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Habla la mujer que interpeló a Yerko por banalizar el acoso callejero en Vértigo: “Sus rutinas aportan a la perpetuación del machismo y la violencia” Nicol Mulsow estaba ahí para la sección Juicio Vértigo

Habla la mujer que interpeló a Yerko por banalizar el acoso callejero en Vértigo: “Sus rutinas aportan a la perpetuación del machismo y la violencia”

Alejandra Valle
Por : Alejandra Valle Periodista, porteña. Conductora de televisión, editora de revistas, con un largo currículum en diversas plataformas de información. Directora en www.elmostrador.cl/braga @siliconvalle
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La encargada de prevención de la Fundación Honra analiza su participación en el estelar de Canal 13: «Pudimos llegar a los hogares de muchas familias chilenas y plantear nuestra visión de una sociedad de respeto e igualdad», dice y se pregunta por qué tenemos tan normalizado el piropo. Además aprovecha de hacer un llamado a la ciudadanía para colaborar y lograr construir un centro de acogida para víctimas de violencia en el pololeo.


Yerko Puchento llegó vestido de palta. Como cada jueves su rutina se basaría en lo temas que se tomaron la agenda. Por eso, aprovechó un traje hecho para Nachito Pop hace un tiempo en el canal (su vestuarista fue una de las que se quedó sin trabajo tras la ola de despidos de la semana pasada en Canal 13) y apareció en Vértigo dispuesto a reírse de diversos tópicos, entre ellos, el precio de la palta y, luego, el primer parte por acoso callejero en Las Condes.

El humorista partió señalando que ahora había «un tarifario» para los piropos, según el cual mientras más vulgar, mayor multa, lo cual acompañó de varios ejemplos, usando la ley del empate, ya que los piropos se los hizo a Miguelo, causando la risa de los invitados y hasta del propio cantante.

A la gente en redes sociales, en cambio, no les gustó tanto, ya que consideraron que se estaba riendo de un tema serio para las demandas feministas, que se han tomado el país.

Así lo hizo saber Nicol Mulsow, encargada de prevención de Fundación Honra, quien solo unos minutos después apareció en el set para la sección Juicio Vértigo, que justamente giraba en torno al acoso callejero. La activista de la sociedad civil, aprovechó el espacio para recordar que muchas mujeres tienen «normalizado» el tema del piropo porque vienen siendo objeto de acoso desde los 11 años, en promedio.

Conversamos con Nicol y su compañera en Fundación Honra, Bárbara Fuentes, quienes nos hablaron más acerca de por qué genera tanta controversia en la sociedad el piropo y hay tantas personas a las que es difícil entender por qué lo movimientos feministas están en contra del acoso callejero.

«Creo que ningún desconocido tiene el derecho a piropear o gritarle a otra persona en la calle y en ningún espacio. Un piropo o alguna opinión respecto al otro es una invasión que excede la libertad de convivencia y el respeto. Creo que corresponde sancionarlo y más aún legislar el tema», comienza Nicol y sigue: «Me causa mucha impresión escuchar últimamente a muchos hombres de transversal estrato socieconómico, criticar y tirar el chiste de que «ya no te puedo decir nada» o «Mejor no te digo nada» porque me multarán. Esto me hace reflexionar, ya que me parece impresionante que hombres estén desesperados por no poder dirigirse a una desconocida para halagarla o decirle cuanta cosa se le ocurra. ¿Tan necesario es piropear a una desconocida? ¿Tanto esfuerzo implica no piropear y por ende respetar a otro ciudadano en este caso a una mujer? Para los hombres y la sociedad está tan normalizado el llamado «piropo», que llega a ser una necesidad diaria para muchos, por eso tanto revuelo. No veo a mujeres en la calle piropeando a hombres a grito limpio o susurrando en el oído a un hombre, entonces, vemos que es una practica culturalmente muy patriarcal. Creo que no solo el piropo debe estar sancionado, todo acto que falte el respeto a una persona lo debe estar».

«Ahora, si una persona que me conoce, me respeta, me tiene cariño quiere decirme alguna palabra atenta o bonita, bienvenida, creo que eso es entendible, siempre y cuando sea en el marco del respeto y en donde haya una relación de confianza o de aceptación con el otro que permita esa libertad», aclara Nicol.

– ¿Cómo sentiste tu experiencia de estar en un lugar como Vértigo explicando una de las demandas del movimiento feminista más banalizada y ridiculizada, como es el acoso callejero?

– Me sentí en el lugar correcto en el momento preciso. Es sabido que los programas de farándula son espacios televisivos de alto caldo de cultivo para la reproducción cultural del machismo, por ende, poder tener esos escasos minutos para exponer, desde la ciudadanía y las organizaciones de la sociedad civil, la postura de quienes reclamamos una ley que es altamente justificada, fue un desafío que tomé con mucha responsabilidad y fue un honor para mí poder hacerlo.
En la Fundación hemos tomado la decisión de no restarnos de ningún espacio, y en este caso pudimos llegar a los hogares de muchas familias chilenas y plantear nuestra visión de una sociedad de respeto e igualdad, y poner en la palestra una temática no abordada en los medios masivos: lo grave que es que la mayoría de las víctimas de acoso sexual son niñas; mujeres menores de edad acosadas por hombres adultos. ¿Esta situación ha sido invisibilizada a propósito por todos los medios de comunicación masivos hasta ahora? ¿O en realidad tiene que ver con lo normalizado que tenemos el acoso sexual y el abuso contra las mujeres? Si esta es la respuesta, entonces creo que estamos en el camino correcto como fundación, apoyando a colegios, liceos, universidades, municipalidades, entidades públicas y empresas privadas a formar a sus integrantes promoviendo una cultura de paz y respeto en donde erradiquemos la violencia de género y construyamos relaciones de convivencia sanas y duraderas. Además pude aprovechar la rutina de Yerko Puchento, que fue el pase gol preciso para hacer una crítica escueta, pero enfática.

