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Diego Ancalao presenta segunda edición de su libro «Mapuche-Hijo de Dos Naciones»

Diego Ancalao presenta segunda edición de su libro «Mapuche-Hijo de Dos Naciones»

La obra del vicepresidente de Izquierda Ciudadana, trata sobre la deuda histórica que sostiene el Estado con la nación Mapuche, de los mecanismos que han permitido despojarlos de sus tierras y también del «enriquecimiento de las empresas forestales y de las transnacionales en desmedro de las comunidades indígenas y del equilibrio ecológico», así como de la necesidad de «avanzar en pro de los derechos del pueblo mapuche, para terminar con la segregación política».


Un libro de textos que resumen la visión política y opiniones de un joven líder mapuche será presentado la próxima semana.

Se trata de «Mapuche-Hijo de Dos Naciones», del dirigente Diego Ancalao (Purén, 1980), cuya segunda edición se lanzará el miércoles 17 de junio a las 17:00 horas en el ex Congreso Nacional (Compañía 1131, Metro Plaza de Armas).

La obra del vicepresidente de Izquierda Ciudadana (IC) cuenta con un prólogo del diputado Sergio Aguiló, e incluye textos publicados anteriormente en distintos medios.

«Sin lugar a dudas, uno de los temas que se repiten en gran parte de las columnas es el pueblo mapuche, la deuda histórica que sostiene el Estado con ellos, los mecanismos que han permitido despojarlos de sus tierras, los abusos que han sufrido; la utilización política de la que han sido víctimas y cómo las propias leyes chilenas son hoy las armas con las que son, cada vez, más heridos», comenta Ancalao a El Mostrador C+C.

«Asimismo, casi como una campaña educativa, toco -una y otra vez- la necesidad de que se reconozca la nación mapuche como tal, sin que los chilenos se sientan amenazados».

ancalao  libro

Avales políticos

Ancalao es de origen humilde, hijo de un campesino y una «nana», y el mayor de tres hermanos. Sin embargo, ello no impidió que se titulara como licenciado en Educación de la Universidad de La Frontera, donde fue vicepresidente de la Federación de Estudiantes. Dos veces candidato a diputado, en 2009 y 2013. En mayo de 2015 asumió interinamente la presidencia de Izquierda Ciudadana.

En su prólogo, Aguiló recuerda una intervención que Ancalao realizara en un evento en el ex Congreso en 2015. Allí, el joven rememoró que en ese mismo estrado, más de un siglo atrás, el parlamentario Benjamín Vicuña Mackenna llamó a eliminar a los «bárbaros del sur», lo que se hizo realidad con la «Pacificación de La Araucanía». Sin embargo, «ciento treinta años después, llega un mapuche a decirle a la clase política de Chile que fracasaron en su intento, porque el pueblo mapuche aún vive», dijo Ancalao en  la ocasión.

«Fue un discurso breve, de no más de quince minutos, en donde quedó plasmado su carácter altivo, como buen hijo de su pueblo, su vocación de líder y su espíritu guerrero. Al finalizar, fue ovacionado por los presentes», recuerda Aguiló.

“Diego Ancalao es un muchacho con un tremendo potencial, cuenta con una buena formación y tiene que aprovechar las oportunidades políticas que se le abren», señala, por su parte, en la contraportada del libro el ex intendente de la Araucanía Francisco Huenchumilla. «El ser dirigente en un partido es un logro y va a depender mucho de él mismo seguir siendo dirigente; para ello se requieren muchas condiciones, como, por ejemplo, la voluntad, el sacrificio y el trabajo”.

Para la ex autoridad, “Diego es un buen líder mapuche. Diego optó por el camino de la política y ésta se hace con el Estado. Su origen le da un plus respecto de los requerimientos estratégicos que el Pueblo Mapuche tiene”.

Escribir desde la marginación

Las columnas que integran este libro fueron publicadas anteriormente en medios como El Mostrador, El Ciudadano, Diario Octubre de España, La Nación, Radio Cooperativa, Azkintuwe, Diario Austral y El Desconcierto.

Sus títulos hablan por sí solos: La Araucanía, símbolo de la desigualdad en Chile, La deuda de las forestales: el pago del impuesto territorial, ¿La educación intercultural en la reforma educacional, ¿donde está? y «Villalobos y su miopía sobre el pueblo mapuche, son algunos ejemplos.

Un libro, eso sí, «donde no hay consignas, sino argumentos», como señala Aguiló.

La escritura de este libro nace del propio origen humilde de Ancalao. «En mi niñez pensé que era normal el ser pobre y discriminado. Ahí éramos todos igual de pobres, tal vez, por eso pensé que era normal, pero cuando crecí comprendí que eso no es normal y que nadie se merece nacer y morir en pobreza. A lo menos no lo elegimos, otros lo eligieron por nosotros. Comprendí que somos víctimas de un sistema mal hecho, o bien hecho para pocos y malo para muchos».

«Por eso comencé a escribir, porque nadie me escuchaba, a nadie le importábamos, a los políticos le importábamos cada cuatro años solamente, de ahí nacen mis artículos y columnas, de la marginación social, económica y política, comencé a escribir para denunciar y esperar que alguien nos escuche», comenta.

Asegura que la sabiduría de sus ancestros ha sido un pilar fundamental. «La inquietud personal y la cercanía con personas sabias que, al igual que yo, vivieron la pobreza y la inequidad, fueron determinantes para comenzar a observar, leer, investigar, estudiar y analizar cómo sería posible contribuir a mejorar la calidad de vida de todos, desde las tierras de Purén Indómito, donde nací», señala.

En el texto, el líder mapuche también apunta al «enriquecimiento de las empresas forestales y de las transnacionales en desmedro de las comunidades indígenas y del equilibrio ecológico», así como de la necesidad de «avanzar en pro de los derechos del pueblo mapuche, para terminar con la segregación política, para sacar la voz y tener la representatividad que merecen estos hombres de la tierra, para reconocer la desigualdad y los niveles de postergación que viven millones de chilenos, mapuches y no mapuches».

Se trata de un libro que habla de la marginación, pero también de la superación y la esperanza. De un hombre que no sólo habla por sí, sino también por los que no tienen voz.

Conflicto en La Araucanía

Por último, también se trata del testimonio de un hombre que, mientras algunos apuestan a la violencia para solucionar el conflicto en la zona de la Araucanía, apuesta a la política y la no violencia. Un conflicto que, para Ancalao, no sólo se reduce a la violencia o a la pobreza.

«El problema de fondo es que la sociedad política no ha sido capaz de reconocer y corregir una historia de maltrato y discriminación hacia el pueblo Nación – Mapuche que se arrastra desde lo que eufemísticamente hemos llamado ‘pacificación de La Araucanía'», dice.

Un conflicto cuya génesis es que aunque el Estado chileno reconoció la «Nación mapuche» mediante el Tratado de Tapihue de 1825, apenas 20 años después violó el acuerdo con la Ley de Colonización del presidente Manuel Bulnes, cuyas consecuencias sufren hoy no solo mapuches, sino también los descendientes de aquellos colonos.

«Estoy convencido que la no violencia es el camino y la política es la herramienta», dice Ancalao. «Para ello necesitamos otro concepto de democracia que sea más justa y que permita que las minorías étnicas sean representadas con igualdad de derechos».

«Al mismo tiempo, requerimos un sistema electoral para los pueblos originarios, con cuotas parlamentarias equivalentes a su población. De esta manera, los pueblos originarios pueden plantear sus demandas en el epicentro del poder, lo que descomprimiría, automáticamente, algunos nudos de violencia en que algunos utilizando el nombre del pueblo Mapuche han cometido actos censurables y que no representan el espíritu de libertad y fraternidad que, históricamente, hemos tenido con el chileno postergado en el mismo Estado de Chile», concluye.

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