BRAGA
«Empezaron a llamarnos lesbianas, hacían alusión a posiciones sexuales y pedían que nos besáramos para su deleite como si fuéramos un espectáculo y ellos la tribuna a entretener», relató la víctima del ataque, quien denunció el ataque lesbofóbico a través de sus redes sociales. «Lo que más me indigna es que la violencia sea usual y que sea necesario llegar a la sangre para que esta imagen tenga una clase de impacto», expresó. Actualmente, los agentes están investigando las cámaras de seguridad para localizar a los agresores.
Una azafata de Ryanair sufrió junto a su pareja una brutal agresión lesbofóbica en un autobús londinense. La golpiza fue propinada por un grupo de desconocidos cuando las mujeres se besaron en el transporte público.
El episodio que enfrentó Melania Geymonat de 28 años y su pareja, Chris, ocurrió luego de que la pareja compartiera una cerveza en un bar de Weshamsted, cuando tomaron el transporte público nocturno para irse a casa.
Una vez instaladas en el autobús, un grupo de hombres se acercó para insultarlas, y no conformes con la violencia verbal, comenzaron a golpearlas hasta herirlas.
«La vi llena de sangre e intenté sacarla de en medio. Pero me partieron la nariz y ya sólo veía mi sangre. No sé si perdí el conocimiento. Lo siguiente que recuerdo fue llenar de sangre el bus que ya estaba parado y a la policía tomándonos la declaración».
La joven uruguaya publicó en sus redes sociales una foto denunciando la agresión: «Debimos besarnos o abrazamos y unos hombres se sentaron detrás de nosotras. Eran al menos cuatro, todos jóvenes. Uno hablaba español y los otros tenían acento británico. Empezaron a llamarnos lesbianas, hacían alusión a posiciones sexuales y pedían que nos besáramos para su deleite como si fuéramos un espectáculo y ellos la tribuna a entretener. En el piso de arriba sólo estábamos ellos y nosotras», relató en su perfil de Facebook, donde ha recibido numerosas muestras de apoyo.
«Creí que podía mediar y que la situación pasaría como un desagradable momento que usualmente debemos soportar como mujeres y homosexuales. Pensé que se calmarían», prosiguió.
Es más, para detener el horroroso episodio, Chris intentó hacerse la enferma para que las dejaran tranquilas, pero tampoco sirvió. «Siguieron acosándonos, nos tiraban monedas cada vez más entusiasmados», expresó.
Tras el ataque lesbofóbico, lo que más indigna a Gaymonat es que «la violencia sea usual y que sea necesario llegar a la sangre para que esta imagen tenga una clase de impacto». Además, expresó estar «harta de que la mujer sea tomada por un objeto sexual, de enterarse que sus amigos gays fueron molidos a palos porque sí y de que haya que soportar piropos y violencia machista, misógina y homófoba porque cuando te defiendes pasan cosas así», concluyó.