– ¿Cómo te sentiste interpelando a Yerko desde su propio territorio y por qué consideraste necesario hacerlo?

– En lo personal, creo que las rutinas de Yerko Puchento, si bien es cierto utilizan sátira, es decir la transmisión de la indignación a través de ridiculización de alguna figura pública, opinión o movimiento; lamentablemente hoy, con la carencia educativa que tenemos en materias de respeto, equidad y género, aportan a la perpetuación del machismo y la violencia, tal como lo planteé en el programa. Yerko constantemente usa en sus rutinas esterotipos muy marcados (la rubia tonta, el galán feo con plata, etc), que replican todo aquello que los movimientos sociales luchan por erradicar. Su mismo personaje de hecho es una sátira elegante de un homosexual que es como su apellido: copuchento. Nuevamente me pregunto, ¿a algún creativo de TV se le hubiera ocurrido poner un personaje como Luciano Bello (esterotipo del macho) haciendo gossip o copuchas en horario prime? Eso no sucede, aunque tod@s sepamos por experiencia que tanto los hombres como las mujeres y cualquier persona con la orientación sexual que sea, podemos llegar a ser muy copuchentos, pero se estereotipa a las mujeres o a los gays, y se transmite por TV. Tal como en algún momento el personaje de Tony Sbelt salió de pantalla por ofender a la comunidad LGTBIQ, hoy que vivimos esta #OlaFeminista que representa un cambio de paradigma, personajes como Yerko Puchento deben reinventarse para dar paso a medios de comunicación inclusivos y respetuosos, hasta que logremos una sociedad igualitaria en donde podamos reírnos de la sátira sin ofender a las personas. Hoy en Chile una persona transgénero no puede ni siquiera usar su propio nombre en sus documentos legales, ¿cómo se sentirá un transexual o un transgénero viendo que un actor, hombre, heterosexual (ergo con privilegios machistas), satirice a un homosexual y perpetúe el estereotipo del “Gay Copuchento” siendo que ellos aún ni si quiera tienen el derecho legal de cambiar su sexo? ¿O cómo se siente la comunidad gay viendo esta perpetuación del estereotipo? ¿O qué piensan los jóvenes que ven a este personaje en sus casas? ¿O los padres y madres?

– Algunos nos critican por exageradas…

– Muchos dicen… ¡Ay, que le ponen color!… tratando de minimizar o ridiculizar estas mismas preguntas, pero creo que éstas y otras preguntas debemos plantearnos para poder ejercitar aquello que nos hace tanta falta, la empatía con nuestros semejantes. Porque cuando hablamos de una sociedad de respeto, hablamos de una sociedad empática, donde las personas somos educadas desde pequeñas a ponernos en el lugar del otro para «no hacer con el resto lo que no me gusta que hagan conmigo». ¿Te parece conocida esta frase? Yo al menos la aprendí del catolicismo, en donde claramente la predicaban, pero no la practicaban. Es cosa de mirar lo que sucede con la iglesia hoy. Una iglesia que, por cierto, hoy también debe revisarse. Por eso sentí la necesidad de ocupar ese espacio para interpelar a Yerko y decirle que, desde el feminismo, la ley del burdo empate que él planteó no es una solución, sino más bien el trabajo en la vía del respeto mutuo, la erradicación de la violencia y la promoción de las relaciones humanas sanas, en todo sentido.

Bárbara también quiere hacer su reflexión sobre haber asistido a Vértigo a hablar sobre acoso callejero y «piropos», como fundación. «Creo importante tomarse todos los espacios para generar el debate social respecto a las luchas y demandas del movimiento feminista. Sin duda la televisión es el medio masivo por excelencia y es ahí en donde se puede alcanzar al gran porcentaje de la población nacional. Pero el debate debe estar en todas partes, en los diversos programas de tv, en radio, en diarios a través de columnas, en el arte y la cultura, en el cine, en obras de teatro. Por ejemplo, tuve el privilegio de estar en el ensayo general de la obra Los Arrepentidos, del sueco Marcus Lindeen, que retrata el encuentro real entre dos hombres que han transitado por distintos géneros a lo largo de sus vidas, y me hizo reflexionar sobre la importancia del respeto de toda la comunidad trans. Así también es como el debate debe estar también en colegios, liceos, universidades, CTF, sedes vecinales, organizaciones sociales, redes sociales, municipios, empresas, partidos políticos, ciudadanía completa y en cada rincón de nuestro Chile tan extenso a ratos, que se le dificulta el acceso de la información a much@s aún en estos tiempos, como pasa en el acceso a la información en el mundo rural, en donde la tv y la radio local son los grandes medios para la información. Porque «Santiago No es Chile».

La Fundación Honra se dedica a promover la equidad de género y prevenir la violencia en la pareja. Están ahora en plena campaña para buscar socios y aportes de empresas. La idea es levantar el primer centro de acogida de víctimas de violencia en el pololeo y financiar charlas y operaciones de la Fundación. Si quieres colaborar, haz click aquí.

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