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Eugenio Cruz Vargas, pinto con palabras y escribió con colores Artista visual y poeta autodidacta

Eugenio Cruz Vargas, pinto con palabras y escribió con colores

Su trabajo pictórico se puede dividir en dos etapas claramente marcadas: el naturalismo y la abstracción y su expresión se dio principalmente en pinturas de mediano y gran formato y la técnica utilizada, principalmente fue óleo sobre tela. En la madurez de su vida, junto con experimentar al acrílico, gira hacia la abstracción y nuevamente sorprende al espectador con su trabajo, que desvela la libertad del color y del trazo, donde los grises, ocres y verde oliva, le abren el paso a colores más vibrantes como el cian, los amarillos, verdes y rojos.


Se cumplirá un nuevo aniversario de la muerte de Eugenio Cruz Vargas, notable artista visual y poeta autodidacta que dejó un legado literario y pictórico que da cuenta de un hombre profundamente enamorado de nuestra patria, a través de sus trazos y pinceladas que recorrieron el campo profundo, el mar y la cordillera, las Torres del Paine y rincones íntimos del campo chileno. Su paleta de verde oliva, ocres, amarillos y grises, las luces del alba y del atardecer, los cielos de colores tenues, la pincelada que retrata la profundidad en el paisaje, hasta donde el ojo puede llegar, sitúan a Eugenio Cruz entre los artistas que enseñan a apreciar nuestra patria desde la mirada profunda del artista visual y poeta que ama a su tierra y descubre en su entorno su inspiración.

Su poesía calificada como “surrealista” refleja su sentir más íntimo de sus vivencias y de sus recorridos por Chile. Alma sensible e inquieta, Eugenio Cruz Vargas, nunca se detuvo en su búsqueda creativa, incursionó en el cine, en su juventud, y en su vejez, en la escultura en metal.

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Su trabajo pictórico se puede dividir en dos etapas claramente marcadas: el naturalismo y la abstracción y su expresión se dio principalmente en pinturas de mediano y gran formato y la técnica utilizada, principalmente fue óleo sobre tela. En la madurez de su vida, junto con experimentar al acrílico, gira hacia la abstracción y nuevamente sorprende al espectador con su trabajo, que desvela la libertad del color y del trazo, donde los grises, ocres y verde oliva, le abren el paso a colores más vibrantes como el cian, los amarillos, verdes y rojos. Su trazo, si bien, en la primera etapa de abstraccionismo, no deja del todo lo figurativo, a medida que explora esta nueva forma de expresión, se va alejando de lo reconocible, hasta llegar totalmente a lo abstracto.

La apreciación de su pintura se enriquece enormemente, en conjunto con su poesía, dos formas de expresión paralelas que dan cuenta de un alma sensible y virtuosa que dejó un legado que no podremos olvidar y que se complementan mutuamente. Este 18 de Enero, se cumplen 3 años de su fallecimiento, y su legado ha quedado como una herencia que enriquece a las artes de nuestra tierra chilena. Esperamos que pueda haber nuevas almas creativas e inquietas que puedan regalarnos a nuestro Chile; Eugenio Cruz Vargas fue un artista completo.

Frutas en el mar

Ana María Quintana Fresno – Licenciada en Artes Visuales, Pontificia Universidad Católica de Chile.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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