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Expedición chilena logra llegar al lugar más profundo de la Fosa de Atacama Trabajo conjunto de Iniciativa Milenio, Conicyt, Armada, privados y varias universidades

Expedición chilena logra llegar al lugar más profundo de la Fosa de Atacama

Hace unos 40 años un grupo de investigadores estadounidense había estimado que la profundidad de la fosa de Atacama era de al menos 8.000 metros. “Es más fácil poner un vehículo en la luna que poner uno a esa profundidad”, explicó el líder de la expedición. El equipo chileno logró hacerlo, comprobó que la distancia es mayor y logró recolectar muestras a gran hondura, dando nuevas posibilidades de investigación.


Un equipo de científicos del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO) exploró las profundidades de la fosa marina que se extiende en la costa norte de nuestro país.

La expedición se llevó a cabo en el buque «Cabo de Hornos» de la Armada Chilena, con el apoyo de 55 marinos de la institución.

“El objetivo principal de la expedición es el estudio del océano profundo frente a Chile”, dijo Osvaldo Ulloa, líder de la investigación y director del IMO, antes de zarpar hacia la costa del norte de Chile. El descenso a la fosa no fue tripulado, pero el vehículo autónomo de océano profundo, bautizado “Audacia”, se sumergió con éxito tres veces en la Fosa, y logró llegar a los 8.081 metros de profundidad.

La investigación fue la primera organizada y realizada por un equipo chileno, y llegó más hondo que cualquier otra. Además lograron recolectar plancton a 5.000 metros de profundidad.

“Solo habíamos logrado colectar organismos hasta 3.000 hace muy poco”, comentó Ulloa al partir el viaje.

Pero también lograron hacer mediciones y observaciones bajo los 8.000 metros de profundidad, recogiendo muestras de agua de mar, tener las primeras fotografías del fondo marino de la fosa, y obtener organismos del tipo de los crustáceos de ahí. Las muestras de agua y de seres vivos permitirán conocer qué microorganismos viven en las profundidades de la Fosa de Atacama, y las propiedades químicas del mar en esas profundidades.

“Se suele decir que Chile es un país largo y angosto. Pero no hay que olvidar que tenemos una zona económica exclusiva de 200 millas, lo cual convierte a Chile en un país largo y ancho. Y ahora estamos descubriendo que Chile es también un país profundo,” dijo el director de CONICYT, Mario Hamuy, para destacar la importancia de que se empezara a hacer investigación en aguas ultra profundas.

Vehículo autónomo de océano profundo, «Audacia»

Apenas el comienzo

«Las posibilidades de poner otros sensores, para hacer –por ejemplo- mediciones sismológicas o de corrientes- están allí. Con eso estamos señalando el camino que lleve a un programa nacional multidisciplinario para la exploración y el estudio científico de la Fosa de Atacama”, explicó Ulloa al volver de la expedición, dando a entender que volver a la fosa para seguir explorándola es un paso siguiente.

Claudio Muñoz es el comandante del buque «Cabo de Hornos», y dejó claro que la Armada chilena estará siempre dispuesta a ponerse a disposición de la ciencia.

«Sin duda CONICYT ha apoyado todas estas investigaciones, así que en la medida que ellos hagan el requerimiento, nosotros sin duda vamos a volver en el caso que sea necesario», explicó.

Virginia Garretón, directora ejecutiva de la Iniciativa Científica Milenio, describió este logro como el más emocionante desde que trabaja en esa organización.

«Con esta expedición se inició un viaje para empezar a construir una respuesta que tendrá un valor sistémico para nuestro país y el mundo», dijo Garretón desde Inglaterra, destacando también que la expedición tenía altos grados de dificultad, pero que el equipo logró concretar todas las metas.

Hamuy dedicó palabras de felicitaciones a todo el equipo «por este gran logro científico tecnológico. Ejemplos como este son el mejor estímulo para seguir empujando el proyecto de ley que crea un  Ministerio de Ciencia para Chile.”

Anfípodo, tipo de crustáceo recogido por los investigadores

Una nueva investigación

La expedición financiada por la Iniciativa Científica Milenio, CONICYT y aportes de privados contó con la participación de investigadores de la U. de Concepción, la U. Católica de Chile y la U. de Antofagasta. Pero se trató de una excursión exploratoria para comenzar a estudiar la fosa ubicada en el norte de Chile.

El equipo de investigadores espera poder poner a prueba una tecnología disruptiva, que permitirá explorar el océano profundo con mayor frecuencia y a un costo mucho menor, utilizando eventualmente embarcaciones más pequeñas. El costo de operación diario del Cabo de Hornos asciende a cerca de US$50.000.

Las muestras recolectadas por la expedición serán ahora estudiadas para conocer mejor el mar ultra profundo, y abrir así la puerta a hacer más investigaciones en la zona.

Mictófido, tipo de pez recogido durante la expedición

 

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