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Alejandra Ramm, experta en género y políticas públicas: “En Chile es un sacrificio ser madre” BRAGA Crédito: Matías Salazar

Alejandra Ramm, experta en género y políticas públicas: “En Chile es un sacrificio ser madre”

María José Quesada Arancibia
Por : María José Quesada Arancibia Licenciada en Filosofía. Coordinadora general en El Mostrador
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La doctora en Sociología, académica de la Universidad de Valparaíso e investigadora asociada del Instituto de Investigación en Ciencias Sociales (ICSO) de la Universidad Diego Portales, lanzará este miércoles –a las 15:00 horas, en la Biblioteca Nicanor Parra– su último libro, «Motherhood, Social Policies and Women’s Activism in Latin America», coeditado con Jasmine Gideon. En palabras de la editora, en él reflexionan “en torno al papel político de la maternidad (maternalismo) en el contexto latinoamericano, tomando a Chile como caso de análisis”.


En el marco del lanzamiento de su último libro, Motherhood, Social Policies and Women’s Activism in Latin America, que será presentado este miércoles, a las 15:00 horas, en la Biblioteca Nicanor Parra de la UDP, Alejandra Ramm conversó con El Mostrador sobre el maternalismo en Chile, tema no exento de debate, pues cobra gran relevancia en la política pública y movilización social.

“Cuando el Estado se ocupa de las mujeres suele hacerlo solo en cuanto madres, bajo discursos que apuntan a la ‘protección’ de la maternidad. Sin embargo, como se muestra en el libro, muchas veces estas políticas de protección tienen el efecto de dejar confinadas a las mujeres solo en su rol de madres, excluyendo a los hombres y negando la existencia de las mujeres como ciudadanas. Por otro lado, la maternidad constituye una de las pocas –si no la única– bandera de movilización y de lucha política de las mujeres que cuenta con legitimidad. Es decir, las mujeres son solo reconocidas en el espacio público cuando luchan en razón de ser madres”, comenta.

-La ideología maternal omite la diversidad y circunscribe el ser mujer a su capacidad reproductiva, que conlleva a un imaginario femenino asociado al cuidado, sacrificio y sumisión. ¿Cómo abordan este modelo en su investigación e incorporan otros que pueden ser rupturistas al rol histórico que se le ha otorgado a la mujer?
-Lo que muestra muy claramente el libro, es que esta construcción de la maternidad como sacrificio, tan fuerte en Chile y en el resto de América Latina, no es más que una construcción –promovida por sectores conservadores– que busca presentar como un rasgo cultural algo que en verdad no es otra cosa que una estructura social que impone un trato tremendamente injusto y desigual a las mujeres. Evidentemente en Chile es un sacrificio ser madre. Pero en eso nada tienen que ver la virgen María, el catolicismo o un sincretismo religioso latinoamericano. Por el contrario, que la maternidad sea un sacrificio es consecuencia de unas políticas públicas que dejan a la mujer como cuidadora exclusiva de sus hijos, excluyendo de esta responsabilidad a los hombres, al propio Estado y al mercado. Bajo el actual orden de cosas, creado básicamente por el Estado y el mercado, el tener hijos y tener un trabajo pagado se transforman en objetivos antagónicos para las mujeres. Todo lo contrario sucede con los hombres. Y eso no es producto de ninguna religión ni rasgo cultural folclórico de nuestro país, sino de la forma en que quienes tienen el poder en este país (hombres) han definido las políticas públicas y el modo de operar del mercado laboral.

-¿Qué relevancia tiene el feminismo en esta investigación?
-El feminismo de los países ricos ha visto, con justa razón, la maternidad como una esclavitud de las mujeres. Sin embargo, esa mirada genera mucha incomodidad en países de menores ingresos. Lo que nos llevó a embarcarnos a escribir este libro fue reflexionar en torno al papel político de la maternidad (maternalismo) en el contexto latinoamericano y tomando a Chile como caso de análisis. En América Latina la maternidad está al centro de la definición de la feminidad y muchas veces se ha caído en discursos que reesencializan la maternidad-feminidad.

-Cómo buscan abrirse a esa discusión?
-Los distintos capítulos del libro muestran precisamente esa ambivalencia y maleabilidad que caracteriza a la relación entre feminismo y maternalismo, en distintos ámbitos: vivienda, minería, políticas de empleo, de violencia intrafamiliar, de salud, derechos sexuales y reproductivos, movilizaciones de mujeres por temas medioambientales, entre otros. Eso es lo que nos pareció fascinante. El libro abre preguntas, muestra paradojas, distintos puntos de vista. Es decir, no es un libro que busque cerrar, sino todo lo contrario: abrir un campo de reflexión y discusión. El cual nos parece aún más urgente considerando el regreso de la maternidad. La baja en la tasa de fecundidad y la incorporación masiva de las mujeres al trabajo remunerado no ha significado una pérdida de relevancia de la maternidad (como se esperaba). Todo lo contrario. Hoy la maternidad es un elemento de debate que cruza la vida de las personas y el espacio público.

-¿Qué esperan visibilizar con el libro?
-Uno: iluminar los efectos negativos de las políticas sociales y económicas que solo ven a las mujeres como madres y que así perpetúan ese rol como carga única y exclusiva de ellas. Dos: mostrar que la maternidad constituye un arma de doble filo para lograr avances para las mujeres, muchas veces constituye la única arma que la sociedad les permite usar, pero al usarla arriesgan a seguir confinadas solo a la maternidad. Tres: problematizar el actual regreso de la maternidad, que ahora bajo ropajes modernos (maternidad electiva), lleva a mujeres a conductas tradicionales.                                  

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