BRAGA
Si bien las tres víctimas desaparecieron en distintos períodos del año, dos de los casos ocurrieron bajo circunstancias similares: perdieron su rastro luego de subirse a un colectivo.
En estado de alerta y preocupación se encuentra la ciudad de Copiapó luego de que tres jóvenes -dos de ellas menores de edad-, desaparecieron en el último año.
Si bien las tres víctimas desaparecieron en distintos períodos, las circunstancias de dos de los casos fueron similares: perdieron su rastro luego de subirse a un colectivo.
Este factor en común recordó al crimen que ocurrió en Alto Hospicio. Cuando el colectivero Julió Pérez Silva, violó y asesinó a catorce jóvenes de entre 13 y 23 años entre 1998 y 2001.
El caso más reciente es el de Catalina Álvarez Godoy. Una joven estudiante de 16 años de quien se supo por última vez el 23 de junio cuando regresaba a casa de una fiesta.
“Esa noche la Cata me dijo que se iba a juntar con una amiga y le di permiso, pero después me entero que se había ido a una fiesta. Le dije que se viniera y ella se venía en un colectivo en el sector de Paipote”, detalló la madre de la menor, Ximena Godoy, al diario La Cuarta.
Al segundo llamado de Catalina, la joven alertó que se encontraba amarrada.
“Me grita que está amarrada y me pide ayuda, pero luego se corta la llamada. Su amiga me dijo que la había dejado en un colectivo. Esa misma madrugada fui a dejar la constancia por presunta desgracia”, agregó.
Paralelamente, un recolector de basura encontró los documentos de Catalina el pasado miércoles.
El caso de Marina Cabrera de 23 años, ocurrió en febrero luego de ir a dejar a su hijo a una escuela de verano. Mientras que, Tanya Aciares de 14 años, desapareció el 19 de octubre del 2018 cuando regresaba a casa en un colectivo.
Frente a la alarmante situación, el comisario Alfredo Espinoza, de la Brigada de Homicidios de la comuna, manifestó que “hemos estado haciendo recorridos desde el último lugar donde viajaron las jóvenes por presunta desgracia, y también otros sectores que conforman la planificación que los equipos de búsqueda por su experticia nos van a sugerir. La fuerza de tarea que se ha creado acá en Copiapó no tiene fecha de término y seguimos trabajando 24/7″.
