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Raúl Schüler, el coleccionista que hizo su propio Versalles en Rancagua con obras robadas CULTURA

Raúl Schüler, el coleccionista que hizo su propio Versalles en Rancagua con obras robadas

El empresario de 74 años, ex miembro de la Sociedad Nacional de Agricultura, tenía en su propiedad estatuas del cerro Santa Lucía, el Cementerio General y de una plaza de Valparaíso, todo en el fundo que está inspirado en el Palacio de Versalles, rodeado de jardines y lagunas con aves exóticas. «Es una demostración del poder y el privilegio que da el poder de tener cosas robadas de lugares públicos tan importantes, y hacerlo impunemente. Es un privilegio que alguien se pueda jactar de eso», señala un experto.


«Schüler», alemán, significa «colegiales», pero el comportamiento del empresario agrícola Raúl Schüler (Santiago, 1944) está muy lejos de ser un ejemplo para los escolares.

En su fundo «La Punta» de la comuna de San Francisco de Mostazal, de 40 hectáreas, la policía halló este mes estatuas que figuran como robadas desde el año 2003 en adelante, de lugares tan diversos como una plaza de Valparaíso, el cerro Santa Lucía, la iglesia de San Francisco y el Cementerio General de Santiago, además de piezas arqueológicas y armas.

En ese mismo lugar, Schüler tuvo parrones de uvas  y funcionó un packaging. «Vimos las estatuas, pero nunca nos imaginamos que eran robadas», comenta una trabajadora que laboró en el lugar. «Pero él es bueno, en la Navidad les hacía una celebración a los hijos de los trabajadores», añade.

Próxima formalización

Lo cierto es que ahora el empresario de 74 años está en problemas. Está en la mira de la Fiscalía Regional de Rancagua, que tiene previsto formalizarlo en diciembre o enero en el Tribunal de Garantía de Graneros por receptación, infracción a la Ley de Monumentos Nacionales y la Ley de Control de Armas.

Además, el Ministerio de las Culturas se hará parte de la causa, según señaló su titular Consuelo Valdés.

«Se presentará en los próximos días una querella contra quienes resulten responsables por los delitos de robo y receptación de bienes culturales protegidos por la Ley de Monumentos Nacionales», añadió.

También anunció que se presentará un proyecto en el Congreso para actualizar la norma e incorporar la figura de «tráfico ilícito de bienes patrimoniales, aumenta las penas por daño patrimonial y crea un inventario nacional», indicó, junto con destacar la diligente acción de la PDI.

El caso fue denunciado en un reportaje televisivo del periodista Emilio Sutherland de Canal 13, quien fue criticado en las redes sociales por no identificar en su nota al empresario.

El pequeño Versalles

Una fuente de la Fiscalía comenta que, guardando las proporciones, el fundo «está inspirado en el Palacio de Versalles, rodeado de jardines y lagunas con aves exóticas», en alusión a los jardines reales del castillo del siglo XVII ubicado en las inmediaciones de París.

La pieza que llevó al lugar a la Brigada de Delitos Medioambientales y Contra el Patrimonio Cultural (Región Metropolitana) de la PDI fue «La República», una estatua de Valparaíso de 1860, que se ubicaba en la plaza Rubén Darío de Playa Ancha, proveniente de Val d’Osne, la misma fundición donde se fabricó la virgen del cerro San Cristóbal. Su peso –casi 200 kilos– hace presumir que su robo fue bien planificado, según señaló el historiador Archibaldo Peralta en Canal 13.

A la policía le llamó la atención un artículo del medio electrónico local Diario Independencia, que reseñaba –en una nota de agosto– acerca del fundo y sus estatuas. A raíz de eso tomó contacto con la Fiscalía y se realizó un allanamiento del lugar. Schüler no fue detenido en el fundo, ya que no se encontraba allí.

En este caso, el empresario es representado por el abogado Sergio Bellemans, con oficina en Rancagua. Durante la tarde del lunes, este medio se comunicó varias veces con dicha oficina, pero se informó que se encontraba fuera del lugar. Tampoco devolvió el llamado.

