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Exposición “Matta en la Perrera” en Perrera Arte

Exposición “Matta en la Perrera” en Perrera Arte


Muestra “Matta en la Perrera”

  • En Centro Experimental Perrera Arte, Parque de los Reyes s/n, Avenida Balmaceda entre Bulnes y Cueto.
  • Jueves 9 de agosto de 2018, a las 15.30 horas.
  • Entrada liberada.

“Matta en la Perrera” es el nombre de la muestra con que el Centro Experimental Perrera Arte celebrará, este jueves 9 de agosto, sus 23 años de vida como espacio de arte independiente. La exposición, que consta de una serie de litografías en blanco y negro realizadas entre 1966 y 1970 por Roberto Matta (1911-2002) en Florencia, Italia, será inaugurada por el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri Vergara, quien en la oportunidad colocará una placa de reconocimiento por la gestión cultural, patrimonial y comunitaria que ha realizado por más de dos décadas esta factoría artística ubicada en el Parque de los Reyes.

“Roberto Matta vivió el arte en toda su intensidad, con logros, decepciones, amistades, desafíos, exploraciones, tal como ocurre la Perrera. Este maestro se la jugó de verdad por la gente y entendía en su vuelo la importancia del arte en la sociedad y sus transformaciones. Matta se aparece estas alturas en nuestra maestranza de arte y es como si fuera nuevo, por eso lo escogí para este momento especial en que recibimos una congratulación por 23 años de gestión autónoma. De algún modo, también somos héroes en Chile como Matta”, señala con su característico humor el artista visual y taxidermista Antonio Becerro, fundador de la Perrera Arte y curador de la muestra.

Becerro agrega que la exhibición se completará con tres artistas invitados: la grabadora porteña Paola Vásquez, el fotógrafo Hugo Ángel y el escultor Mauricio Garrido, quien mostrará esta vez su última producción en collages. “Me interesa el trabajo de exploración que tuvo Matta con la técnica del grabado. Por eso, aprovechando la presencia de su obra, también he querido revisar la presencia del papel en la historia del arte en Chile. La resistencia y su incidencia en la memoria. El papel y la emulsión, su evolución y trascendencia con tres artistas que destacan por la pulcritud de sus trabajos”, explica el artista visual, quien agrega que la muestra tendrá un carácter familiar y comunitario, “para dar realce y poner en su perspectiva histórica el reconocimiento que hará el municipio”.

Ubicada en la ribera sur del río Mapocho, a la altura del puente Bulnes, la Perrera tiene una historia bastante única en Santiago, donde fue inaugurada el 23 de abril de 1927 como el primer horno electrico crematorio de basura de la capital. Inspirada en sus similares de Buenos Aires y Montevideo, esta construcción de hormigón armado fue emplazada en un sector entonces periférico de la ciudad, donde por años se habían acopiado y quemado de manera irregular los desperdicios. La obra tuvo un costo de un millón de pesos de la época, fue impulsada por el alcalde Rogelio Ugarte y encargada a los ingenieros contratistas Court y Eyquem, quienes construyeron una usina de dos baterías, cada una de las cuales se componía de tres hogares, donde era posible incinerar hasta 200 toneladas diarias de basura.

Tras quedar en desuso por el rápido crecimiento de la ciudad, ya en los años 30 se registran los primeros datos de utilización de los hornos para controlar la población canina de la ciudad. Los perros eran capturados en las calles por vehículos especialmente adaptados como jaulas -denominados perreras- y personal diestro en el manejo del lazo, y luego eran llevados hasta este recinto, donde se daba un período de gracia de dos o tres días para el reclamo de las mascotas por sus dueños, luego de cuyo plazo se procedía a sacrificar al animal con cianuro y a cremar sus restos en los hornos.
“La ex Perrera era como un símbolo del horror para los pobladores de Santiago que se agolpaban en las puertas de este recinto para reclamar sus mascotas y los vehículos que procedían a la captura de los animales en diversos sectores periféricos eran también causa frecuente de disputa con los vecinos, que defendían incluso por la fuerza a los perros de la cuadra o el barrio. Los habitantes más antiguos de los sectores cercanos a la usina todavía recuerdan el olor característico que llegaba a sus casas cada vez que, a determinada hora, se encendía el horno”, dice Héctor Muñoz, editor de contenidos del Centro Experimental Perrera Arte.

El recinto tuvo un uso discontinuado y su último destino como Perrera de Santiago se registra a principios de los años 70. Posteriormente, el edificio fue quedando en el abandono y solo en los años 90, cuando se inicia la construcción del Parque de los Reyes y tras un par de intentos de demolición, los urbanistas españoles que asesoraban el proyecto recomendaron conservar la estructura debido al valor arquitectónico industrial que exhibía. El 6 de julio de 1995, el ex alcalde Jaime Ravinet decidió entregar oficialmente el lugar a los artistas para que instalaran un “almacen de arte” y procedieran a la recuperación del edificio, que se encontraba en un avanzado estado de deterioro en un sector entonces crítico e inseguro de la comuna.

Durante estos 23 años, decenas de jóvenes artistas, profesionales y vecinos fueron recuperando el edificio y generando actividad cultural agrupados como una organización comunitaria sin fines de lucro, integrada legalmente a la Dirección de Desarrollo Comunitario de la Municipalidad de Santiago. “Asesorados por arquitectos de diversas universidades y, tal como si se tratase de una pintura, hemos realizado una cuidada restauración que apunta a conservar el edificio lo más fiel a su pasado, preservando incluso las cenizas adheridas al cielo de sus niveles inferiores, destacando la curvarura de sus muros y numerosos otros detalles y huellas de su preexistencia como construcción industrial. La idea es que las próximas generaciones puedan tener un contacto directo, sensible y material con una estructura de otro tiempo y no solo con una fachada”, apunta Héctor Muñoz.

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