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La urgencia de atender la agenda de las mujeres indígenas Yo opino

La urgencia de atender la agenda de las mujeres indígenas

Fabiola Leiva Cañete
Por : Fabiola Leiva Cañete Investigadora Principal de Rimisp. Gestora cultural en Valparaíso.
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Lo primero que las mujeres indígenas exigen es atender de manera urgente los factores que están obstaculizando el ejercicio de los derechos lingüísticos y culturales de las comunidades. Ya que ,“las actuales condiciones institucionales de las iniciativas de educación de las lenguas de los pueblos indígenas (infraestructura, condiciones laborales de educadores tradicionales, monitoreo de la calidad de los conocimientos que imparten, entre otras) exhiben graves desigualdades que afectan su buen desarrollo y especialmente su necesaria ampliación y proyección”.


Conmemorar a los pueblos y mujeres originarias e indígenas es celebrar sus lenguas, y con ello su resguardo y promoción.

Las lenguas son parte de nuestra esencia, parte de aquella trama cultural que nos constituye como grupos humanos; portan y transportan sistemas de conocimientos, visiones, expresiones, haceres compartidos. En ello, son especialmente las mujeres indígenas sus transmisoras, y también las principales afectadas al quedar invisibles sus lenguas.

El 2019 se ha definido como el Año Internacional de las Lenguas Indígenas, que busca llamar la atención mundial a tomar conciencia sobre la relevancia de las lenguas en la proyección de las culturas originarias e indígenas de nuestros territorios.

En el día Internacional de los Pueblos Indígenas, que reconoce el valor y la diversidad de las culturas y formas de organización social de las poblaciones indígenas del mundo (ONU, 1995), bien vale la pena revisar las urgencias no solo de las agendas amplias, sino especialmente las agendas y voz levantada por los propios pueblos y en caso de Chile, por sus propias mujeres de manera colectiva.

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Las lenguas no son únicamente símbolos de identidad y pertenencia a un grupo, sino también vehículos de valores éticos, plantea Minnie Degawan, conforman un complejo simbólico y expresivo que se nutre de la convivencia continua e interacción con el medio, los mares o los bosques. Sus lenguas son el producto de ese entorno, ya que las formas de describir lo que les rodea constituyen la base de su especificidad lingüística.

Esta comprensión sistémica, presente en las formas de vida cotidiana de nuestros pueblos y comunidades originarias e indígenas, forma parte de la Agenda Política para el Desarrollo de las Mujeres Indígenas en Chile, que han impulsado las propias mujeres indígenas en Chile, donde la lengua se adscribe como parte de los derechos culturales fundamentales para la preservación, resguardo y proyección de sus pueblos. 

Para ello levantaron durante 2017 y 2018 una agenda consensuada por mujeres de todos los pueblos, que aborda ámbitos de derechos fundamentales para su desarrollo y acciones incidentes. De esta forma, se plantearon, sobre “las lenguas”, desafíos de corto y largo plazo.

Lo primero que las mujeres indígenas exigen es atender de manera urgente los factores que están obstaculizando el ejercicio de los derechos lingüísticos y culturales de las comunidades. Ya que ,“las actuales condiciones institucionales de las iniciativas de educación de las lenguas de los pueblos indígenas (infraestructura, condiciones laborales de educadores tradicionales, monitoreo de la calidad de los conocimientos que imparten, entre otras) exhiben graves desigualdades que afectan su buen desarrollo y especialmente su necesaria ampliación y proyección”.

Así también, se requiere un “marco jurídico que resguarde el derecho a la lengua propia y exija al Estado cumplir con su deber de proteger dicho derecho”. Una “ley de los derechos lingüísticos que abarque a todas las lenguas de los pueblos originarios de Chile y que permita el ejercicio del derecho, asignando recursos para la conservación, preservación y recuperación de estas”. Exigen las mujeres indígenas el derecho de toda niña y todo niño de educarse en su propia lengua y cultura.

Las lenguas indígenas contribuyen a la rica trama de la diversidad cultural mundial. Sin ellas, el mundo sería un lugar más pobre rezan las agencias internacionales; defendamos entonces que las agendas nacionales comprendan que la urgencia de las lenguas indígenas, es la urgencia del trabajo con y para las mujeres indígenas.

Todos los meses desaparecen lenguas de nuestro mundo, y con ella nuestra historia y culturas.  La eficiencia de la política no alcanza si no se acompaña de una ética que de manera urgente visibilice las voces y procesos de los propios pueblos originarios e indígenas. Esa es una manera de conmemorar.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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