Empresario agrícola

Lo cierto es que Schüler está ligado al campo desde hace mucho tiempo. La propia Sociedad Nacional de Agricultura confirmó a este medio que el empresario fue socio de la entidad hasta al menos 1995.

«Tiene caballos, pero no son muy competitivos», señala una fuente que lo conoce de cerca. «Pero es buena onda, no me lo imagino de chanta ni menos de ladrón», dice.

El sitio de Facebook «Casas Patrimoniales de Chile», de Ricardo Fernández, había destacado el fundo de Schüler por su «parque de ensueño». Además relató el origen jesuita de su propiedad, que se remonta a 1750, y que a fines del 1800 estaba en manos de la familia de Roberto Lyon. En 1890 estos decidieron encargar la construcción de la casa patronal al arquitecto Alberto Cruz, además de un parque al diseñador Jorge Dubois.

Schüler había adquirido el fundo en la segunda mitad del siglo XX, según esta publicación, y además se encargó de su «maravillosa restauración», luego que cayera en decadencia a partir de los años 50.

«Nuestras felicitaciones a su dueño, Raúl Schüler Gatica, por guardar y engrandecer el patrimonio nacional. Estuvo años restaurando esta casa y el parque, alhajando la casa con mobiliario de época y la mantiene en un estado admirable», señaló el sitio en su momento. «Gente como él hace mucha falta en Chile. Gracias, Raúl».

Tras la difusión del origen ilícito de varias estatuas, el sitio informó que «no tomará posición alguna frente a este hecho mientras los Tribunales de Justicia no dictaminen en el fallo correspondiente a este proceso que el señor Shuler (sic) tiene algún grado de culpabilidad».

«De ser culpable, borraremos las publicaciones que hemos efectuado referentes a este agricultor», agregó el sitio.

«Para nosotros y los Tribunales de Justicia de Chile una persona es culpable solo cuando se comprueba el dolo por la Judicatura de la República, antes de esto, el imputado es inocente y en este caso específico el señor Shuler (sic) ni siquiera es imputado».

Foto: Tomás Domínguez

La estatua del Cementerio

«Formalmente él (Schüler) no ha prestado declaración», expresó el fiscal Sergio Moya, quien agregó que está en contacto con su abogado. «Él va a ser citado a brindar declaraciones» para explicar el origen de las especies.

«Obviamente nos interesa la cadena completa, desde el autor de la sustracción, pasando por los intermediarios, los montos involucrados y las personas que adquieren para colecciones privadas», expresó.

Además, señaló que no podía dar un monto de lo incautado, ya que para ellos es necesario efectuar una serie de pericias de especialistas. Sin embargo, destacó que el circuito es pequeño, involucra altas sumas de dinero y funciona usualmente «por encargo».

Según fuentes de la Fiscalía, al menos siete de las estatuas incautadas provienen del Cementerio General de Santiago. El arquitecto Tomás Domínguez, quien desde 2006 ha denunciado el expolio que sufre el camposanto, señala que desde entonces ha sufrido al menos 30 robos.

Domínguez está seguro que al menos una de las estatuas proviene del cementerio. Específicamente, fue robada en noviembre de 2013 de la tumba de Venancio Vicuña, como él mismo denunció a la PDI.

El especialista asegura que se trata de piezas muy características de mármol, que por su exposición al aire libre tienen un desgaste muy particular.

«Son de la segunda mitad del siglo 19, cuando en Chile prácticamente no había ningún escultor, importadas de Italia de mármol de Carrara», afirma.

¿Es posible que alguien haya tenido todas estas piezas sin saber su origen ilícito?

«No, cero por ciento de posibilidades», responde Domínguez. «Yo creo que es todo lo contrario, una demostración del poder y el privilegio que da el poder de tener cosas robadas de lugares públicos tan importantes, y hacerlo impunemente. Es un privilegio que alguien se pueda jactar de eso. Yo creo que va por ese lado», apunta.

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