los datos obtenidos por las encuestas nacionales.

¿El resultado? La respuesta fue genial. Era una apuesta y fueron decenas de personas las que nos respondieron por las redes y llenaron los formularios con datos de teatros que no teníamos. Un caso interesante, por ejemplo, fue Venezuela. Un país con el que actualmente no trabajamos pudimos enriquecer la base con todos los teatros de ese país. Y así también, con teatros de otros países que no conocíamos.

 

 

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