Crédito: César Sepúlveda
Novena Sinfonía de Beethoven con Orquesta Sinfónica Nacional de Chile y Coro Sinfónico de la Universidad de Chile
Con una de las obras más sobresalientes de todos los tiempos, Sinfonía N° 9 en Re menor Op. 125 “Coral”, de Ludwig Van Beethoven, la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile y el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile despedirán 2018. Serán tres funciones en Santiago, el viernes 14, viernes 21 y sábado 22 de diciembre a las 19:40 horas en el Teatro Universidad de Chile, además de una presentación en el Teatro Aula Magna de la Universidad Federico Santa María de Valparaíso, el sábado 15 del mismo mes.
La batuta estará a cargo de la maestra brasileña Ligia Amadio, una de las más destacadas directoras sudamericanas de la actualidad, quien se ha distinguido, entre otras cosas, por su exigencia artística y carisma. Sus actuaciones internacionales se extienden por Alemania, Argentina, Austria, Bolivia, Colombia, Croacia, Cuba, Eslovenia, Estados Unidos, Francia, Islandia, Israel, Italia, Japón, Holanda, Hungría, Líbano, México, Panamá, Perú, Portugal, República Checa, Rusia, Serbia, Tailandia, Uruguay y Venezuela. Esta vez regresa a Chile tras dirigir esta misma orquesta en 2017 con otra de las obras preferidas del público, Carmina Burana.
El programa contará también con los destacados solistas nacionales Andrea Aguilar, soprano que se presentó recientemente junto a la Sinfónica en la interpretación del Réquiem de Verdi; Brayan Ávila, tenor con estudios formales de canto en la Universidad de Chile; y Sergio Gallardo, bajo-barítono que se ha presentado con las principales orquestas nacionales y quien tuvo su debut en Europa el año 2011, en el prestigiogo Théâtre du Capitole de Toulouse en Francia, siendo dirigido por el afamado Gianluigi Gelmetti. Junto con ellos estará también la contralto argentina Guadalupe Barrientos, finalista del Concurso Internacional de canto “Neue Stimmen” 2011, elegida por la Asociación de Críticos Musicales como «Mejor Cantante Argentina 2012”.
En la última etapa de su vida, quizá la más difícil pero la de mayor riqueza espiritual, Beethoven dio vida a una de las obras más importantes del repertorio sinfónico, considerada como uno de los pilares de la música occidental, un himno a la hermandad, la universalidad y la alegría.
El director del Coro Sinfónico Universidad de Chile, Juan Pablo Villarroel, señala respecto de ella que “a pesar de que es una obra que hemos interpretado en varias ocasiones, y de que la parte coral es más bien corta, siempre es fantástico hacerla y trabajar con ella, pues no todas las obras llegan a ese nivel. Como pasa con todas las obras de arte, uno puede hacerla una y mil veces, y siempre descubres cosas nuevas, cosas que te maravillan”.
Los orígenes de la última sinfonía compuesta y terminada por Beethoven, se remontan a 1793, cuando el compositor manifestó su intención de trabajar el poema Lied an die Freude (Oda a la Alegría) de Schiller. En 1808 compuso la Fantasía Coral op.80, una especie de ensayo preparatorio de la Novena, donde el coro entra después de una sección orquestal ampliada. Si bien algunos materiales son de 1817, fue a partir de 1822 que comenzó a trabajar seriamente en ella, tras recibir un encargo de la Sociedad Filarmónica de Londres., terminándola definitivamente en 1824, año en que fue estrenada en Viena.
