Publicidad
María Blanco, la española que pone en duda la actual lucha feminista, es invitada por la DEM a un liceo vulnerable, despolitizado y de mujeres Yo opino

María Blanco, la española que pone en duda la actual lucha feminista, es invitada por la DEM a un liceo vulnerable, despolitizado y de mujeres

Karla González G.
Por : Karla González G. Alumna 3ro Medio C, Liceo A4 Isaura Dinator de Guzmán
Ver Más

¿Qué es lo peligroso e inquietante de esto? Principalmente el traer una realidad ajena, como es la de una economista blanca, europea y de derecha, para compararla a la realidad que comparto con mis compañeras. Puede que suene redundante, pero nuestro colegio es altamente vulnerable y tiene una tasa no menor de alumnado extranjero que poco y nada sabe cómo se vive en las poblaciones de Chile y las situaciones que constantemente las mujeres de este país tenemos que soportar desde la niñez. Y claramente, la señora Blanco tiene menos nociones aún de esta realidad.


El fin de semana pasado se publicó un artículo sobre la visita de María Blanco a la Universidad Austral, traída por la Fundación para el Progreso. Comento esto, porque en el transcurso de este mes, la señora Blanco también estuvo presente en el establecimiento al que asisto, el Liceo A 4 Isaura Dinator de Guzmán, en la comuna de Santiago, el que es solo de mujeres y de carácter municipal.

Primeramente, se nos avisó que tendríamos que ir de forma obligatoria, a una charla que se daría en el auditorio. Asistiendo todos los terceros y cuartos medios. Como durante los últimos años, a pesar de lo despolitizado que es el liceo en comparación a nuestros pares, la idea del feminismo comenzaba a ser algo recurrente, por lo que la vaga descripción que se nos dio de lo que sería la charla nos llamó la atención. Por el mismo motivo fuimos, creo hoy, con ingenuidad.

Me llamó la atención ver la parafernalia con la que se presentó a la invitada, con alfombra roja, y pendones. Hemos tenido conversatorios antes, pero no organizados de esta manera, y no eran obligatorios. Segundo, era traída por la DEM, y por el ya mencionado FPP.

Mientras más se extendía la charla, y los puntos a tratar comenzaban a esclarecerse, estos detalles iniciales comenzaban a hacerme sentido. ¿Qué pretendía el DEM al traer a una economista a hablar de feminismo a un liceo vulnerable, despolitizado y de mujeres? Era demasiado bueno creer que de verdad se trataba de algo positivo.

Sólo vi un intento desesperado de frenar los futuros y «peligrosos» pensamientos feministas que podrían crecer en el alumnado, espantando burdamente éstos con tergiversación y pensamientos subjetivos, porque citando a la doctora Yanira Zúñiga de la Universidad Austral, su texto con el cual respaldaba su discurso (y del cual dejó varias copias en el liceo), no es de carácter académico, sino más bien de opinión.

Y el problema tampoco es el no compartir el punto de vista, el problema es que éstos fueron impuestos. Los pocos conceptos que manejaba la supuesta profesional sobre el feminismo pasaron a ser caricaturizados durante la charla, asegurando que el feminismo actual es mera victimización, que existe un hembrismo, y poniendo un especial cuidado con los pensamientos marxistas, ya que estos arruinaron el feminismo actual, según sus propias palabras.

¿Qué es lo peligroso e inquietante de esto? Principalmente el traer una realidad ajena, como es la de una economista blanca, europea y de derecha, para compararla a la realidad que comparto con mis compañeras. Puede que suene redundante, pero nuestro colegio es altamente vulnerable y tiene una taza no menor de alumnado extranjero que poco y nada sabe cómo se vive en las poblaciones de Chile y las situaciones que constantemente las mujeres de este país tenemos que soportar desde la niñez. Y claramente, la señora Blanco tiene menos nociones aún de esta realidad.

El instalar la idea que «se quejan por nada» o que se «victimizan», es una forma muy poco sutil de implantar un pensamiento que consiente el abuso e impide la denuncia oportuna. El reforzar la idea de la molestia que podrían tener, o que podrían generar en su entorno, mientras todo los abusos y desigualdades se reduce a una exageración. «Dejémoslo pasar, el feminismo actual no existe. No voy a movilizarme, no importan mis derechos, el feminismo actual es la contraparte del machismo, quedémonos igual», pero lo peor de todo, «mis opiniones son inválidas, porque alguien superior a mí ya las suprimió». La intimidación que causa el poder ser ridiculizada por alguien con estudios, y superior por ende a nosotras, es un pensamiento constante que se da en el liceo. «No soy nadie, total soy una flaite, una chana». Ese es el problema con la persecución política que se ha dado por parte de la municipalidad, porque para mí fue eso, persecución.

Y nadie dice nada, porque desde que llegué al establecimiento, el abandono que nos ha dado la municipalidad principalmente nos ha reforzado características negativas y/o peyorativas de las cuales ya sabemos de sobra, porque la sociedad en sí nos lo ha demostrado.

La DEM en vez de invertir recursos en traer representantes de la ultra derecha internacional, debería preocuparse del estado del establecimiento, de invertir en educación sexual para que mis compañeras y yo no tengamos que abandonar nuestros estudios por un embarazo no deseado y paremos de una vez por toda en reproducir el circulo de la pobreza, pero en vez de eso nos traen opiniones personales como discursos científicos en el cual solo se nos refuerza la idea que somos mujeres, pobres y por ende, tenemos que soportar todos los abusos que nos traiga la vida, ya que no queremos hacer escandalo ni levantar polvo.
Otro dato no menor, es que esta actividad, solo se realizó en nuestro establecimiento de los dieciséis que están bajo el alero municipal. ¿Por qué no les instalaron este discurso al resto de los colegios administrados por la municipalidad?, ¿Hay un motivo en específico? ¿O es demasiado obvio que sería fácil instalar este tipo de pensamientos en un establecimiento como el nuestro? Lo cual me hace cuestionarme, ¿Qué somos realmente para la municipalidad? ¿Cuánto tiempo seguirá la segregación?

¿O meramente buscan usarnos como herramienta para así finalmente tomarnos en cuenta?
Hasta el momento, ninguna de esas interrogantes ha encontrado respuesta, pero es claro que parte de nuestro deber también como alumnado e integrantes de la comunidad estudiantil de la comuna de Santiago, es reflexionar sobre el tema y que, además se nos dé una explicación coherente o en su defecto, que también se nos traigan representantes del “otro feminismo” ese que les asusta y que no les gusta, porque de eso se trata la democracia, ¿o no?

Karla González G.
Alumna 3ro Medio C, Liceo A4 Isaura Dinator de Guzmán

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias