Yo opino
Terminé de leer esta semana el libro «Vayamos Adelante» de Sheryl Sandberg y lo recomiendo totalmente, no sólo porque la autora es una reconocida ejecutiva que se ha desempeñado en empresas líderes (Google y Facebook), sino que escribe desde el humor, la cercanía y principalmente porque habla desde la experiencia.
Leer su libro me provocó la misma sensación que siento cuándo grabo el Podcast «Mujeres que Inspiran»… aprendo millones de mujeres que están comprometidas con derribar esos odiosos prejuicios y estereotipos con los que nos enfrentamos permanentemente.
Hace algunos días cuándo me invitaron hablar sobre la participación laboral femenina en nuestro país y cuándo la periodista me preguntó si ponían en el GC «Coach en empoderamiento femenino»… y yo le dije que no (medio en broma y medio en serio) porque eso me sonaba más andar con pompones inyectando emociones o con la varita mágica de la receta fácil.
Históricamente se ha desarrollado toda una industria en torno al Empoderamiento Femenino, actividades y programas diseñados desde la carencia que no hacen más que reforzar la idea de que no tenemos poder de manera intrínseca (o has escuchado de algún workshop en Empoderamiento Masculino?) y que el simple acto de reunir mujeres es una catarsis que necesitamos como género para recargar pilas y seguir participando de un sistema muchas veces opresor.
Quiero que sepas que no empodero mujeres porque creo firmemente que el poder ya lo tenemos: lo que encontré al dirigir la Fundación Inspiring Girls en Chile es la manera de canalizar ese poder en acciones concretas, vincular a mujeres fabulosas que probablemente no se habrían conocido en otra circunstancia, visibilizar ese poder ante las niñas que no saben o no creen que tengan la capacidad de definir su destino de la manera en que quieran diseñarlo.
Inspiring Girls se diferencia porque no hacemos encuentros sociales para la foto, no estamos metidas en rentable negocio del empoderamiento femenino … estos días celebramos un año de logros, aprendizajes, generación de redes, conversaciones profundas, autodescubrimiento a la vena y colaboración activa para construir una sociedad con referentes femeninos potentes
Estoy tremendamente orgullosa de lo que hemos hecho, nuestro equipo es fantástico y cada vez más colegios se suman a la iniciativa porque se han dado cuenta de que para construir una sociedad equitativa no debemos esperar de la manera más pasiva que se generen leyes y que otros las implementen, sino que es vital realizar acciones concretas y dejar de lado los titulares bonitos de buenas intenciones.
