BRAGA
Créditos: Movilh
Luego de que la Corte Suprema reafirmara que no es discriminatorio o injurioso señalar que el activismo Lgbti abusa de niños y promueve la prostitución infantil, porque esto es parte de la libertad de expresión, se decidió demandar al Estado de Chile ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Este año, la Corte Suprema -última instancia judicial- reafirmó un fallo de la Corte de Apelaciones donde se señalaba como parte de la libertad de expresión las acusaciones de la Catedral Evangélica en contra del Movilh, donde se relacionaba a la organización con el abuso de niños y niñas tras exigir la derogación del artículo 365 del Código Penal.
Con la derogación del “artículo 365 del Código Penal se pretende despenalizar la ley conocida como la ley sodomítica. El Movilh está pidiendo que una relación sexual entre un adulto y un niño menor de 14 años sea consentida, ¿y qué significa ser consentida?, que un niño diga `sí, yo tengo ganas de estar con este señor”, fueron los dichos del director del Concilio Nacional de Iglesias Evangélicas de Chile, Cristián Nieto. Las declaraciones fueron reproducidas por la Catedral Evangélica a través de su canal oficial de Youtube.
Estos hechos fueron denunciados y generaron una histórica sentencia por parte del Juzgado Civil de Santiago. Este condenó a la Catedral Evangélica por daño moral al Movilh. Sin embargo, la Octava Sala de la Corte de Apelaciones dijo todo lo contrario. Que en ningún caso las afirmaciones de la Catedral denostaban o dañaban al Movilh, que se enmarcaban en la libertad de culto y estaban protegidas por la libertad de expresión. Esto fue reafirmado por la Corte Suprema, dejando la demanda internacional como la única opción disponible.
El fallo de la Corte Suprema “viene a considerar que cualquier discurso en el marco de la libertad de expresión brinda inmunidad a la homofobia”, señala la demanda del Movilh ante la CIDH. El principal motivo de recurrir al organismo internacioanl es que el Estado de Chile haya considerado inofensivo y no discriminatorio que se asocie falsamente las demandas y luchas del activismo Lgbtiq+ con el abuso de niños y la prostitución infantil.
“Si el Poder Judicial pretende desestimar una demanda civil, debe hacerlo en base a la ponderación de los elementos y no considerar un rechazo a nivel teórico, en el entendido que presuntamente la Libertad de Expresión otorga inmunidad para decir lo que se quiera causando el daño que se quiera”, puntualizó la demanda.
“La violencia en redes sociales y el frontis de nuestra sede contra nuestros/as activistas tras el fallo de la Suprema incrementó a lo largo de este año, con más de 5 mil insultos donde se nos trata de abusadores, de peligrosos para la infancia, solo por exigir la derogación del artículo 365 del Código Penal. Este es uno de los fallos más funestos y homofóbicos de la Suprema, que retrocedió mil pasos en todo lo avanzando en derechos LGBTI en el Poder Judicial desde el 2015. Esperamos que el Estado no salga impune de este abuso”, señaló el encargado de Derechos Humanos del Movilh, Ramón Gómez.
La demanda contra el Estado de Chile fue presentada el 29 de diciembre ante la CIDH, promovida por el Movilh con los patrocinios de los abogados Ciro Colombara y Branislav Marelic. “Esperamos en el extranjero alcanzar la justicia negada en nuestro país”, finalizó Gómez.
